segunda-feira, 15 de outubro de 2012

Latinoamérica: Crisis mundial empuja retorno de los emigrantes



Por Cira Rodríguez César*

La Habana (PL) La crisis económica en Europa, en particular en la Eurozona, provoca en estos momentos cambios en los flujos migratorios entre el Viejo Continente y América Latina y el Caribe, tal como ocurre con el retorno a sus países de origen de muchos latinoamericanos. Como es sabido, las migraciones se originan principalmente por razones económicas, de las cuales ambas partes (emisor y receptor) obtienen beneficios netos.

A los efectos de la crisis mundial, Latinoamérica resulta un destino atrayente con un crecimiento económico interesante, que atrae la migración de todos lados por la demanda de mano de obra especializada para sostener ese avance, a diferencia del retroceso que protagoniza Europa.

Durante la década de los 90, Argentina y Venezuela atrajeron a trabajadores extranjeros, pero ahora Brasil y Chile también se han convertido en imanes por su dinamismo económico.

Frente a ese panorama, el último estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) demostró que los flujos migratorios de la Unión Europea (UE) a América Latina crecieron marcadamente, mientras que en sentido opuesto disminuyó de forma pronunciada.

El portavoz de esa agencia radicada en Ginebra, Jean Philippe Chauzy, explicó que esos cambios se deben a la crisis de deuda soberana y del sistema bancario en la UE, particularmente en la Eurozona, en la cual se ven envueltos países como España e Italia, refugios tradicionales de emigrantes de varias partes del mundo.

Chauzy insiste en que ahora esos movimientos se dan de Europa, sobre todo de España y Portugal, hacia Argentina, Brasil y México, ya que muchos salen de su país con la esperanza de encontrar mejores perspectivas económicas en Latinoamérica.

Se trata fundamentalmente de hombres jóvenes competentes y calificados, profesionales egresados de carreras de ciencias sociales e ingeniería civil.

De acuerdo con las estadísticas, entre el 2008 y el 2010 cerca de 110 mil europeos migraron a América Latina, en cambio los migrantes latinoamericanos hacia la UE descendieron de 400 mil en el 2006 a 229 mil en el 2009.

En los últimos cinco años, 1,2 millones de inmigrantes han vuelto desde España a sus países de origen. Dentro de esas estadísticas están los casos de Ecuador, a donde han vuelto 60 mil emigrantes en los últimos 10 años, mientras que a Perú el año pasado regresaron 37 mil, frente a los 30 mil del 2009.

Al mismo tiempo, la emigración se ha ralentizado, y así, en Perú, el pico de 247 mil salidas netas en el 2009 cayó a 202 mil el año pasado.

Del mismo modo, el número de brasileños que vivía en el exterior y decidió retornar a su país prácticamente se duplicó en la última década, hasta llegar a unos 174 mil 600 en el 2010, de acuerdo con los últimos datos aportados por el Gobierno.

No obstante, indica la OIM, aún quedan cuatro millones 29 mil personas de América Latina en Europa, principalmente en España, Reino Unido, Holanda, Italia y Francia. Mientras que los europeos residentes en América Latina suman un millón 250 mil.

Agrega el estudio que por la crisis económica son cada vez más los europeos que buscan trabajo en las naciones latinoamericanas y menos los que ven al Viejo Continente como lugar de residencia temporal o permanente.

Según la pesquisa de esa organización, entre el 2008 y el 2009 más de 107 mil europeos abandonaron sus naciones de origen para instalarse en Brasil, Argentina, Venezuela y México y Portugal, provenientes de España, Alemania, Holanda e Italia.

En cuanto a la relación entre migración y desarrollo, la investigación señala que las remesas enviadas por las mujeres -pioneras en los movimientos migratorios entre América Latina y el Caribe y la UE- han sido fundamentales para el desarrollo de la región.

Esas remisiones desde la UE a Latinoamérica ascendieron en el 2010 a unos siete mil 300 millones de dólares (cinco mil 600 millones de euros), en tanto en sentido opuesto, las remesas hacia Europa alcanzaron los cuatro mil 600 millones de dólares (tres mil 526 millones de euros).

Si bien el 2010 es el último año de referencia para tales cálculos, la situación actual de la Eurozona debe ampliar mucho las diferencias en los movimientos de las remesas durante los dos últimos calendarios; por supuesto, en detrimento de las enviadas desde el bloque del euro. Solo basta un ejemplo: El Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España estima que esa nación perderá casi un millón de habitantes en lo que resta de década porque la emigración de ciudadanos será mucho más acusada que la llegada de inmigrantes, a pesar de calcular que 450 mil personas entrarán al país de aquí al 2020, todos los años.

*Periodista de la redacción de Economía de Prensa Latina.

em/crc

Fuente: Prensa Latina

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