Ecuador-Comicios: ¿Ajenos a la Chevron?

Escrito por  Nicanor León Cotayo, especial para Cubasí

Las elecciones locales realizadas este domingo en Ecuador brindaron a la gobernante Alianza País el mayor número de votos a escala nacional.

 

 

Luego de esos comicios en los distritos ganaron nueve de las 24 provincias que componen el territorio de la nación.

Sin embargo, no se impuso en las tres ciudades más importantes del país: Quito (la capital), Guayaquil, (el bastión económico) y Cuenca.

Frente a ello, el presidente Rafael Correa agradeció el apoyo de millones de ecuatorianos a su organización y llamó a un profundo análisis crítico en su seno.

También planteó: Antes de la Revolución Ciudadana en 10 años hubo siete presidentes y teníamos quizás la peor democracia de América Latina.

Sin embargo, puntualizó el mandatario, ahora tenemos una de las mejores, al menos en lo que a estabilidad y elecciones se refiere.

Sobre los comicios de este domingo aseveró: «Quito es un importante revés para la Revolución Ciudadana porque tiene que ver mucho con la estabilidad. Esto nos tiene que llevar a reflexionar sobre qué errores cometió la alcaldía, la campaña y Alianza País».

Pero a continuación añadió: «Qué bueno que tengamos estos sacudiones, qué pena que hayamos perdido Quito, una ciudad tan querida».

También alertó que, posiblemente, estaban cayendo en sectarismos y durmiendo sobre los laureles, y eso, dijo, «es el más grave peligro para un revolucionario».

Aclaró que medios de prensa hablan de una derrota porque perdimos algunas ciudades, un desprecio al resto del país, y «no vamos a caer en ese error».

Junto a lo dicho es indispensable mencionar dos eslabones fundamentales:

El complot regional de la Casa Blanca y las graves desavenencias entre Correa y la Chevron.

De ahí que el pasado cuatro de febrero un cable de EFE divulgó que, en diálogo con reporteros, el Presidente denunció que esa corporación petrolera «está metiendo sus manos en las elecciones» de Ecuador.

Agregó no extrañarle que la «mano sucia» de Chevron esté en todos lados, «incluso en campañas electorales multimillonarias de grupos de la oposición».

Meses atrás se había convertido en un símbolo la imagen de Correa en zonas de la Amazonia, con una de sus manos en alto, demostrando el nocivo efecto de ese tipo de contaminación.

Además, reveló las conexiones de un exjuez, Alberto Guerra, con esa petrolera estadounidense, a cuyo favor ha declarado en procesos judiciales.

Hace unos tres años, la corte ecuatoriana de Lago Agrio la sancionó a pagar 19 mil millones de dólares por los graves daños que entre 1964 y 1990 impuso a esa nación.

Chevron (luego Texaco) acusó a Ecuador de organizar «shows mediáticos», y trató de probarlo con los enormes perjuicios que Correa mostró en videos televisivos.

Bajo el nombre de Texaco, que operó en Ecuador desde 1962 hasta que Chevron la adquirió en 2001, según revelaciones, derramó 80 000 toneladas de residuos tóxicos en la selva amazónica.

Esos antecedentes hacen, como mínimo, dudar que el proceso electoral finalizado el domingo en Ecuador no haya sido generosamente salpicado por millones de dólares con fuerte aroma petrolero.