Washington, 29 abr (PL) Estados Unidos confirmó hoy eel reforzamiento del personal médico en la base de Guantánamo -ubicada en un territorio ocupado a Cuba- ante la radicalización de la huelga de hambre iniciada por 130 presos hace casi tres meses.
El teniente coronel Samuel House dijo en un escueto comunicado que 40 enfermeros y otros especialistas de la salud, vinculados a la Marina de Guerra estadounidense, están desde el fin de semana pasado en ese centro militar para supervisar a los detenidos.
Según el oficial, la visita de esa misión fue planificada hace varias semanas por el aumento de los huelguistas, quienes dejaron de comer en rechazo a medidas como el confinamiento por tiempo indefinido, los registros a sus pertenencias y la confiscación de copias del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
House añadió que incrementaron a 21 los reos forzados a recibir nutrientes líquidos por sondas nasogástricas, mientras otros cinco están hospitalizados por deshidratación extrema. Los guardias mantienen amarrados a esos internos para administrarles los alimentos ante la pérdida excesiva de peso.
Pero el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) -la única entidad no militar autorizada a entrar a la instalación- dijo a las autoridades de Washington que está en contra de ese procedimiento y respeta el principio de permitir a los detenidos elegir su destino.
Estados Unidos abrió la cárcel en la base naval de Guantánamo en 2002 para encerrar allí a toda persona considerada sospechosa de terrorismo.
La prisión es considerada un moderno campo de concentración donde a los reos se le aplican brutales modalidades de tortura como aislarlos en celdas con temperaturas extremas o mantenerlos amarrados en posición fetal por más de 24 horas, sin alimentos.
Los 166 reclusos fueron capturados en el extranjero y llevan más de una década sin enfrentar juicio ni cargos concretos.
La senadora demócrata Dianne Feinstein urgió la semana pasada al gobierno estadounidense a liberar a 86 prisioneros que tienen permiso de traslado desde hace tres años.
Feinstein pidió en una carta al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon, que acelere el proceso de transferencia a terceros países o a los de origen de esas personas.
En opinión de la congresista y presidenta del Comité senatorial de Inteligencia, el limbo legal de los internos es uno de los detonantes de la huelga de hambre, considerada la más extensa del improvisado penal.
Añadió que una delegación del CICR calificó de sin precedentes la desesperación existente entre los prisioneros.
Su misiva fue enviada con copias a los secretarios de Estado y Defensa, John Kerry y Charles Hagel, respectivamente.
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