terça-feira, 29 de janeiro de 2013

La paz la conquistan los pueblos, asegura Premio Nobel



Por Odalys Troya Flores *

La Habana (PL) Para el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, la búsqueda de una solución pacífica al conflicto armado que vive Colombia pasa necesariamente por la participación protagónica del pueblo.

Aunque se considera un "pesimista esperanzado" en relación con el diálogo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno de Juan Manuel Santos, cuya sede permanente es aquí, en La Habana, manifiesta apoyarlo por el bien de esa nación y del continente.

Su pesimismo parte, según dijo en exclusiva a Prensa Latina, de los anteriores intentos que nunca tocaron puerto.

En tanto, "los nuevos aires que soplan en el continente" le proporcionan esperanzas a este hombre, quien fue presidente del Tribunal Permanente de los Pueblos en esa nación suramericana y conoció de cerca los males que la aquejan y que originaron, en parte, el añejo conflicto.

"Toda esta iniciativa uno la ve como una posibilidad, pero hay que tener memoria de todos los intentos de acuerdos de paz entre las guerrillas y el Gobierno colombiano. Lo veo como un pesimista esperanzado", enfatizó.

Este conflicto de más de 50 años, en su opinión, no se trata de un asunto entre las FARC-EP y el Gobierno, porque "es un problema político cultural, económico, del pueblo colombiano", dijo el entrevistado en el hotel Palco, en el oeste de esta capital, a propósito de su participación en la Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo.

"Si tomamos en cuenta que hay casi seis millones de desplazados internos a quienes les han quitado las tierras y han marginado, la existencia de grupos parapoliciales y paramilitares, así como el narcotráfico, hay entonces una diversidad de problemas por resolver, pero con la participación de todos", puntualizó.

Esquivel considera que el pueblo no puede ser espectador, tiene que ser protagonista para solucionar sus problemas, dentro de los cuales sobresale, además y como un eje fundamental, la intervención del gobierno de los Estados Unidos en Colombia.

El premio Nobel investigó por más de dos años la situación de los indígenas y campesinos sobre todo en la región del Cauca, donde han sido y son víctimas de la persecución y la muerte.

AIRES NUEVOS EN LATINOAMÉRICA

El 19 de noviembre de 2012, las FARC-EP y el Gobierno de Colombia instalaron en La Habana una mesa de diálogo, con Cuba y Noruega como garantes, y Venezuela y Chile como países acompañantes.

Los insurgentes han manifestado estar animosos en este proceso y por su parte el presidente Santos ha dicho que se da en mejores condiciones que los anteriores, tanto a nivel de país como de región.

"Lógicamente la situación continental se está modificando, ningún país es estático, sufre cambios y transformaciones, por eso digo que es esperanzador por esta nueva situación continental", enfatizó el Nobel de la Paz.

"La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Mercado Común del Sur (Mercosur) y acuerdos regionales ofrecen una nueva visión, un aire fresco que se respira en el continente y que el presidente Santos está percibiendo", aseguró.

"Apoyo este acercamiento para una solución, pero quiero agregar algo: la paz no se regala porque es una conquista de los pueblos, en lo cultural, en lo político, en lo económico".

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