Escrito por Gregorio Salas Ribas / Martes, 18 de Febrero de 2014 10:54
Leopoldo López y Yoani Sánchez en Forum 2000, Praga |
Esta vez los rufianes no se reunieron para hacer una Penchicarda, aquel viejo truco donde, después de comer o cenar, revuelven una pendencia para irse sin pagar la cuenta de la frugal comelata. Tampoco han hecho una nueva Taifa o reunión de honorables maleantes, como aquella que los reunió durante la realización de la XVII versión del Forum 2000, en la vieja Praga, allá por septiembre del 2013, donde se encontraron tan ávidos de protagonismo como sórdidas malas intenciones, nada menos que el señorito Leopoldo López, coordinador nacional del derechista Voluntad Popular, con sus pares cubanos en eso de fabricar provocaciones y crear desórdenes bajo la dudosa bandera de la falsa democracia. De esta forma Yoani Sánchez, Manuel Cuesta Morúa, Antonio G. Rodiles, coordinador del proyecto Estado de SATS, Julio Aleaga, y Dagoberto Valdés, disfrazados de una trastrocada sociedad civil cubana, pactaron con los escuálidos adoloridos un remedo de pacto para derrumbar la obra de sus pueblos y retrotraer los logros históricos cosechados por sus pueblos en una indetenible andanada revolucionaria.
El acuerdo de marras, creado en un restaurante de Praga y dado a conocer el 17 de septiembre de 2013, decía en uno de sus párrafos, bajo la ulterior complacencia de sus tutores de People in Need, CADAL y la Fundación Václav Havel: “Nosotros, demócratas de Cuba y Venezuela, nos comprometemos en la construcción democrática en nuestros países. (…) Decidimos, desde el respeto a la soberanía, establecer cooperación y solidaridad mutua para apoyar la construcción democrática. (…) Para construir la democracia optamos por participar en todos los espacios, construir redes de movimientos y organizaciones de base, promover el comportamiento cívico y la lucha no violenta.”
El acuerdo de marras, creado en un restaurante de Praga y dado a conocer el 17 de septiembre de 2013, decía en uno de sus párrafos, bajo la ulterior complacencia de sus tutores de People in Need, CADAL y la Fundación Václav Havel: “Nosotros, demócratas de Cuba y Venezuela, nos comprometemos en la construcción democrática en nuestros países. (…) Decidimos, desde el respeto a la soberanía, establecer cooperación y solidaridad mutua para apoyar la construcción democrática. (…) Para construir la democracia optamos por participar en todos los espacios, construir redes de movimientos y organizaciones de base, promover el comportamiento cívico y la lucha no violenta.”
Mucho bombo y platillo le dieron mediáticamente a tal unión, sostenida en el discurso político anticubano y anti bolivariano, así como en el más espurio sentimiento de dependencia a quien, desde el norte frío y ambicioso, les proveía con pingües ganancias los bolsillos.
Todo se amasó aquella vez entre estos delincuentes disfrazados de patriotismo dudoso y la coordinación de acciones desestabilizadoras se puso en marcha, esperando el momento oportuno para hacerse evidente en los últimos acontecimientos que tienen lugar en Venezuela. El asunto de “construir democracias” por cualquier medio estaba sobre el tapete del discurso subversivo y la cosa era ahora coser y cantar. La forma de lograrlo era una suerte de internacional prodemocrática en esta tierra americana, para ellos, abundante de caudillos, populismos y líderes mesiánicos.
Leopoldo López salió satisfecho del evento, reforzada su imagen ante su propia Voluntad Popular y sus socios de la MUD, así como el reconocimiento de la derecha internacional. Ahora le tocaba solamente esperar la ocasión oportuna para poner en práctica sus planes fascistas para llegar a lograr #LaMejorVenezuela, suerte de progrom criminal para acabar con sangre y frío revanchismo con aquellos que ultrajaron los sueños del oligarca poderoso y llevaron al pobre al poder. De hecho, este pacto unión no solo a personas, sino logró hacer confluir ideologías con puntos de convergencia como la tendencia fascistoide de la derecha venezolana con los afanes anexionistas de Antonio Rodiles y Yoani Sánchez.
