A las 3:10 p.m. del día 4 de marzo de 1960, una terrible explosión sacudió .a la capital cubana. Poco a poco la ciudad supo la causa de aquel hecho: había estallado en el puerto habanero el buque francés La Coubre, que procedente de Amberes, Bélgica, descargaba desde el día anterior, en el antiguo muelle de la Pan American Docks, armas destinadas a la defensa de la naciente revolución. Trece minutos después se produjo una segunda explosión, que cobró numerosas vidas entre las personas que acudieron a rescatar a las víctimas.
Más de 50 años después; el gobierno de Estados Unidos continúa sin desclasificar la información que arrojaría la verdad acerca de la voladura del vapor La Coubre, pero todas las evidencias indican que tras fracasar los intentos para cancelar la venta de ese armamento que Bélgica ya había vendido al dictador Fulgencio Batista, agentes al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, colocaron un moderno artefacto explosivo entre las cajas de granadas antitanques, el cual se activó al momento de retirar la carga situada sobre él. Este hizo estallar parte de las 1 492 cajas de granadas y municiones que conducía el buque.
Un centenar de muertos, horriblemente mutilados, y cientos de heridos graves, algunos con secuelas para toda la vida, fue el macabro resultado de aquel criminal acto de terrorismo. Al día siguiente, 5 de marzo, una impresionante multitud, conmovida e indignada, acompañó el sepelio. El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al despedir el duelo, expresó el sentir de todos los cubanos al denunciar a los autores del crimen y ratificar la decisión inquebrantable de continuar adelante con la Revolución, por grandes que fueran los peligros y las dificultades.
A la vista de poco más de medio siglo, al pueblo cubano le indigna la desfachatez del gobierno norteamericano que mientras continúa enfrascado en destruir la Revolución Cubana por todos los medios, y para ello acudió hasta a acciones deleznables como la voladura de este barco mercante, increíblemente incluye a Cuba en su lista de países promotores del terrorismo e impide la libertad de Cinco Héroes injustamente condenados en cortes norteamericanas por luchar contra el terrorismo.
Allí, ante los hermanos caídos, el Líder de la Revolución enarboló por primera vez la consigna que sigue expresando la voluntad del pueblo cubano de resistir en su lucha independentista frente al imperio: "Patria o Muerte".
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