sábado, 27 de abril de 2013

Apuesta por la autogestión y la eficiencia económica (II y final)


  La base social más importante para la formación de cooperativas son
  los cuentapropistas (Foto: Juventud Rebelde)

La actualización del modelo económico cubano prevé la creación de cooperativas no agropecuarias, de primer y segundo grados. Ya comenzaron los experimentos en diversos sectores, lo que ha sido calificado como un paso importante para garantizar mayor autogestión y eficiencia en la producción y los servicios.

Cubahora presenta la segunda parte del diálogo con la doctora Grizel María Donéstevez Sánchez, profesora titular de Teoría Económica, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, en el centro del país, quien desde hace tres décadas investiga sobre cooperativismo agrícola y actualmente trabaja como coordinadora del Grupo de Nuevas Figuras Productivas, en una propuesta de viabilidad de las cooperativas para la construcción de viviendas en Cuba.

- A su juicio, ¿cuáles son los tipos de cooperativas que más se avienen a lo que el país necesita?

En noviembre de 2012 fueron aprobados dos decretos leyes y varias resoluciones que permiten la formación de cooperativas fuera del sector agropecuario. Estos decretos leyes (305 y306) tienen carácter experimental y cumplen lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Solo después de la validación en la práctica de la viabilidad de las cooperativas que sean objeto de experimentos se podrá aprobar una legislación general sobre cooperativas, inclusiva para todos los sectores de la economía nacional.

“A partir de la experiencia internacional y nacional, pueden ser adoptadas diferentes formas de cooperativas atemperándolas a las peculiaridades de nuestra economía. Se plantea que existan cooperativas de primer y segundo grados. Esta definición esta ceñida al nivel de desarrollo que alcanza la cooperación entre los productores. Las de primer grado son del tipo de organizaciones que conocemos en la agricultura. Las de segundo grado presuponen la unión de varias cooperativas, con el objetivo de organizar actividades complementarias afines, o que agreguen valor a los productos y servicios, o comercialicen los resultados de la actividad económica de las cooperativas que las conforman.

“Por el tipo de actividad económica, las cooperativas pueden ser de producción, de servicios y de consumo. Existen en todos los sectores: agrícola, construcción, transporte, gastronomía, viviendas, turismo, entre otros. La diferencia principal en los tipos de cooperativas está en el origen y en cómo gestionan el patrimonio que poseen colectivamente.

“Aunque en el país solo existe hasta hoy el cooperativismo en el sector agropecuario, este tiene varias modalidades. Tenemos las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS). Aunque son todas de este sector y su componente social son los campesinos o trabajadores agrícolas, se diferencian por el origen del patrimonio que poseen y explotan, y por la forma en que gestionan su actividad.

“Las CPA se fundaron con la unión voluntaria de las tierras y medios de producción agrícola propiedad de los campesinos. Su gestión se ejerce, a partir de la propiedad colectiva sobre los medios y la tierra, mediante la asamblea de socios. El fruto del trabajo colectivo proporciona los ingresos, que se distribuyen de forma individual y colectiva.

“En las UBPC, los trabajadores, convertidos en cooperativistas, recibieron las tierras del Estado en usufructo para su explotación; los medios e insumos fueron adquiridos paulatinamente a través del trabajo de los socios, con lo que formaron el patrimonio colectivo de la cooperativa. También son dueños de los resultados de la producción y deciden en colectivo el destino de los ingresos.

“Otro es el caso de las CCS. En estas, los campesinos propietarios o usufructuarios de tierras se unen solo para recibir servicios y créditos, viabilizar los suministros y contratar las ventas de la producción. Solo en algunos casos, en las llamadas CCS Fortalecidas, pueden tener algún medio de producción en propiedad colectiva para realizar labores colectivas. En este tipo de cooperativa los socios mantienen la propiedad o el usufructo sobre los medios y la tierra, al tiempo que la gestión sobre ambos sigue siendo privada.

“Las cooperativas también se diferencian por el sector de la economía en el que se constituyen, el cual les imprime su sello característico”.

- ¿Qué roles se asignan a las cooperativas en el modelo económico cubano, hoy en proceso de actualización?

Las cooperativas son un tipo especial de empresa que se integra en todos los momentos al sistema de relaciones económicas, es decir a la producción, la distribución, el cambio y el consumo, en todos los niveles: nacional, territorial y local; crea capacidades para la introducción de iniciativas e innovaciones tecnológicas y sociales, que amplían las posibilidades de desarrollar el tejido empresarial.

“Los lazos de cooperación establecidos entre las unidades productivas y de servicios que forman las cooperativas completan las cadenas productivas y de valor, y rompen el aislamiento relativo que implica la sectorialización.

“El cooperativismo permite que estas organizaciones, cuya escala de producción casi siempre es pequeña o mediana, puedan ser competitivas y sostenibles en el tiempo. Son fuentes de empleo, de incremento de la producción y de los servicios, a partir del aprovechamiento de recursos naturales y económicos locales.

“Este tipo de organismo social está llamado a ser uno de los componentes esenciales de la economía a escala local. Su responsabilidad social permitirá el crecimiento económico y el desarrollo en general y los valores y principios que le son característicos permitirán que su gestión sea una inmensa oportunidad de aprendizaje colectivo continuo”.

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