La esperada ocasión, luego de ver frustrada conspiración tras conspiración, se dio cuando capitaneó junto a varios liderzuelos de la derecha venezolana como Antonio Ledezma, María Corina Machado y Henrique Capriles, con el apoyo solapado de fuerzas externas del paramilitarismo colombiano cercanas a Uribe, las procónsules de la embajada norteamericana y las organizaciones anti bolivarianas en el exterior, varios disturbios violentos en las calles venezolanas, expresión de un ideario fascista y de corte violento, cuya finalidad era no solo promover la desobediencia ciudadana, generar caos y victimizarse ante la opinión pública mundial. Otro de los objetivos de la proclamada “Salida” era aducir que la inexistente represión de las autoridades era generada desde Cuba.
Otro de los sujetos involucrados en la conjura anti bolivariana fue el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, vinculado al paramilitarismo y al narcotráfico, quien salió en defensa de la asonada fascista proponiendo recolectar un millón de firmas de apoyo, validando de esta forma su apego a la violencia desestabilizadora y al golpismo en Venezuela.
El nazi fascismo, convertido por Leopoldo López en acción abierta de clara expresión violenta, dirigida a sostener grupos de choque, saboteo de servicios públicos indispensables, generación de caos social e inestabilidad institucional, inseguridad y otras maneras de desobediencia civil, tienen un claro objetivo de crear condiciones para una apertura golpista contra el gobierno de Nicolás Maduro. Viejos experimentos golpistas empleados en otros escenarios con anterioridad, vuelven a cobrar vida en la Venezuela Bolivariana. Con estos mismos modelos desestabilizadores se procuró la creación del golpe de estado en Chile contra Salvador Allende, en septiembre de 1973.
Como se conoce, estudiantes manipulados por la oposición reaccionaria, organizaron varias jornadas de protestas en distintas ciudades cuyo colofón tuvo lugar el miércoles 12, cuando dejó un saldo de tres muertos y decenas de heridos. Durante las marchas, los manifestantes quemaron neumáticos, atacaron la sede del Ministerio Público en Caracas e incendiaron varios carros de los cuerpos policiales, por lo cual tuvieron que ser reprimidos. Fue un acto deliberado de violencia callejera y de irrespeto a la institucionalidad. Suerte de cambalache desenfrenado que cualquier nación no aceptaría.
La manipulación diseñada en el Pacto de Praga tuvo también su expresión en el montaje de un show mediático en el que se trata de remedar la supuesta represión en Cuba con el grupúsculo Damas de Blanco, cuando algunas mujeres se unieron a la protesta de derecha vistiendo de similar manera.
¿Quién mejor, entonces, que el sitio Martínoticias para divulgar un mensaje de Leopoldo López, enviado a la cuenta de Twitter del presidente Nicolás Maduro, donde se le acusa de esperar órdenes del gobierno cubano para arrestarlo?
Casi de inmediato, siguiendo lo establecido en el Pacto de Praga, sus cúmbilas cubanos hicieron suya la tarea de apoyar a López y su intentona golpista impostando varias matrices de opinión, entre las que han sobresalido:
● La suerte del pueblo cubano está en dependencia de la supervivencia del gobierno de Maduro, lo que predice un retorno al ya pasado Período Especial en la Isla.
● Los medios oficiales cubanos ocultan deliberadamente la “realidad” de los acontecimientos en Venezuela.
● La crítica ante la presencia de oficiales del MINFAR prestando colaboración en Venezuela, manido argumento urdido por organizaciones mafiosas anticubanas como la FNCA, el CLC, el CAMCO, la Brigada 2506 y el CID, entre otras, bajo el dudoso argumento de que su presencia viola la soberanía venezolana.
