segunda-feira, 4 de março de 2013

Las pruebas del homicidio de Oswaldo Payá y Harold Cepero


 Rosa María Payá antes de salir de Cuba


En esos días, Rosa María Payá hija de Oswaldo Payá y otra beneficiada por la reciente reforma migratoria cubana, está de visita en España y ha hecho declaraciones esenciales para la solución del fallecimiento de su padre y del otro ciudadano cubano, Harold Cepero. En particular, Rosa María ha llevado lo que ella define tres hechos que finalmente demuestran que el accidente de tráfico en el que murieron Payá y Cepero, el pasado 22 de julio (2012), fue deliberadamente provocado por otro coche que los embistió. Tras meses de especulaciones y manipulaciones, parece que finalmente se va a resolver el misterio.

PRUEBA NÚMERO UNO: CARROMERO EL CONFUSO

El pasado 18 de febrero, Rosa María, en Madrid, se entrevistó privadamente con Ángel Carromero, el ciudadano español que conducía el vehículo en que viajaban Payá, Cepero y el ciudadano sueco Aron Modig, y que fue sentenciado en Cuba a 4 años de privación de libertad por homicidio imprudente y luego trasladado a España para cumplir su condena.

Inexplicablemente, Carromero -quien todavía permenece en una condición de no completa libertad por la citada sentencia de condena- no ha hecho declaraciones públicas sobre el hecho y prefiere ser castigado por un crimen que no cometió.

Además habría que preguntarse cuánto vale la palabra de Carromero -quien recordemos viajó a Cuba con el objetivo que otorgar dinero a un grupo ilegal con el propósito de provocar un cambio de régimen político en la Isla violando así las leyes cubanas- ahora que tiene la oportunidad de levantar un gigantesco acto de acusación contra el mismo gobierno que quería contribuir a derrocar.

PRUEBA NÚMERO DOS: LA SEGURIDAD DEL ESTADO MÁS TORPE DEL MUNDO


Uno de los argumentos más fuerte de esta hipótesis de complot es el hecho de que el bloguero Yohandry Fontana, identificado por los llamados disidentes como la Seguridad del Estado, la mañana del fallecimiento de Payá ublicó este mensaje evidentemente irónico: “Owaldo Payá está de vacaciones para Varadero. Este negocio de la disidencia en Cuba es un relajo. No dejaron guardia en twitter”.

En primer lugar haría que preguntarse donde está la evidencia de que esa frase sea relacionable con lo ocurrido horas después, ya que Yohandry hablaba, como suele hacer con otros llamados disidentes, de como estas personas disfrutaban el verano cubano en las playas.

En segundo lugar, lo que es más importante en ese caso, suponiendo de que se haya tratado de un homicidio y que el Yohandry es de la Seguridad del Estado, ¿hasta que punto sería -en ese caso- ineficiente e incompetente la inteligencia cubana que publicaría un mensaje como ese, horas antes de mandar a matar a un disidente?

PRUEBA NÚMERO TRES: MENSAJES ESCRITOS POR UNA COMPUTADORA IGNORANTE


La tercera y más importante prueba es el mensaje de texto que Carromero -minutos después del accidente- envió a un amigo en España y que debería demostrar que fueron rodeados de militares, avalando la tesis del complot.

El problema es que hasta el momento el mensaje que debería resultar un hecho, según las palabras de Rosa María, aparece como un evidente fraude, salvo considerar que el servidor haya utilizado un ordenador tan ignorante para enviar un mensaje automático al amigo de Carromero, tan ignorante de no saber que la palabra móvil lleva tilde, tan ignorante de no saber 22 y jul deben separarse o que entre jul y mientras no se ponen dos espacios consecutivos.

ACLARACIONES FINALES

Hay que recordar que tampoco el sueco Modig ha rectificado su originaria versión de los hechos y, sobre todo, hay que evidenciar que la familia de Payá nunca ha presentado una denuncia formal frente a las autoridades jurídicas cubanas sobre sus sospechas y ha directamente pedido una llamada investigación internacional y por eso, durante el proceso contra Carromero, nunca se ha hablado de esas cuestiones.

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