quarta-feira, 8 de agosto de 2012

Las cooperativas regresan a la ciudad


Foto: Radio Rebelde
Cuba ensayará a fines de este año la conformación de cooperativas fuera del sector agropecuario, algo que establecen los Lineamientos…

Raúl Menchaca López

En el último trimestre de este año, comenzará en el país un experimento con poco más de 200 cooperativas que trabajarán por primera vez fuera del sector agropecuario, en una práctica que busca ampliar las posibilidades del empleo no estatal y favorecer el despliegue de las fuerzas productivas de la nación.
 
En la última sesión parlamentaria, en la segunda quincena de julio último, Raúl, al igual que el vicepresidente Marino Murillo, adelantó algunos detalles de ese experimento que está enfocado a cumplir lo previsto en el Lineamiento 25.

En los documentos aprobados por el VI Congreso del Partido se establece que las cooperativas son “una forma socialista de propiedad colectiva (…) integradas por personas que se asocian aportando bienes o trabajo, con la finalidad de producir y prestar servicios útiles a la sociedad y asumen todos sus gastos e ingresos”.

Antes de 1968, cuando la llamada Ofensiva revolucionaria nacionalizó prácticamente todos los sectores de la vida económica nacional, los cubanos conocimos a las cooperativas sobre todo en el transporte.

Ahora, el país tiene experiencia en el funcionamiento durante varias décadas de ese tipo de organización económica, la que ha pervivido en la agricultura con relativo éxito, por encima de los problemas objetivos y subjetivos que la han perseguido.

La realidad nacional permite entonces el nacimiento de esas nuevas asociaciones económicas las que se beneficiarán con algunas ventajas gubernamentales.

Las nuevas cooperativas tendrán una carga impositiva más baja en relación con otros trabajadores empleados en el sector no estatal, una medida que busca favorecer a la propiedad colectiva.

Esas empresas en ciernes deben insertarse en nuestro modelo de planificación socialista y contribuir al desarrollo económico, productivo y social de la comunidad y de la sociedad en general.

La gastronomía, los servicios, el transporte y otros rubros, constituyen terreno fértil para el crecimiento de esa forma de propiedad colectiva, cuyo marco legal se elabora para generalizarlas una vez transcurrido el plazo del experimento.

Para conformarlas, el patrimonio estatal será cedido por diez años en forma de arrendamiento o usufructo, aunque el Estado mantendrá la propiedad de los inmuebles.

El monto del arrendamiento del inmueble estatal se considerará como un gasto deducible del cálculo del impuesto y las utilidades se repartirán entre los socios de acuerdo con el trabajo aportado por cada uno de ellos.

El presidente de la Sociedad de Cooperativismo de Cuba, Alberto Rivera, decía semanas atrás al semanario Trabajadores que la potenciación del cooperativismo como forma de gestión constituye una de las vías del proceso de actualización del modelo económico del país.

Para Rivera, en un futuro no muy lejano las cooperativas tendrán un importante rol en el país, donde, junto con las empresas estatales, serán “motores fundamentales de nuestra economía”.

Además de una Ley General de Cooperativas, que incluirá tanto a las nuevas como a las que ya están en el agro, se preparan una metodología aplicable a cualquier tipo de unión, un manual de cooperativismo y un sistema de contabilidad, así como las políticas tributarias, de precios y de seguridad social que cumplirán los miembros.

Habrá que esperar poco para conocer la marcha de ese experimento, porque casi a la vuelta de la esquina está el tercer trimestre del año, la fecha en la que las cooperativas comenzarán a ensayar el regreso del campo a las ciudades.

Cubahora

Nenhum comentário:

Postar um comentário