● Difundir la falacia de que las FAR de Cuba están movilizadas para intervenir en Venezuela, lo que ha sido promovido en las redes sociales, fundamentalmente en Twitter por varios cabecillas de grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba, como José Daniel Ferrer, liderzuelo de UNPACU. Al igual, otros, como Anyer Antonio Blanco, involucran falsamente a supuestos “agentes cubanos” en el enfrentamiento a la oleada fascista en Venezuela.
● La complacencia de los principales mercenarios cubanos con los sucesos en Venezuela se ha hecho evidente en sus declaraciones, tweets y convocatorias de apoyo a la intentona fascista de Leopoldo López. Pruebes existen muchas, como la expresión de apoyo del Capítulo Cubano de Solidaridad Democrática Latinoamericana, fundado a fines de año en Costa Rica, y formado por contrarrevolucionarios cubanos y de otras naciones latinoamericanas. La parte cubana del mismo se encuentra capitaneada por Antonio Rodiles y Julio Aleaga Pesant.
Otros elementos contrarrevolucionarios han sido entrevistados por el andamiaje mediático anticubano, manipulando la percepción solidaria de nuestro pueblo con la Revolución Bolivariana, como fueron los casos de un Arnoldo de la Cruz, presunto médico de Santiago de Cuba, así como Roberto Valdivia integrante del grupúsculo Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País, en Ciego de Ávila.
Como era de esperarse, Yoani Sánchez también salió en defensa de Leopoldo López y su experimento fascista en Venezuela, mediante la red Twitter, donde pretende impostar las mismas matrices de opinión usadas por el resto de la contrarrevolución, haciendo énfasis en dos cuestiones esenciales: la falta de información sobre los sucesos de Venezuela en la prensa oficial, manipular una inexistente represión en Cuba comparándola con la respuesta de las autoridades a la asonada fascista y deslegitimizando las protestas ocurridas en otros países latinoamericanos contra gobiernos de derecha. Sus Tweets evidencian esta postura:
Difícil entender manipulada información que da la prensa oficial de #Cuba sobre sucesos en #Venezuela Es un asco periodístico! #Vergüenza
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 14, 2014
#Venezuela mucho de lo que te ocurre tiene el sello inigualable de la Plaza de la Revolución de La #Habana Que pena me da!
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
#Cuba Si estudiantes protestan en #Chile, para #TV oficial cubana es logro ciudadano, si es en #Venezuela lo llama "fascismo" #DobleRasero
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
#Venezuela te quieren hacer lo mismo que le han hecho a #Cuba
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
La “solidaridad” de la contrarrevolución interna dentro de Cuba con las actuales acciones fascistas de la derecha venezolana tienen como objetivo derrocar al gobierno de Maduro, privar a Cuba de los vínculos con la Venezuela hermana y destruir el proceso integracionista que tiene lugar hoy en América Latina. En esencia, el aislamiento de Cuba y crear condiciones propicias para derrocar a la Revolución en la isla es el objetivo estratégico diseñado por la derecha venezolana y la contrarrevolución.
La cacareada no violencia esgrimida a diario por estas fuerzas desestabilizadoras, no tiene otro objetivo que crear condiciones para una solución violenta. Tal como se enfoca en el Plan de Acción Libertaria diseñado por Robert Alonso, y dado a conocer en Miami el pasado 19 de enero, la estrategia del éxito está en garantizar una intervención militar foránea, como respuesta internacional a una fabricada guerra civil o a procurar una implosión militar o golpe militar, involucrando a los estamentos armados en el derrocamiento de las instituciones gubernamentales.
Alonso reconoce la imposibilidad actual de generar una intervención militar foránea en Venezuela, aunque se parcializa por el desarrollo de una guerra civil, contando –aunque lo considere descabellado-, con abundante dinero proveniente del exterior y el empleo de combatientes foráneos paramilitares provenientes de países vecinos, como es el caso de Colombia. Sin embargo, su opción más posible es el involucrar a las fuerzas armadas y policiales en el PLAN golpista.
