segunda-feira, 18 de fevereiro de 2013

Las revelaciones que esperamos de Yoani Sánchez



Salim Lamrani

Tras cinco años de espera, Yoani Sánchez consiguió por fin el permiso para viajar al exterior. Después de la reforma migratoria vigente desde el 14 de enero de 2013, que permite a todos los cubanos abandonar el país sin otra formalidad que la obtención de un pasaporte y una visa, la más famosa opositora del gobierno de La Habana inicia en Brasil una gira mundial que la llevará a varios continentes. El cineasta Dado Galvao la recibió en Recife y participará en la presentación del documental Conexión Cuba Honduras[1].

Su gira se parece a la de un jefe de Estado o una estrella de la música y los recursos dedicados a ella son impresionantes. En efecto, “un programa muy intenso” espera a la joven opositora de 37 años[2]. Tiene previstas conferencias en México donde será la invitada de honor de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que tendrá su reunión semestral en Puebla, en Estados Unidos, con encuentros en Nueva York, donde será recibida en las oficinas del New York Times, Washington y Miami, Argentina, Canadá, Perú, España, Italia, Polonia, Alemania, República Checa, Países Bajos y Suiza.[3]

Viajar continúa siendo un derecho universal reconocido en la Declaración de Naciones Unidas de 1948, uno sólo puede alegrarse del hecho de que la principal figura de la oposición cubana pueda expresar sus convicciones a través del mundo. No obstante, resulta inevitable subrayar ciertos aspectos oscuros de la personalidad y la vida de Yoani Sánchez que son objeto de controversia y que esta monumental gira parece confirmar.

En efecto, Yoani Sánchez no es una opositora ordinaria. Tras vivir dos años en Suiza, decidió regresar a Cuba e integrar el universo de la disidencia. En 2007, creó el blog Generación Y –¡traducido al menos a 18 idiomas!– en el cual fustiga de modo virulento el sistema y el gobierno cubanos. Su nueva actividad ha sido coronada de éxito. En el espacio de unos años, Sánchez recibió múltiples distinciones, todas financieramente remuneradas. En total, la bloguera ha recibido una retribución total de 250.000 euros, es decir un importe equivalente a más de 20 años de salario mínimo en un país como Francia, quinta potencia mundial, y a 1.488 años de salario mínimo en Cuba.[4]

A ello se agrega el salario mensual de 6.000 dólares que le otorga la Sociedad Interamericana de Prensa, que agrupa los grandes conglomerados mediáticos privados del continente, y que decidió nombrarla vicepresidenta regional por Cuba de su Comisión de Libertad de Prensa e Información.[5] El diario español El País también decidió nombrarla corresponsal en La Habana y le paga un buen salario.[6]

El gobierno de Estados Unidos, cuyo objetivo abiertamente expresado es un cambio de régimen en Cuba mediante el financiamiento de una oposición interna, ha hecho de Yoani Sánchez su prioridad. Considera, en documentos confidenciales publicados por Wikileaks, que “Yoani Sánchez puede desempeñar un papel a largo plazo en una Cuba post-Castro”. [7] De hecho, la opositora cubana está en estrecha relación con la diplomacia estadounidense en Cuba, como señala un cable clasificado “secreto” por su contenido sensible. La administración Obama valora mucha a la bloguera cubana, como lo demuestra la reunión secreta que tuvo lugar en el apartamento de la opositora con la subsecretaria de Estado estadounidense Bisa Williams durante su visita a Cuba entre el 16 y el 22 de septiembre de 2010.[8]

Michael Parmly, antiguo jefe de la diplomacia estadounidense en La Habana, que se reunía regularmente con Yoani Sánchez en su residencia personal como lo indican los documentos confidenciales de la SINA, hizo partícipe de su preocupación respecto a la publicación de los cables diplomáticos estadunidenses por Wikileaks: “Me molestaría mucho que las numerosas conversaciones que tuve con Yoani Sánchez se publicaran. Ella podría pagar las consecuencias toda la vida”. [9] La pregunta que viene inmediatamente a la mente es la siguiente: ¿cuáles son las razones por las que Yoani Sánchez estaría en peligro si su actuación, como ella afirma, respeta el marco de la legalidad?

Desde luego, Yoani Sánchez no es una simple disidente. Sería interesante que la principal figura de la oposición cubana aprovechara su gira mundial para esclarecer algunas zonas oscuras de su trayectoria personal y revelara cuáles son los poderosos intereses que se esconden detrás de su persona.

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