terça-feira, 9 de abril de 2013

Cuatro perspectivas del absurdo migratorio cubano




Por Vincenzo Basile

El pasado 14 de enero (2013), entraba en vigor la nueva ley migratoria cubana. Esta reforma, entre otras cosas, ha eliminado viejas -y en la mayoría de los casos solo formales- restricciones para viajar a otros países, como el llamado permiso de salida, y finalmente ha puesto al descubierto el fraude mediático internacional alrededor del fenómeno migratorio, destruyendo el tópico del cubano que huye de la Isla-prisión y, sobre todo, aclarando definitivamente cual es la real situación de los hechos, es decir, quien es el gobierno que efectivamente obstaculiza los viajes de los cubanos y de los norteamericanos, algo que ha evidenciado una política de doble rasero totalmente silenciada por los grandes medios internacionales que durante años han manipulado el tema de la emigración cubana que ahora, tras los recientes acontecimientos, se podría analizar bajo cuatro distintas perspectivas.

PERSPECTIVA 1: DISIDENTES PRIVILEGIADOS

Hay que recordar en primer lugar que -pocos días tras la entrada en vigor de la citada reforma- un estrechísimo grupo de cubanos ha emprendido una larga gira mundial. Se trata de un grupo de llamados “disidentes”, quienes -incitados por un gigantesco respaldo de la prensa internacional- están escenificando auténticos shows mediáticos en cada país que visitan.

Emblemáticos son tres casos. El primero, el caso de Rosa María Payá, hija del fallecido Oswaldo Payá, quien ha llenado los titulares de los principales medios internacionales acosando abiertamente al gobierno cubano, con pruebas inconsistentes y casi fantasiosas, de ser el responsable de la muerte de su padre y pidiendo una llamada investigación independiente que, de hecho, violaría la soberanía judicial cubana. El segundo, el caso de la delirante Berta Soler, portavoz de las llamadas Damas de Blanco, quien ha llegado a España donde se ha elevado autónomamente al rango de portavoz de todo el pueblo cubano, ha solicitado más presiones políticas internacionales contra su país y ha exaltado la prosperidad de la Cuba antes de la Revolución -la Cuba de Batista- que ha calificado como una ‘joya de oro’. El tercero y más famoso es el caso de la bloguera y autodenominada periodista Yoani Sánchez quien ha emprendido una gira mundial de 80 días que está destruyendo poco a poco su imagen de mujer pacífica, enseñando al mundo sus lazos con los dueños mediáticos latinoamericanos, la ultraderecha de Miami y el propio gobierno de Estados Unidos.

Estas tres personas, con enormes privilegios políticos e inexplicables disponibilidades económicas para hacer viajes que resultarían imposibles no solamente para los cubanos sino para la mayoría de los ciudadanos del mundo, son el emblema viviente de la existencia de un claro proyecto político internacional para desestabilizar el proyecto revolucionario cubano.

PERSPECTIVA 2: LA LEY DE AJUSTE CUBANO Y LOS 'REFUGIADOS ECONÓMICOS’

Mientras tanto, casi para enfatizar el aislado privilegio de esos ‘disidentes’ que han podido viajar al exterior sólo gracias a la solidaridad internacional y al respaldo mediático, e intentando seguir construyendo el tópico del cubano que huye, el pasado 3 de abril, muchos medios internacionales difundían la noticia de la deserción de siete miembros del Ballet Nacional de Cuba.

Los bailarines y las bailarinas desertores, quienes llegaron a Miami tras cruzar la frontera entre México y Texas (EEUU), solicitaban asilo político a las autoridades estadounidenses aferrándose a la Ley de Ajuste Cubano, una genocida normativa que le otorga el estatus de refugiado político, una innumerable serie de ventajas sociales y, tras un año y un día del arribo, la residencia permanente a todo cubano que por cualquier vía llegue a pisar suelo norteamericano

Una integrante del grupo, Annie Ruiz Díaz contaba al portal Café fuerte las razones que la llevaron a tomar tal decisión y decía: “Es la decisión más difícil que he tomado en la vida, pero no pensamos en el pasado, sino en el futuro. Estábamos decididos a buscar una mejor vida artística y bienestar económico para nuestras familias”.

Es decir, la bailarina -solicitante del estatus de refugiada política- daba una clara demostración de como el aspecto económico de la emigración cubana, “buscar una mejor vida artística y bienestar económico”, se olvida sistemáticamente y -bajo la citada Ley de Ajuste Cubano- se convierte el fenómeno migratorio cubano en algo exclusivamente político.

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