Mateus Ramos
Estados Unidos, desde hace mucho tiempo, viene convirtiéndose en el hogar de muchos migrantes, que buscan mejores condiciones de vida. Ellos buscan el famoso "sueño americano”, expresión que puede ser definida como la igualdad de oportunidades y de libertad que permite que todos los residentes de Estados Unidos alcancen sus objetivos en la vida solamente con su esfuerzo y determinación.
El tal sueño puede haber generado la gran problemática de migración hacia Estados Unidos. Según informaciones del sitio web ‘In these times’, el número de migrantes que viven en el país, en 2010 era de 40 millones, 20 millones más que en 1990. Un crecimiento de un 50% en el número de migrantes en sólo 20 años.
Sin embargo, éste no es un problema sólo de Estados Unidos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), estima que existen cerca de 232 millones de personas que viven fuera de sus países de origen, lo que equivale al 3,2% de la población mundial. Según la Organización, ese número aumentó en 78 millones en sólo 20 años. Eran 154 millones en 1990 y 175 millones el año 2000.
El año pasado, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Interna estadounidense, cerca de 410 mil personas fueron deportadas de EEUU, elevando a 2 millones el número de personas deportadas en los 5 primeros años del gobierno de Barack Obama. El Departamento también divulgó que, en promedio, son deportadas 30.791 personas por mes en EEUU, incluyendo 8.500 padres de niños nacidos en el propio país. El sector de migración gasta más que todos los otros sectores de la Policía Federal estadounidense juntos.
Otro gran nudo a ser desatado cuando se habla de migración, es la situación de trabajo de esas personas. Autoridades estadounidenses registraron más de 2 mil despidos por año, debido a la falta de documentación legal. En contrapartida, mientras esas personas son despedidas, aumenta el número de personas que llegan EEUU con una visa de trabajo temporal. Un reciente informe de ‘Global Workers Justice Alliance, Visa Inc.’, mostró que hay entre 700 y 900 mil personas con visa temporal de trabajo, algunas en situación de "casi esclavitud”. La Alianza Internacional de los Migrantes (IMA, sigla en inglés) llamó la atención sobre el gran problema de las políticas de visas temporales, que violan lo más fundamental de los derechos humanos de los migrantes, justamente el de ser tratados como seres humanos.
Argumentos como éstos son cada vez más comunes y han dominado el debate internacional sobre la migración. En julio, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon expresó en un informe que muchos países tratan a los migrantes como posibles fuentes de ingreso. Los migrantes deberían servir como oferta de trabajo internacional. En otras palabras, los países pobres deben enviar a las personas a los países ricos en trabajos organizados, y entonces usar el dinero ganado por los trabajadores para aliviar la pobreza y desarrollarse económicamente.
Sin embargo, Ban Ki-Moon alerta contra algunas disposiciones anti-migrantes que están siendo tomadas. "Los trabajadores migrantes, independientemente de la situación en la que estén (con visas de trabajo temporal o sin documentación), deben ser protegidos contra el abuso y la explotación", escribe él, con etapas que incluyen "hacer cumplir las leyes de trabajo infantil; permitir que los trabajadores migrantes puedan cambiar de empleo después de la llegada al país de destino y garantizar la igualdad de tratamiento en términos de salarios y condiciones laborales”.
En la otra punta del problema, están los países de origen de los migrantes. Cuantas más personas van a trabajar afuera, menos inversiones hay en la estructuración local, haciendo que los países de origen de los migrantes abran las puertas a empresas multinacionales, haciendo que menos dinero quede en el país y más personas quieran salir de allá. Es un problema cíclico, que hizo que países como México y Filipinas, por ejemplo, corten parte de las inversiones en educación, salud y otros servicios básicos.
Muchos grupos a favor del derecho de los migrantes, como ‘Friends Service Committee’, y‘Dignity Campaign’, están en contra de la política de trabajos temporales y las causas que traen a los países de origen de los migrantes y a los propios migrantes. Esos grupos afirman que si no hay un cambio en esas políticas, de aquí a una década, el mundo como lo conocemos será muy diferente. "La pobreza va a aumentar en los países en desarrollo, el abismo entre inmigrantes y residentes aumentará en los países desarrollados, y cientos de millones de personas serán rehenes de un sistema de trabajo global en el que la migración como mano de obra de baja remuneración es la única manera de sobrevivir”.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
Fuente: Adital
Nenhum comentário:
Postar um comentário