Por Edmundo García
Con el perdón del Ringling Brothers, con el perdón del Cirque du Soleil y de los modestos pero dedicados circos de carpa que hacen decorosas presentaciones en los barrios; con el perdón de estos y otros circos del mundo, tengo que decir que Miami también es un circo. Anoche viernes 8 de febrero tuvo lugar en esta ciudad una reunión de sectores de la derecha que pasará a formar parte de la historia del ridículo. Ocurrió en el programa La Diferencia de Roberto Rodríguez Tejera en el canal Telemiami, propiedad de José Carlos Prado, más conocido como Pradito. Faltó la representación del Departamento de Estado o la CIA, pero la delegación de sus marionetas estaba casi completa. Los invitados fueron Pepe Hernández por la Fundación Nacional Cubanoamericana propiedad de Jorge Mas Santos; Ricardo Martínez Cid en nombre de la Unión Liberal Cubana cuyo Presidente es Carlos Alberto Montaner; el flotillero y pseudo pacifista Ramón Saúl Sánchez como Presidente de su propio Movimiento Democracia y Marcelino Miyares Presidente de su Partido Demócrata Cristiano de Cuba. La reunión empezó bastante ordenadita, aparentando inocencia, y terminó en guaracha con cita de Ignacio Piñeiro, que no era líder de ningún partido político sino del Septeto Nacional.
Marcelino Miyares abrió la ronda de participación desbocado y empezó por agradecer sumisamente a la Embajada de Estados Unidos que le haya permitido estar en teleconferencia desde México con ocho llamados disidentes cubanos reunidos en la sede de la SINA en La Habana. También agradeció el contacto al Cuba Study Group de Carlos Saladrigas, de quien ya he dicho que es un hombre con muchas contradicciones (http://latardesemueve.com/archives/751). El pasado 28 de enero, día del natalicio de José Martí, fue el momento escogido por el llamado partido Demócrata Cristiano de Cuba para montar ese show mediático desde tierras mexicanas. Entre los citados para la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba Marcelino mencionó a Héctor Palacios, Gisela Delgado, Manuel Cuesta Morúa y otros. También dijo que estaban convocados, pero no pudieron asistir por lejanía o cuestiones personales, Dagoberto Valdés y Antonio Rodiles. Marcelino agradeció a Giselle Recarey Delgado, hija de Héctor Palacios y Gisela Delgado, Vice-Presidenta de la llamada organización de jóvenes exiliados O-JEC invitada a un homenaje a Pinochet en Chile (cuya asistencia no se corroboró ni negó por lo claro), haber coordinado desde Miami la lista de invitados en la SINA. Marcelino dijo con orgullo de esa lista: “Los que están son gente de primera”. Me gustaría saber qué quiso decir con eso de “gente de primera”: ¿acaso que son los primeros en sumisión, los primeros en venderse, los primeros en calumniar a su patria , los primeros porque solo son ellos y no hay segundos ni terceros?
El conductor Roberto Rodríguez Tejera dijo que había convocado al cuarteto para que explicara qué es lo estaba pasando en Cuba y qué estaban haciendo las organizaciones del exilio para responder las iniciativas del gobierno cubano; y los invitados se mandaron. Primero empezaron a pasarse la mano y reconocieron que habían malgastado muchos años peleando entre ellos mismos, sin llegar a confesar que el móvil de esas peleas no ha sido otro que el dinero destinado a la subversión. Como estaban posando de pacifistas y estrategas del diálogo político, Pepe Hernández que es un viejo camaján insistió mucho en que se olvidara el pasado, en que lo anterior no cuenta, porque sabe muy bien que en el grupo había al menos tres personas ligadas a comportamientos violentos contra Cuba: Ramón Saúl Sánchez que es un viejo provocador, Marcelino Miyares que es miembro de la Brigada 2506 que invadió su patria por playa Girón y el propio Pepe Hernández, también miembro de la Brigada 2506, ligado a intentos de eliminar físicamente a dirigentes de la revolución incluyendo al Comandante en Jefe Fidel en Isla Margarita, y al financiamiento de terroristas como Luis Posada Carriles. Estos invitados de Telemiami estaban diciendo en esta misma ciudad que reconocían que el gobierno cubano había hecho cambios importantes y que ahora la estrategia, elaborada ya sabemos dónde y por quiénes, era chantajear y obligar a Cuba a hacer más cambios a ver si el proceso daba al traste con la propia estabilidad del país. Marcelino Miyares no se cansó de repetir durante todo el programa que había que trabajarle a Cuba en las aperturas hechas en internet y emigración, y colarle la subversión por esos canales.
Todo indica que los jefes norteamericanos y europeos de estos y otros charlatanes políticos los han regañado por la gran cantidad de lidercillos que tiene la contrarrevolución tanto en Miami como dentro de Cuba, por lo que ellos han obedecido con consignas de moda sobre el “consenso”, la “concertación” y la “unidad”. Citaron en el programa ridículas unificaciones de grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba, celebrando como la gran cosa la risible fusión de UNPACU de José Daniel Ferrer, que según me dicen desde Cuba usa como nombre de guerra el de “El marajá de Palmarito de Cauto”, y la llamada FANTU de Félix Navarro y el multi campeón olímpico de huelgas de hambre Guillermo Fariñas. Fuera de Cuba pusieron como ejemplo de concertación a una organización llamada Consenso Cubano que nadie conoce ni reconoce.
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