Robert Alonso, nacido en Cuba, hermano de María Conchita, quien residió en varios países como Escocia, Alemania, Venezuela y Estados Unidos, se ha dedicado a configurar escenarios para el derrocamiento de la Revolución Bolivariana. Vinculado a los grupos de línea dura y terroristas radicados en Miami y otras naciones, participó en actividades violentas contra Cuba y en planes desestabilizadores contra Venezuela, fundamentalmente mediante la creación del MRR y el montaje de guarimbas como factor de desestabilización.
Connotado terrorista, Robert Alonso estuvo comprometido con la introducción de los 150 paramilitares de Colombia y los ocultó en la finca Daktari, de su propiedad, con la misión de asesinar al difunto presidente Hugo Chávez. Ha estado involucrado en varias conspiraciones y mantiene fuertes vínculos con el uribismo paramilitar u grupos terroristas de origen cubano asentados en Miami y Nueva Jersey, así como a los principales personeros de la mafia cubano americana, así como con el ultraderechista senador John McCain, en cuya campaña presidencial participó.
Todos estos sujetos vinculados a la contrarrevolución cubana se han convertido en acérrimos defensores de los planes fascistas de Leopoldo López y, al hacerlo, han dejado a un lado su discurso no violento y mostrando su verdadera esencia a favor de la violencia y sus sueños de llevar a cabo, si alguna vez les es posible, un repetición de la noche de La Noche de los cuchillos largos para purgar de comunistas y revolucionarios, sin importar edades ni género, en Venezuela y Cuba.
Tomado de: http://percy-francisco.blogspot.com
Todo se amasó aquella vez entre estos delincuentes disfrazados de patriotismo dudoso y la coordinación de acciones desestabilizadoras se puso en marcha, esperando el momento oportuno para hacerse evidente en los últimos acontecimientos que tienen lugar en Venezuela. El asunto de “construir democracias” por cualquier medio estaba sobre el tapete del discurso subversivo y la cosa era ahora coser y cantar. La forma de lograrlo era una suerte de internacional prodemocrática en esta tierra americana, para ellos, abundante de caudillos, populismos y líderes mesiánicos.
Leopoldo López salió satisfecho del evento, reforzada su imagen ante su propia Voluntad Popular y sus socios de la MUD, así como el reconocimiento de la derecha internacional. Ahora le tocaba solamente esperar la ocasión oportuna para poner en práctica sus planes fascistas para llegar a lograr #LaMejorVenezuela, suerte de progrom criminal para acabar con sangre y frío revanchismo con aquellos que ultrajaron los sueños del oligarca poderoso y llevaron al pobre al poder. De hecho, este pacto unión no solo a personas, sino logró hacer confluir ideologías con puntos de convergencia como la tendencia fascistoide de la derecha venezolana con los afanes anexionistas de Antonio Rodiles y Yoani Sánchez.
La esperada ocasión, luego de ver frustrada conspiración tras conspiración, se dio cuando capitaneó junto a varios liderzuelos de la derecha venezolana como Antonio Ledezma, María Corina Machado y Henrique Capriles, con el apoyo solapado de fuerzas externas del paramilitarismo colombiano cercanas a Uribe, las procónsules de la embajada norteamericana y las organizaciones anti bolivarianas en el exterior, varios disturbios violentos en las calles venezolanas, expresión de un ideario fascista y de corte violento, cuya finalidad era no solo promover la desobediencia ciudadana, generar caos y victimizarse ante la opinión pública mundial. Otro de los objetivos de la proclamada “Salida” era aducir que la inexistente represión de las autoridades era generada desde Cuba.
Otro de los sujetos involucrados en la conjura anti bolivariana fue el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, vinculado al paramilitarismo y al narcotráfico, quien salió en defensa de la asonada fascista proponiendo recolectar un millón de firmas de apoyo, validando de esta forma su apego a la violencia desestabilizadora y al golpismo en Venezuela.
