Por Waldo Mendiluza*
La Habana (PL) La sociedad civil y el Gobierno cubanos consideran el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos el principal obstáculo para el desarrollo socio-económico del país caribeño.
El cerco impuesto por Washington durante más de medio siglo es definido en la isla como un entramado de leyes y sanciones unilaterales, con un marcado carácter extraterritorial, que impide el comercio entre los dos países, persigue las transacciones cubanas por todo el mundo y priva a la mayor de las Antillas de tecnología e inversiones.
De acuerdo con datos oficiales, su aplicación por sucesivas administraciones norteamericanas ha provocado pérdidas por un billón 66 mil millones de dólares, cifra calculada sobre la base de la depreciación de la moneda estadounidense frente al valor del oro en las últimas décadas.
El bloqueo constituye el principal obstáculo para que Cuba desarrolle a plenitud sus potencialidades, señaló en esta capital el canciller Bruno Rodríguez.
Rodríguez declaró que prácticamente no queda sector en la isla fuera del impacto de las sanciones establecidas por la Casa Blanca desde los primeros años de la Revolución, medidas oficializadas en febrero de 1962 por el entonces presidente norteamericano John F. Kennedy, mediante la Proclama 3447.
Además de las afectaciones económicas, Washington provoca un daño humano invaluable con su política, porque afecta a cada niño, anciano, mujer y hombre, denunció a finales de septiembre en la presentación del informe de Cuba para la Resolución 66/6 de la Asamblea General de la ONU sobre la necesidad de poner fin al bloqueo.
Ese documento se debatirá el martes 13 de noviembre en Naciones Unidas, donde en 20 ocasiones desde 1992 ha sido respaldado por la comunidad internacional.
CERCO SIN SEÑALES DE RELAJAMIENTO
El Gobierno cubano ha denunciado que más de 50 años después de implementado, el bloqueo de Estados Unidos mantiene plena vigencia y muestra claras señales de recrudecimiento.
Multas millonarias a entidades que realizaron operaciones con la isla, persecución de transacciones, prórroga de leyes y una mayor presencia de su dimensión extraterritorial han caracterizado el cerco norteamericano en los últimos meses.
Por tercer año consecutivo, el presidente Barack Obama prorrogó la Ley de Comercio con el enemigo, que además de sustentar las extremas medidas del bloqueo, fundamenta la autoridad de la Casa Blanca para imponer otras leyes y disposiciones que lo complementan.
Según la Cancillería del país caribeño, las multas de la Administración Obama pasaron de 89 millones de dólares en el 2011 a 622 millones en lo que va de este año.
En junio del 2012, Estados Unidos anunció la imposición al banco holandés ING de una multa de 619 millones de dólares, la más alta de la historia a una entidad extranjera por sus nexos comerciales con Cuba.
A lo anterior se suma la recurrente inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
Queda claro que eso tiene un trasfondo político, cuyo objetivo real es tratar de justificar la continuidad del bloqueo y de las sanciones unilaterales impuestas a nuestro país, comentó a Prensa Latina el subdirector de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rodolfo Benítez.
De acuerdo con el funcionario, Washington acude a variados pretextos para tratar de justificar la inclusión del país caribeño en la lista.
Todos esos intentos han tenido una raíz común: ninguno de ellos puede sobrevivir al escrutinio más elemental, advirtió.
DAÑOS ECONÓMICOS
El informe para la Resolución 66/6 de la Asamblea General de la ONU recoge que las afectaciones ocasionadas por el bloqueo al comercio exterior cubano crecieron el 15 por ciento, al comparar el período marzo del 2011-marzo del 2012 con igual etapa 2010-2011.
También refleja que la isla dejó de recibir flujos de Inversión Directa Extranjera de Estados Unidos equivalentes a unos 350 millones de dólares.
Entre los sectores con mayor impacto por el cerco de Washington están los priorizados en el desarrollo económico, como el turismo, el tabaco, la biotecnología, el níquel y el petróleo.
Respecto a la llamada industria sin humo, la Casa Blanca prohíbe el viaje de ciudadanos estadounidenses a Cuba, salvo licencias en determinados casos y sujetas a múltiples requisitos, e impide por 180 días el ingreso a puertos del país norteño a buques que antes tocaron instalaciones portuarias de la isla.
Lo anterior imposibilita el arribo de visitantes procedentes de un mercado que por su cercanía resulta natural, así como de cruceros, embarcaciones particularmente activas en el Caribe, pero que al ser operadas fundamentalmente por compañías estadounidenses no pueden llegar a terminales marítimas cubanas.
Pese a ese escenario, la industria turística recibió en el 2011 más de dos millones 700 mil extranjeros, un crecimiento superior al siete por ciento respecto al 2010.
Otras áreas claves para el desarrollo de cualquier nación sufren afectaciones por el bloqueo, entre ellas el transporte, la industria sideromecánica, la informática, las comunicaciones y los recursos hidráulicos.
CONDENA NACIONAL Y MUNDIAL
La sociedad civil cubana ha demandado a través de pronunciamientos y foros el fin de las sanciones estadounidenses contra la mayor de las Antillas.
Economistas, intelectuales, juristas y representantes de organizaciones de campesinos, estudiantes y mujeres reunidos en esta capital emitieron el 19 de octubre una declaración para que el Gobierno cubano la presente en Naciones Unidas, durante el debate de la Asamblea General sobre el bloqueo norteamericano.
El texto contiene denuncias sobre el impacto del cerco en áreas vulnerables de la sociedad, como la niñez, los adultos mayores, la salud pública y la educación.
Por su parte, la comunidad internacional ha dado múltiples muestras de rechazo a esa política.
Desde 1992, la Asamblea General de la ONU ha respaldado la Resolución que pide a Washington el fin de sus sanciones unilaterales; documento que el año pasado recibió el voto de 186 países, con la aislada oposición de Estados Unidos e Israel.
También desde mecanismos de concertación política, económica y social se realizaron en los últimos meses pronunciamientos contra el bloqueo, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el Movimiento de Países No Alineados, la Unión Africana y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
* Jefe de la Redacción Nacional de Prensa Latina
Em/wmr
Tomado de Prensa Latina
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