Edmundo García
Por fin Yoani Sánchez llegó a donde tenía que llegar: a la capital federal de los Estados Unidos, a Washington DC. Parece que el resto del viaje es una pantalla para hacer menos escandalosa su coronación por quienes pretenden ser el laboratorio central de la política mundial. Ayer en la mañana desembarcó al pie de la escalinata de uno de los edificios del Congreso de los Estados Unidos en un jeep negro Chevrolet SUV, con cristales oscuros y muy poca visibilidad al interior, como si se tratara de una jefa de estado. En Miami hay quienes creen que la transportaba el mismísimo servicio secreto y siguen comportándose con cautela, como si alguien de muy arriba hubiera orientado pasarle la mano y dejar de criticar a su elegida.
A la famosa bloguera la esperaba en la acera el representante Joe García con un ramillete de flores blancas entre las manos, la congresista Ileana Ros-Lehtinen con amplia sonrisa y el también congresista Mario Díaz-Balart. De ahí llevaron a la visitante a una salita para conversar en una mesa donde no había diez personas: los también congresistas Albio Sires, Kathy Castor y Debbie Wasserman Schultz (el Senador Bill Nelson cursó la invitación formal), el profesor y bloguero Ted Henken que servía como traductor. Y más allá un grupo de fotógrafos y periodistas sin otra misión que la de publicitar la visita de la bloguera.
Lo que hizo Yoani Sánchez en esa reunión supera cualquier noticia anterior del plattismo, el anexionismo y el entreguismo; entre contradicciones y mentiras que repite sin ningún tipo de escrúpulo, Yoani pidió a los congresistas norteamericanos apoyo para hacer cambios en Cuba; y dijo que quería más democracia para Cuba, que es la forma en que llama a la implantación de un gobierno del gusto de quienes la escuchaban. Yoani dijo que apoya el contacto pueblo a pueblo, entre el pueblo norteamericano y el pueblo cubano, pero, ¿a qué parte del pueblo cubano se refiere? ¿A esos pocos que la acompañan a las reuniones en la SINA o a los millones que cada día participan en los cambios que se dan en la Cuba real que ella mira de lejos desde la ventana de un edificio de La Habana? Yoani, quien dice que cree en la democracia, se cuestionó en Washington dos decisiones tomadas por tribunales de su país en procesos reconocidos como justos por los implicados: la sanción al ciudadano español Ángel Carromero por provocar el accidente donde murieron los cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero; y la sanción al contratista norteamericano Alan Gross por realizar actividades subversivas penalizadas en la ley cubana. Yoani dijo que Alan Gross había ido a Cuba por solidaridad, cuando la propia empresa que le contrató, la DAI, ha mostrado documentos ante autoridades judiciales norteamericanas sobre los casi 600 mil dólares que habían quedado en pagar a Gross por sus actividades en Cuba. Si en lenguaje de la filóloga esto es “solidaridad”, que venga Noam Chomsky y lo explique.
Yoani miente ante los congresistas norteamericanos, que de paso se mienten entre ellos mismos; y también cae en contradicciones escandalosas. Por un lado le asegura a sus señores que tiene muchos seguidores en Cuba, e inmediatamente se desdice agregando que si todos esos seguidores hubieran viajado con ella acaso alcanzarían a llenar la sala donde estaban, que rebosaría con cuatro gatos más. Yoani dice que con las nuevas tecnologías ha logrado cambiar cosas, pero por otro lado confiesa que sabe que con un blog y un teléfono no se puede construir una “democracia”, ni se puede tumbar un gobierno. ¿Es que acaso Yoani está pidiendo a estos congresistas que den pasos para otro tipo de acciones que vayan más allá del blog? ¿Quiere Yoani que los aviones y los fusiles extranjeros ayuden a lograr lo que ella sabe que no podrá lograr con videos en la sala de su casa, viajes de lujo alrededor del mundo y hospedaje en hoteles de cinco estrellas con agenda de dignataria extranjera?
Después de concluir la reunión los congresistas Joe García, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Diaz-Balart y Yoani Sánchez, ofrecieron una conferencia de prensa ante un grupo de periodistas, algunos de ellos llegados desde Miami. En dicha conferencia Joe García calificó a Yoani como “nuestra héroe”; resultó curioso que en tono de broma el propio Joe alertara a Yoani sobre la presencia de funcionarios de la USAID entre el público, a quienes señaló como quienes daban la “ayuda”. Comentando el caso de Gross, la bloguera dijo que si ellos arriesgaban su piel dentro de Cuba la comunidad internacional tenía que arriesgarse también si quería ver un cambio de régimen. En cuanto a lo publicado por The Washington Post como “confesiones” de Carromero, Yoani dijo: “en torno a Carromero no me ha sorprendido, era una confesión largamente esperada, es necesario que se haga una investigación internacional y tenemos urgencia de que eso ocurra”. Creo que a quien primero tendría que convencer Yoani es al canciller español García Margallo, quien ha dicho reiteradamente que ni su gobierno ni los diplomáticos españoles en Cuba tienen otras evidencias que las presentadas en el debido proceso. García Margallo confirmó que si Carromero tiene otras pruebas pues debe ir a una corte y no al gobierno ni al partido. Como ha hecho en todas sus comparecencias, Yoani misma se desdijo y reconoció que era casi imposible que pudieran presentarse pruebas contra lo que manifiestó formalmente, y expresó que no confiaba en que aparecieran testigos para cuestionar el juicio. Y en eso lleva razón, porque no los hay. En esta conferencia de prensa Yoani dijo haber sentido el dolor de quienes en el 2003 fueron apresados en Cuba como parte de la llamada “primavera negra”; sin embargo no dijo, y ningún periodista presente le recordó, que en ese mismo año ella estaba disfrutando la dulce vida en Suiza y quizás hasta recibiendo entrenamiento para todo lo que hace ahora.
