Jorge Gómez Barata
El terrorismo no estatal retorna a Estados Unidos (el otro nunca lo abandona) y lo hace de forma tan trágica como conocida. El atentado perpetrado durante el Maratón de Boston sigue el patrón del 11/S en Nueva York. En ambos casos el objetivo fue golpear símbolos de la nación y el pueblo norteamericano, procurando efectos mediáticos espectaculares.
Si Nueva York, es la principal ciudad de los Estados Unidos y la urbe más cosmopolita del mundo en la cual, en razonable armonía, conviven individuos y comunidades de todas las naciones, razas, culturas y credos, Boston es el lugar por donde comenzó la andadura norteamericana.
El día del atentado la ciudad celebraba el tradicional maratón, una de los eventos deportivos más famosos del mundo efectuado desde hace 117 años con alrededor de 20 000 participantes. Aunque intervienen atletas de élite, el objetivo es que quienes comiencen, terminen y ganen todos. Esta vez venció el pánico.
En la línea de meta cuando luego de recorrer 42,2 kilómetros arribaban los más rezagados y voluntariosos, en lugar de los merecidos aplausos hubo un gigantesco estallido y una llamarada segadora seguida de una segunda explosión: la pista quedó ensangrentada, la ciudad perpleja y el país estremecido. No era la primera vez que el terrorismo se hacía presente en un evento deportivo, pero ello no lo hizo menos trágico y dramático.
En 1620 extraviado, el Mayflower que condujo a los primeros 120 peregrinos, recaló en la costa de Massachusetts donde fundaron la primera colonia que bautizaron con el nombre de Plymouth. Estaban a unos 50 kilómetros de lo que actualmente es Boston.
Fundada en 1630 la ciudad, capital del estado de Massachusetts, es una de las más antiguas de Estados Unidos y junto a Filadelfia, Chicago y Nueva York de las emblemáticas. En el siglo XVIII Boston fue escenario de sucesos que precipitaron la lucha por la independencia y la revolución. La Masacre de Boston, el Motín del Té y la batalla de Bunker Hill entre otros. Por sus atractivos es visitada por casi 20 millones de turistas cada año.
Se trata de la ciudad de mayor relieve académico de los Estados Unidos donde en 1635 se fundó la primera escuela pública del Nuevo Mundo, existe el mejor sistema educacional del país y más de 100 universidades, entre ellas: Harvard, Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge y la New England School of Law, originalmente la única escuela de Derecho femenina de las Américas: Según Mark Twain en Nueva York te preguntan ¿Cuánto dinero tienes? En Filadelfia ¿Quiénes fueron tus padres? Y en Boston ¿Qué sabes?
Puritana y abolicionista, predominantemente católica, tolerante, multiétnica y marinera, culta, aristocrática, refinada y extremadamente cara, Boston es una de las ciudades con mejor nivel de vida en el mundo. No se merecía un golpe que tampoco Bagdad, Kabul ni Trípoli, como ninguna ciudad deben recibir.
Está por establecer la culpabilidad de los sospechosos, los hermanos Tamerlán y Dzhokhar Tzarnaev, ciudadanos norteamericanos de origen checheno, individualizar a los autores intelectuales y determinar el alcance de la conspiración.
No obstante por lo que se conoce, no es difícil visualizar la mano de Al-Qaeda que otra vez involucra en sus planes a jóvenes islámicos relativamente instruidos y acomodados, sin argumentos concretos contra Estados Unidos de cuya hospitalidad disfrutaban.
Es bueno reiterar que los terroristas no son antiimperialista ni patriotas, no defienden ninguna causa legítima, sus afames de venganza no están justificados y ninguna consigna defendida de ese modo es respetable. Tampoco por odiosos merecen respuestas ciegas del tipo “ojo por ojo y diente por diente” que conduciría a un mundo habitado por ciegos y desdentados. Allá nos vernos.
La Habana, 23 de abril de 2013
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