sexta-feira, 26 de abril de 2013

Apuesta por la autogestión y la eficiencia económica (I)



En las cooperativas se identifican la solidaridad, la ayuda mutua, y la responsabilidad social

Norland Rosendo González
 
26/04/2013
 
Entre las transformaciones estructurales que auguran para Cuba una economía más eficiente y próspera, y mayor autogestión, está la creación de cooperativas más allá del sector agropecuario, donde son tradición.

Sobre los desafíos, perspectivas y beneficios que tal paso supone, Cubahora conversó con la doctora Grizel María Donéstevez Sánchez, profesora titular de Teoría Económica, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, en el centro del país, quien desde hace tres décadas investiga sobre cooperativismo agrícola, y actualmente trabaja -como coordinadora del Grupo de Nuevas Figuras Productivas- en una propuesta de viabilidad de las cooperativas para la construcción de viviendas en Cuba.

- Doctora, partamos de definir qué es una cooperativa

Es la asociación consciente y voluntaria de los miembros (socios) que la constituyen, a partir de un patrimonio que gestionan y/o administran de conjunto. Su constitución obedece al interés de sus miembros de satisfacer sus necesidades, las de la familia y las de la sociedad. No tienen como fin la ganancia y eso las diferencia de las empresas capitalistas, aunque sí presuponen la garantía de cubrir los gastos con los ingresos. Este concepto, manejado internacionalmente, responde a la forma en que se organizaron las primeras cooperativas en el siglo XIX, en Inglaterra.

- ¿Cómo surgen las cooperativas?

La historia refiere que en 1846 los trabajadores ingleses encontraron en la cooperativa una forma para paliar la crisis capitalista de entonces. El limitado acceso a los víveres de primera necesidad —debido a los altos precios de los grandes almacenes— hizo que algunos trabajadores unieran recursos para comprar mercancías que luego vendían por un pequeño margen con el cual cubrían los gastos. Los sobrantes podían ser vendidos al resto de la sociedad a un precio más elevado; luego, la diferencia de precios les permitía adquirir nuevamente mercancías y así continuar la actividad económica con beneficio para los socios y la sociedad.

“Si algo es interesante de esta experiencia es que las ´cooperativas de consumo’ —nombre que recibieron con posterioridad— demostraron la capacidad de los trabajadores para organizar de forma colectiva la actividad económica a favor del grupo integrante y de la sociedad; demostraron así que podían gestionar la economía de forma colectiva.

“La continuidad del cooperativismo la encontramos hoy en la economía mundial. Este sigue siendo un paliativo a las crisis capitalistas, sobre todo en los países subdesarrollados.

“El 2012 fue declarado Año Internacional del cooperativismo por la ONU. En octubre se realizó en Québec, Canadá, una cumbre mundial sobre cooperativismo en la que participaron más de mil 500 especialistas del tema y más de dos mil representantes de organizaciones regionales e internacionales de cooperativas. Por Cuba asistió una pequeña delegación.

- ¿Por qué el interés internacional en este tipo de organización empresarial?

La Organización Internacional de Cooperativas plantea que estas agrupan alrededor de mil millones personas y en algunos países generan una parte no despreciable del PIB. Esto explica parte del interés que generan a nivel global. Existen en casi todos los países y, por lo tanto, contribuyen en gran medida al crecimiento de las economías donde se establecen.

“En Cuba se amplía el cooperativismo al sector no agropecuario, lo que aumenta el interés por conocer las experiencias de estas asociaciones en las últimas décadas. En la Cumbre de Québec se hizo un balance del papel de las cooperativas en el contexto de la crisis mundial actual. Representantes de círculos académicos y organismos allí representados señalaron la capacidad de las cooperativas para paliar los efectos negativos de las crisis, frente a las grandes empresas capitalistas.

“También destacaron su capacidad de generación de empleo y de reacción frente a la especulación financiera”.

- ¿Esta experiencia es también positiva en Latinoamérica?

De forma general, son positivas las experiencias. Los estudiosos consideran que en el capitalismo esta es una opción de vida sostenible para un importante porcentaje de la población, que atendiendo a su situación vulnerable está marginada. Tiene una larga historia en países como México, Argentina, Uruguay, por mencionar algunos. Su papel en los procesos de desarrollo del continente es desigual.

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