Julio Martínez Molina
CIENFUEGOS.— En esta provincia continúa sin reportarse muerte materna, elemento elocuente de los notables indicadores mantenidos por el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI).
Más de 300 gestantes de alto riesgo obstétrico se encuentran en hogares maternos o en régimen de ingreso domiciliario.
Ello —conseguido en los ocho municipios a lo largo del 2012— resulta posible, en buena medida, gracias a la pericia de los doctores, quienes en varias ocasiones debieron sortear casos muy complicados como el de la paciente de 42 años María Teresa Fernández, operada tres veces en 24 horas al iniciar el 2013.
Yanay Hurtado, quinceañera grávida, a quien salvaron hace escasos días de este mes de enero de una sepsis grave derivada de un embarazo tóxico-obstructivo-compresivo, constituye otro de los numerosos ejemplos de verdaderas hazañas médicas.
Se observa reducción de la tasa de bajo peso al nacer; así como mayor solidez del paquete de medidas a seguir, en tanto parte del seguimiento médico estricto de las gestantes desde las primeras semanas de embarazo.
A las 18 semanas es practicado un ultrasonido transvaginal, con la intención de prevenir partos precoces. Más de 300 gestantes de alto riesgo obstétrico se encuentran en hogares maternos o en régimen de ingreso domiciliario.
Las autoridades del PAMI aquí insisten en la importancia de evitar partos antes de la semana 28; a tales efectos guardan vigilancia sobre las posibles incidencias y combaten las sepsis vaginales y urinarias, causas más frecuentes del fenómeno.
Una tasa de 3,9 por cada mil nacidos vivos a escala provincial se añade al halagüeño dato.
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