En lugar de reconocer que es gracias a la reforma migratoria implementada por el gobierno cubano que ella y otros amigos suyos han podido emprender esos cómodos, expeditos y pagados viajes, sin ningún problema de visado, Yoani se dedica a tensar el ambiente declarando que se pretenden tomar represalias contra ella. Yoani dijo en México en la reunión de la SIP, la misma que le paga 6 mil dólares mensuales, que piensa violar la ley cuando regrese a Cuba y que no le importa hacerlo. Ha prometido que va a crear un medio de comunicación que no es legal, que la ley de su país no permite. Ella es totalmente consciente de eso. Y le vuelve a echar leña al fuego ahora en Washington diciendo que ella no se va a quedar a vivir fuera de Cuba, cuando nadie le ha dicho u obligado a tal cosa. ¿Es que acaso los jefes le han pedido a Yoani que consiga una condena? ¿Es que la nueva parte del plan requiere de un pretexto para pasar a acciones de fuerza contra Cuba? Las contradicciones y mentiras de Yoani no son tan ingenuas. No por gusto estoy alertando sobre estas cosas; el artículo de Juan Carlos Chávez en El Nuevo Herald de ayer martes 19 de marzo dice que hoy Yoani Sánchez tendrá algunas reuniones muy importantes en Washington DC, y cito: Yoani continuará el miércoles 20 de marzo “su agenda de actividades que incluye una reunión de alto nivel con el senador republicano Marco Rubio y un encuentro con funcionarios del Departamento de Estado”. Es algo a lo que no se le ha prestado mucha atención pero resulta curioso, tanto por lo que pueda contener la agenda de Yoani en Washington, como la agenda que en Washington se le dicte a Yoani Sánchez para llevar a La Habana.
No es posible seguir con el engaño, el blog de Yoani Sánchez no sale de la necesidad de escribir de una humilde filóloga. Como expliqué en el programa La Tarde se Mueve del pasado lunes 18 (lo puede escuchar aquí: http://latardesemueve.com/grabaciones), el blog Generación Y y otros blogs anti cubanos surgieron como parte de una cuidadosa estrategia elaborada por la USAID, la SINA y otros departamentos y agencias norteamericanas para provocar un cambio de gobierno en Cuba al estilo de las llamadas “primaveras árabes”. ¿Quién es mi fuente, en qué me baso para hacer esta afirmación? Pues les digo que ni en la Mesa Redonda, ni en el noticiero de la televisión cubana, ni en el periódico Granma; para decirles que el blog de Yoani y la propia Yoani es un invento de los enemigos de Cuba me estoy basando en un informe del GAO, la U.S. Government Accountability Office, que es una dependencia oficial norteamericana para el control de la responsabilidad en el funcionamiento de otros departamentos de gobierno. Es un informe público que todos pueden leer aquí (http://www.gao.gov/products/GAO-13-285); sobre el que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ya ha asumido una posición que también comentamos en La Tarde se Mueve. (http://www.cubaminrex.cu/es/oficina-de-auditoria-del-gobierno-de-eeuu-analiza-programas-encubiertos-del-departamento-de-estado-y)
Pero les voy a dar otro dato: ¿Saben quién solicitó ese informe? ¿Saben quién quería que le dijeran qué estaba pasando con esos proyectos para “democratizar” a Cuba que van por más de 205 millones de dólares derrochados sin lograr nada? Pues el Senador John Kerry, que en aquel momento era el Jefe de Relaciones Exteriores del Senado y es hoy el Secretario de Estado. Ese informe revela que los famosos programas para fomentar una llamada “democracia” en Cuba incluyen la creación de blogs y el uso general de internet para promover una subversión más enmascarada. El blog de Yoani aparece en el año 2007, que está contemplado en el informe del GAO. Su blog Generación Y es un sitio premiado sucesivamente en los años posteriores con una dotación de más de un cuarto de millón de dólares. Una inversión inútil, como todo este caro y largo viaje de la bloguera.
Yoani vendrá a Miami a principios de abril y Miami le prepara su sorpresa. Aunque han sido maniatados muchos de sus críticos por mandato superior, si se decide a dar una conferencia de prensa realmente democrática y no solo con quienes están a su favor, le podrían caer algunas preguntas. Como estas dos:
-¿Qué piensa Yoani, sin ironía, de la libertad de Los Cinco?
-¿Qué piensa Yoani, sin ironía, de que el terrorista Luis Posada Carriles se pasee a sus anchas por la ciudad de Miami?
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