Iris de Armas Padrino
En la trasplantología, las técnicas de biología molecular son las más avanzadas y accesibles en el primer mundo porque permiten el estudio más rápido y certero en la compatibilidad de órganos.
Sin embargo, Cuba, que muestra avances en este campo, realiza dichos exámenes con métodos menos desarrollados como son las investigaciones de afinidad entre donante y receptor por técnicas serológicas, pues el bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos a la Isla desde hace más de medio siglo, impide que podamos disponer de esos recursos.
El doctor Alexander Mármol, funcionario de la Organización Nacional de Trasplantes del Ministerio de Salud Pública, explicó en exclusiva a la AIN, cómo con la generalización de la biología molecular, las técnicas serológicas se encarecen aun más debido a que los reactivos ya casi ni se producen en el mundo.
Precisó el también Máster Internacional en Trasplantes, que Estados Unidos es actualmente el único país fabricante de las sustancias para estos tipajes, por lo cual además de lo costoso, recientemente ha arreciado su política de bloqueo al negar la venta del producto a Cuba.
Aclaró Mármol, especialista de II grado en Nefrología, que la Isla adquiría las referidas drogas mediante otra nación intermediaria, lo cual implicaba riesgos, ya que esos envíos necesitan de una cadena de frío de menos de 80 grados centígrados y es muy difícil mantenerla.
"Al percatarse Washington de esa compra por terceros estados, denegaron y cerraron los contratos de venta, por lo cual Cuba hace ya más de un año que no los puede adquirir", enfatizó el galeno.
El especialista dijo que "organizaciones no gubernamentales de los Estados Unidos intentaron donar un laboratorio de Biología Molecular para cubrir todo el programa cubano, donde más del 90 por ciento de los trasplantes se realizan utilizando el donante cadáver", explicó.
"Por más que se intentó el donativo del laboratorio, dijo, no se permitió alegándose siempre la posibilidad del uso de la biología molecular para fines no médicos ni científicos, sino de lucha biológica.
"Con la técnica de avanzada se puede hacer el estudio inmunológico incluso antes de extirpar los órganos, porque no se requiere de células vivas como es el caso de la serología, en la cual hay que extraerlos y al final de la cirugía se envían ganglios del fallecido para efectuar los análisis".
Ejemplificó Alexander Mármol que "cuando los donantes son de sitios distantes, resulta más difícil hacer las pruebas inmunológicas, porque muchas veces la lejanía hace que las células mueran y los órganos no puedan ser utilizados.
"Si Cuba lo realizara por biología molecular, mucho antes de llevar a cabo la extracción de los órganos se pudiera saber a qué persona le corresponde cada riñón, pues de un donante se hacen dos trasplantes renales, aclaró.
El Estado invierte anualmente cinco millones de dólares en la compra de inmunosupresores imprescindibles en el tratamiento de esos pacientes, lo que ubica a Cuba entre los de más baja tasa de rechazo.
Gracias a su exitoso programa de obtención de órganos, la Isla posee la tasa de donación más elevada de Centroamérica y el Caribe, y es la cuarta en Latinoamérica después de Uruguay, Brasil y Argentina.
Hoy el país tiene mil 500 personas que viven con trasplantes, y pese a todas las adversidades de esa política genocida yanqui, resulta admirable la gran sensibilidad de la población, presta a ofrecer los órganos de sus familiares para extender la vida a enfermos que los necesitan.
Tomado de AIN
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