Las ranas doradas, de atractivo color dorado rematado con manchas oscuras, son únicas en Panamá. Viven cerca de arroyos, en áreas cubiertas de niebla y se comunican a través de un lenguaje corporal.
En los últimos 40 años se ha reducido la población del ejemplar de la rana dorada de Panamá, a causa de la amenaza del hombre y un superhongo que ha afectado su entorno para reducir la especie a unos tres mil ejemplares, de acuerdo a científicos del Instituto de Investigación Tropical Smithsonian (STRI) que informaron que están ensayando "un arca de Noé" científica para evitar su desaparición.
En ese sentido, el biólogo Edgardo Griffith, director del Centro de Conservación de Anfibios de Panamá, ha señalado que la rana dorada (Atelopus zeteki) está en "serio peligro" por la amenaza del hongo -Bd. Durante un desfile de un grupo de estudiantes panameños, Griffith reveló que los estudios científicos han dado "buenos resultados" en la reproducción de tres especies del género Atelopus, al que pertenece la rana dorada.
Por su parte el director del proyecto de rescate y conservación de anfibios, Roberto Ibañez, señaló que "en los sitios donde se encontraba ahora mismo no se encuentra. Aparentemente está extinta de las áreas naturales". Por esa razón se ha anunciado que más de dos mil ranas doradas en cautiverio dentro de laboratorios de Estados Unidos, serán reintroducidas a Panamá libres de hongos.
"En 10 años, lo ideal sería que hayan sido reintroducidas en los hábitats naturales en este país la rana dorada y otras especies amenazadas", dijo Griffith.
Las ranas doradas, de atractivo color dorado rematado con manchas oscuras, son únicas en Panamá. Viven cerca de arroyos, en áreas cubiertas de niebla y se comunican a través de un lenguaje corporal. El macho puede crecer hasta 48 milímetros y suelen tener un peso de 12 gramos, mientras que las hembras, más grandes, tienen unos 63 milímetros y hasta 15 gramos de peso.
Publicado en teleSUR
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