El nazi fascismo, convertido por Leopoldo López en acción abierta de clara expresión violenta, dirigida a sostener grupos de choque, saboteo de servicios públicos indispensables, generación de caos social e inestabilidad institucional, inseguridad y otras maneras de desobediencia civil, tienen un claro objetivo de crear condiciones para una apertura golpista contra el gobierno de Nicolás Maduro. Viejos experimentos golpistas empleados en otros escenarios con anterioridad, vuelven a cobrar vida en la Venezuela Bolivariana. Con estos mismos modelos desestabilizadores se procuró la creación del golpe de estado en Chile contra Salvador Allende, en septiembre de 1973.
Como se conoce, estudiantes manipulados por la oposición reaccionaria, organizaron varias jornadas de protestas en distintas ciudades cuyo colofón tuvo lugar el miércoles 12, cuando dejó un saldo de tres muertos y decenas de heridos. Durante las marchas, los manifestantes quemaron neumáticos, atacaron la sede del Ministerio Público en Caracas e incendiaron varios carros de los cuerpos policiales, por lo cual tuvieron que ser reprimidos. Fue un acto deliberado de violencia callejera y de irrespeto a la institucionalidad. Suerte de cambalache desenfrenado que cualquier nación no aceptaría.
La manipulación diseñada en el Pacto de Praga tuvo también su expresión en el montaje de un show mediático en el que se trata de remedar la supuesta represión en Cuba con el grupúsculo Damas de Blanco, cuando algunas mujeres se unieron a la protesta de derecha vistiendo de similar manera.
¿Quién mejor, entonces, que el sitio Martínoticias para divulgar un mensaje de Leopoldo López, enviado a la cuenta de Twitter del presidente Nicolás Maduro, donde se le acusa de esperar órdenes del gobierno cubano para arrestarlo?
Casi de inmediato, siguiendo lo establecido en el Pacto de Praga, sus cúmbilas cubanos hicieron suya la tarea de apoyar a López y su intentona golpista impostando varias matrices de opinión, entre las que han sobresalido:
● La suerte del pueblo cubano está en dependencia de la supervivencia del gobierno de Maduro, lo que predice un retorno al ya pasado Período Especial en la Isla.
● Los medios oficiales cubanos ocultan deliberadamente la “realidad” de los acontecimientos en Venezuela.
● La crítica ante la presencia de oficiales del MINFAR prestando colaboración en Venezuela, manido argumento urdido por organizaciones mafiosas anticubanas como la FNCA, el CLC, el CAMCO, la Brigada 2506 y el CID, entre otras, bajo el dudoso argumento de que su presencia viola la soberanía venezolana.
● Difundir la falacia de que las FAR de Cuba están movilizadas para intervenir en Venezuela, lo que ha sido promovido en las redes sociales, fundamentalmente en Twitter por varios cabecillas de grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba, como José Daniel Ferrer, liderzuelo de UNPACU. Al igual, otros, como Anyer Antonio Blanco, involucran falsamente a supuestos “agentes cubanos” en el enfrentamiento a la oleada fascista en Venezuela.
● La complacencia de los principales mercenarios cubanos con los sucesos en Venezuela se ha hecho evidente en sus declaraciones, tweets y convocatorias de apoyo a la intentona fascista de Leopoldo López. Pruebes existen muchas, como la expresión de apoyo del Capítulo Cubano de Solidaridad Democrática Latinoamericana, fundado a fines de año en Costa Rica, y formado por contrarrevolucionarios cubanos y de otras naciones latinoamericanas. La parte cubana del mismo se encuentra capitaneada por Antonio Rodiles y Julio Aleaga Pesant.
Otros elementos contrarrevolucionarios han sido entrevistados por el andamiaje mediático anticubano, manipulando la percepción solidaria de nuestro pueblo con la Revolución Bolivariana, como fueron los casos de un Arnoldo de la Cruz, presunto médico de Santiago de Cuba, así como Roberto Valdivia integrante del grupúsculo Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País, en Ciego de Ávila.
