México se relanza, Brasil prosigue su línea
LA HABANA. Sin ponerse de acuerdo, cada uno con sus peculiaridades, visión política e intereses, Brasil y México avanzan hacia Cuba. Los brasileños casi se han anotado nacionalidad marieleña gracias a la gigantesca inversión en el puerto del Mariel (también administran la fábrica de azúcar 5 de septiembre en la provincia de Cienfuegos), mientras negocian invertir en otros sectores; y México, que se apresta a relanzar con ímpetu sus relaciones comerciales con la isla –para lo que han comenzado por condonar el 70 por ciento de los 500 millones de la deuda cubana.
Curioso. Se trata de dos gobiernos de América Latina a los que se les atribuye posiciones político-ideológicas diferentes entre sí. El Brasil del PT, Lula y la Rousseff, tiene una sensibilidad especial, llámensele afinidades sociopolíticas con Cuba, y se trata de la nueva gran potencia. “El hermano mayor”, la llamó el presidente Raúl Castro en cierta oportunidad.
Que la Rousseff haya continuado, robustecido y ampliado la política de Lula hacia La Habana, se encuentre con el presidente Castro (Raúl) y el líder cubano, Fidel, es normal. Ella es otra historia. Viene de los tiempos duros de la guerrilla antidictatorial en su país y llegó a la presidencia con el PT y de la mano del líder obrero Lula, quien avisoró lo que es hoy la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un empeño de integración, defensa de la soberanía, colaboración y esfuerzo por una más justa distribución de la riqueza.
No debo callar que Brasil se sabe Brasil, la potencia emergente y un fuerte competidor en la zona con los EEUU a cuyos intereses parece, –subrayo parece–, estarle trazando una raya límite: precisamente el meridiano Cuba. Pase lo que pase en la isla: hands off. Vedado: tierra latinoamericana-caribeña. Invertir, colaborar, sí; intervenir no. Patria Grande, asunto nuestro, un nuestro que incluye a toda la región del Río Grande a la Patagônia.
Por su parte, México, muy cerca en la historia y en la geografía, y tanto que si exagero diría que en las noches claras, desde el Cabo de San Antonio puede escucharse la música de Cancún. Y ahora, bajo la presidencia de Peña Nieto y su partido, el PRI, mantiene un sólido compromiso con Washington –que lo anuda a Canadá mediante el TLCAN–, pero llega a La Habana, participa en la Cumbre de la CELAC, habla con Castro, Raúl, el presidente, con Castro, Fidel, el líder, y anuncia que reimpulsará las relaciones con La Habana.
Siempre hay filtraciones por descuidos y otras a propósito. Antes de la Cumbre de la CELAC escuché de fuentes serias que el reimpulso venía y respondía a intereses de empresarios e inversores empeñados desde tiempo ha en convertir la música que desde Cancún se escucha en el extremo occidental de la isla, en sonido de monedas para ambos países y sociedades.
No tuvo que pasar el tiempo ni el águila sobre el mar para que confirmara mi información: la noticia ya está.
Jaime Torres Escuen, presidente del Comité Empresarial México-Cuba del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), declaró al diario La Jornada que una delegación de empresarios mexicanos visitará la isla próximamente “para reposicionar a México en Cuba luego de la estrepitosa caída que registró el intercambio comercial bilateral en los 12 años de gobiernos panistas (Partido Acción Nacional PA) panistas y en cuyo mercado tiene mayor participación Venezuela, China y ahora hasta Brasil”.
Al frente de la comitiva viajará Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, y según La jornada la visita se efectuará durante el mes en curso. Los proyectos y exploraciones no se circunscriben a PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas, también incluidas), en la mirilla están sectores como el petróleo, metalúrgica, industria farmacéutica y turismo.
¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué este arropamiento a Cuba? ¿Por qué negociar con la “isla maldita”?
La Habana, a su ritmo, con cautela y por etapas, está realizando una serie de reformas económicas que van impactando en el tejido social, en las actitudes de los ciudadanos, en la escala de valores. Ya no es una realidad estática sino un movimiento que abre oportunidades, insisto, paulatinamente, a la inversión extranjera; también a los nacionales.
Cuba ha ido renegociando sus deudas; le han condonado gran parte de otras (a Rusia solo debe unos 3,200 millones de USDa pagar en 10 años) y se encamina a la unificación de la moneda cuyas consecuencias, entre otras, clarifica sus propias cuentas y brinda seguridades a los inversores, así como exención de impuestos, especialmente en la Zona de Desarrollo del Mariel. Los recursos naturales, mal explotados, carentes de mercado y del imprescindible know how, la hacen apetecible, máxime teniendo en cuenta la alta capacitación de la fuerza laboral técnico-científica de un elevado por ciento de su fuerza laboral.
El conjunto de América Latina aprecia como injusto y también como ineficiente el aislamiento y cerco al que ha sido sometida durante decenios por parte de los gobiernos de EEUU. Ya no son raros los diplomáticos que, en baja voz, comentan un graffiti escrito en los muros de la política: “el embargo (bloqueo) los ha embargado” (a EEUU) y hasta “justifican” los acercamientos a la isla de sus países respectivos como una vía de sacarnos del atolladero (me consta personalmente).
Llamativo: el propio presidente Obama ya arribó a la misma conclusión. El diseño de Washington no ha resultado y llamó a ser creativos. Aunque hasta ahora quedó en las declaraciones, y se guardó en el bolsillo el llamado a la imaginación fecunda.
Evidentemente hay de todo sobre el tablero de la Llave del Golfo, pero es inobjetable que Latinoamérica y el Caribe apuestan por el pleno reconocimiento a La Habana y por acompañarla en el proceso de transformaciones. Unos respetando cómo se desarrolle la dinámica propia interna de la relación pueblo-gobierno y la de los intereses emergentes en su interior; otros para intentar incidir en la misma.
En definitiva: Cuba y el gobierno del presidente Raúl Castro, duélale a quien le duela, emergió fortalecido de la Cumbre de la CELAC y ha puesto en interrogante la realización plena de la Cumbre de las Américas programada para el venidero 2015.
Tomado de Progreso Semanal
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