sábado, 25 de maio de 2013

MEDICOS A BRASIL: GOL EN PUERTA PROPIA


Jorge Gómez Barata

En un círculo donde se comentaba el proyecto de contratar médicos cubanos para labor en zonas rurales de Brasil, un circunstante aludió la declaración de Geraldo Ferreira Filho, presidente de la Federación Nacional Médica Brasileña acerca de que: “…La importación de médicos de “bajo costo” no es la solución…” Otro de los presentes comentó: “Con el salario de cinco estrellas del futbol brasileño se financiaría la contratación de los galenos cubanos por un año”.

Me parece ─dije otro─ que se están mezclando vacas con caballos y recordó una historia ─según él─ contada por Luis Buñuel de cuando el rey cesanteó a los cortesanos, incluyendo al médico. ¿Qué hará usted doctor? Preguntó angustiado el chambelán copero. Nada que no sea esperar ─respondió el galeno─. Por decreto el rey puede hacer cientos de condes y duques, el papa ordenar sacerdotes y crear cardenales, pero ninguno puede hacer un médico. ¡Son límites del poder!

Es exactamente lo que ocurre con Brasil y otros países que, bendecidos por la naturaleza, aceptablemente administrados por algunos de sus gobernantes y favorecidos por coyunturas propicias, debutan como potencias emergentes a las cuales el dinero y los recursos no les basta para resolver a la vez todos los problemas sociales acumulados, algunos de los cuales, como es el caso de la salud no pueden esperar.

El problema de Brasil no es sólo que tenga un déficit de 54 000 médicos y que formarlos le tomaría años, sino que no puede asegurar que una vez titulados se resignen a prestar servicios en aéreas rurales y lugares remotos. La inmensa mayoría desean trabajar en áreas urbanas y prefieren las especialidades mejor remuneradas. Según el Ministro de Salud en el más reciente concurso realizado para cubrir 13 000 plazas en zonas apartadas, sólo lograron atraer a 3 800 profesionales.

El rechazo a la contratación de médicos de otros países, no es social ni profesional y ni siquiera gremial, es elitista, mercantil e inhumano. No se trata de un repudio gratuito a los cubanos sino de una actitud de desdén hacía los pobres de su tierra. Al declinar por intereses mezquinos la colaboración cubana, los burócratas de la Federación Médica de Brasil pueden estar anotando un gol…en puerta propia. Allá nos vemos.

La Habana, 24 de mayo de 2013

Tomado de Moncada

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