domingo, 3 de fevereiro de 2013

EVALUACIÓN MINIMA: Entrevista de José Mario Zavaleta a Jorge Gómez Barata



Aprovechando el momento de las elecciones en Cuba y tal vez abusando de la amistad, decidí incurrir en el error que cometen los periodistas al entrevistar colegas. Se trata de Jorge Gómez Barata que, al menos en el círculo de los lectores de Moncada, no necesita presentación.

José Mario Zavaleta: Es día de elecciones en Cuba y el presidente Raúl Castro se aproxima al final de su primer mandato, tal vez el último en esa función. ¿Cuál es a tu juicio su principal éxito y cual el mayor defecto de su gestión?

Jorge Gómez Barata: Me entusiasma su determinación para “cambiar todo lo que debe ser cambiado y me impresiona su capacidad para romper con dogmas, mitos y prejuicios, desmontar absurdos y arrojar lastre sin desmentirse ni apartarse un milímetro de los principios que siempre ha defendido y para ser consecuente con su lealtad devota a Fidel y con el credo socialista que asumió en su temprana juventud. Últimamente me impactó la habilidad diplomática con que se condujo en las reuniones de la CELAC. Su brevedad me encanta.

JMZ: ¿En cuanto al mayor defecto de su gestión?

JGB: ─Comparto sus enfoques acerca de la necesidad y la pertinencia de los cambios y me parecen correctos la cadencia y los ritmos que le imprime. Me hubiera gustado sin embargo que avanzara un poco más en la cuestión política, sobre todo que diera pasos en cuanto a la remodelación del sistema político, creara alguna entidad, una comisión o algo así para estudiar los cambios constitucionales y avanzara en el perfeccionamiento de los mecanismos electorales. En estos campos donde es necesario proceder con cautela, sería bueno conocer su pensamiento para que los factores sociales que intervienen en ellos, se posesionen. Por haber contado durante 50 años con un liderazgo calificado y consagrado, los militantes revolucionarios y en general la sociedad cubana nos habituamos a esperar que de allí provinieran las orientaciones y las soluciones, cosa que ahora es preciso cambiar.

JMZ: ¿Te refieres a eso que algunos llaman “Síndrome del pichón?

JGB: Te ruego que no me mezcles con esa expresión que aplicada a los cubanos es inexacta y francamente ofensiva. Me refiero a una relación del pueblo con sus líderes, especialmente con Fidel y Raúl cuya sensibilidad y el contacto con el pueblo les permitieron comprender las necesidades y los anhelos de todos los sectores, especialmente de los más vulnerables. En 50 años nadie en Cuba tuvo que levantar un cartel para pedir o demandar algo. En cuanto a reconocimiento de las necesidades y acciones para su solución, Fidel y la Revolución siempre estuvieron por delante del más exigente de los cubanos.

JMZ: Eso me recuerda el símil de Che Guevara acerca de que en sus encuentros con las masas entre Fidel y el pueblo se daba algo semejante al “dialogo de dos diapasones”.

JGB: ─Exactamente

JMZ: De cara a un segundo mandato ¿Qué le deseas al presidente Castro?

JGB: ¡Éxitos! Con él vamos todos. Le deseo además salud y suerte.

JMZ: ¿Cómo te gustaría terminar esta evaluación mínima?

JGB: ¡Allá nos vemos!

La Habana 03 de febrero de 2013

Tomado de Moncada

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