segunda-feira, 7 de maio de 2012

El atentado terrorista de Coral Gable: Ros-Lehtinen tan callada como el FBI


JEAN-GUY ALLARD

 Publicada en Fanal Cubano
Si se podía prever que el FBI iba a dilatar su investigación sobre el atentado contra la agencia de viajes Airline Brokers, ocurrida el día del aniversario de la muerte de Orlando Bosch, podría sorprender que la congresista Ileana Ros-Lehtinen, conocida por su histeria, no dijo ni una palabra sobre el tema; salvo si se considera que está tan ligada al terrorismo contra Cuba que se ganó un escaño en Washington gracias a Bosch y aceptó presidir un comité de apoyo a Luis Posada Carriles.

La relación de la bruja del Capitolio con la mafia terrorista cubanoamericana “la condena” a callarse la boca.

El silencio del Buró Federal de Investigaciones (FBI) no tiene por qué sorprender. El FBI del sur de la Florida tiene una larga tradición de colaboración con la mafia cubanoamericana ilustrada por su agente de elite George Kyszinski — quien entregó a Posada Carriles, el 24 de marzo de 1986, el informe secreto de una investigación sobre sus actividades de narcotraficante en El Salvador—, además de la destrucción en agosto del 2003 del expediente de ese mismo personaje, guardado en la caja fuerte del FBI de Miami, cuando la justicia panameña se lo reclamaba.

Los terroristas de Miami "no son una prioridad" para el FBI, afirmaba hace unos años Judy Orihuela, portavoz del FBI en Miami, en una entrevista publicada por el Sun-Sentinel, y todo indica que el actual jefe de la oficina local, John Gillies, nacido en Chicago, la ciudad del mítico gángster Al Capone, se alineó con esa misma orientación.

NADA apareció en la prensa local que pudiera indicar alguna evolución de la investigación de la policía federal en este caso de terrorismo dirigido contra Airline Brokers, una empresa que contrató la Arquidiócesis de Miami para el transporte de 300 personas del sur de la Florida a la Isla a finales de marzo, para la visita papal a Cuba.

Más sospechoso aún, en el caso de este incendio fulgurante que transformó las oficinas de la firma en ceniza en cuestión de minutos, aunque se dijo que había sido deliberado y que los perros adiestrados detectaron olor a combustible, ningún órgano de prensa hizo referencia a un acto de terrorismo. Ni se pronunció una palabra, de la misma forma que en Miami no se reconoce el pasado terrorista de Posada Carriles, un agente de la CIA protegido desde las más altas esferas de Washington por elementos mafiosos asociados a los servicios de Inteligencia.

En cuanto a la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, eminencia del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, su relación sulfurosa con la mafia terrorista cubanoamericana la condena a callarse la boca.


  El artículo completo en Granma:  http://www.granma.co.cu/2012/05/07/interna/artic02.html


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