Como era de esperarse, Yoani Sánchez también salió en defensa de Leopoldo López y su experimento fascista en Venezuela, mediante la red Twitter, donde pretende impostar las mismas matrices de opinión usadas por el resto de la contrarrevolución, haciendo énfasis en dos cuestiones esenciales: la falta de información sobre los sucesos de Venezuela en la prensa oficial, manipular una inexistente represión en Cuba comparándola con la respuesta de las autoridades a la asonada fascista y deslegitimizando las protestas ocurridas en otros países latinoamericanos contra gobiernos de derecha. Sus Tweets evidencian esta postura:
Difícil entender manipulada información que da la prensa oficial de #Cuba sobre sucesos en #Venezuela Es un asco periodístico! #Vergüenza
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 14, 2014
#Venezuela mucho de lo que te ocurre tiene el sello inigualable de la Plaza de la Revolución de La #Habana Que pena me da!
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
#Cuba Si estudiantes protestan en #Chile, para #TV oficial cubana es logro ciudadano, si es en #Venezuela lo llama "fascismo" #DobleRasero
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
#Venezuela te quieren hacer lo mismo que le han hecho a #Cuba
— Yoani Sánchez (@yoanisanchez) February 15, 2014
La “solidaridad” de la contrarrevolución interna dentro de Cuba con las actuales acciones fascistas de la derecha venezolana tienen como objetivo derrocar al gobierno de Maduro, privar a Cuba de los vínculos con la Venezuela hermana y destruir el proceso integracionista que tiene lugar hoy en América Latina. En esencia, el aislamiento de Cuba y crear condiciones propicias para derrocar a la Revolución en la isla es el objetivo estratégico diseñado por la derecha venezolana y la contrarrevolución.
La cacareada no violencia esgrimida a diario por estas fuerzas desestabilizadoras, no tiene otro objetivo que crear condiciones para una solución violenta. Tal como se enfoca en el Plan de Acción Libertaria diseñado por Robert Alonso, y dado a conocer en Miami el pasado 19 de enero, la estrategia del éxito está en garantizar una intervención militar foránea, como respuesta internacional a una fabricada guerra civil o a procurar una implosión militar o golpe militar, involucrando a los estamentos armados en el derrocamiento de las instituciones gubernamentales.
Alonso reconoce la imposibilidad actual de generar una intervención militar foránea en Venezuela, aunque se parcializa por el desarrollo de una guerra civil, contando –aunque lo considere descabellado-, con abundante dinero proveniente del exterior y el empleo de combatientes foráneos paramilitares provenientes de países vecinos, como es el caso de Colombia. Sin embargo, su opción más posible es el involucrar a las fuerzas armadas y policiales en el PLAN golpista.
Robert Alonso, nacido en Cuba, hermano de María Conchita, quien residió en varios países como Escocia, Alemania, Venezuela y Estados Unidos, se ha dedicado a configurar escenarios para el derrocamiento de la Revolución Bolivariana. Vinculado a los grupos de línea dura y terroristas radicados en Miami y otras naciones, participó en actividades violentas contra Cuba y en planes desestabilizadores contra Venezuela, fundamentalmente mediante la creación del MRR y el montaje de guarimbas como factor de desestabilización.
Connotado terrorista, Robert Alonso estuvo comprometido con la introducción de los 150 paramilitares de Colombia y los ocultó en la finca Daktari, de su propiedad, con la misión de asesinar al difunto presidente Hugo Chávez. Ha estado involucrado en varias conspiraciones y mantiene fuertes vínculos con el uribismo paramilitar u grupos terroristas de origen cubano asentados en Miami y Nueva Jersey, así como a los principales personeros de la mafia cubano americana, así como con el ultraderechista senador John McCain, en cuya campaña presidencial participó.
Todos estos sujetos vinculados a la contrarrevolución cubana se han convertido en acérrimos defensores de los planes fascistas de Leopoldo López y, al hacerlo, han dejado a un lado su discurso no violento y mostrando su verdadera esencia a favor de la violencia y sus sueños de llevar a cabo, si alguna vez les es posible, un repetición de la noche de La Noche de los cuchillos largos para purgar de comunistas y revolucionarios, sin importar edades ni género, en Venezuela y Cuba.
Tomado de: http://percy-francisco.blogspot.com
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