terça-feira, 19 de novembro de 2013

USA-CUBA APERTURA EN LAS TRIBUNAS


Jorge Gómez Barata

Moncada

Aunque el tradicional hermetismo de las autoridades cubanas no permite conocer trascendidos, en los últimos días la administración norteamericana por intermedio de sus dos principales figuras: Barack Obama y John Kerry han colocado la política hacia Cuba en una inusual perspectiva.

No recuerdo, si es que la hubo, la última vez que un presidente estadounidense y un secretario de estado, en días sucesivos han realizado pronunciamientos con matices autocríticos respecto a su política hacia Cuba y juzgado con alguna objetividad lo que ocurre en la Isla. En realidad el hecho no tiene precedentes y probablemente merezcan una lectura equivalente a los pronunciamientos.    

El pasado viernes durante un encuentro para recaudar fondos con motivos electorales, el presidente Barack Obama estuvo en Miami y en la residencia de Jorge Mas Santos, hijo de Jorge Mas Canosa, fallecido cabecilla  de la más importante organización contrarrevolucionaria del exilio cubano y su heredero político, señaló:

“…Hemos comenzado a ver cambios en la isla…” “…Tenemos que ser creativos…” “Tenemos que ser meditativos…” “Tenemos que seguir actualizando nuestras políticas…” “…La idea de que las mismas políticas que pusimos en marcha en 1961 de alguna manera serían todavía tan efectivas como lo son hoy en la era de Internet y de Google y de viajes mundiales, no tiene sentido…”

El hecho de que en la reunión, en calidad de “convidados de piedra” en lo referido a los temas centrales allí tratados y por invitación de Mas Santos, no de Obama, estuvieran dos opositores al gobierno, residentes en Cuba, Berta Soler y Guillermo Fariñas, es totalmente irrelevante y lo importante son los pronunciamientos del presidente que, por cierto, no coinciden con los de aquellos dos personajillos que favorecen el recrudecimiento del bloqueo contra la Isla.  

Unas setenta y dos horas después en la Organización de Estados Americanos (OEA), un escenario que otrora repugnaba a los cubanos y ya no es tan hostil, el secretario de estado, John Kerry amplificó al presidente insistiendo en la idea de que Estados Unidos debe actualizar su política hacia Cuba, ser más creativo y, en una criptica expresión, deslizó la el punto de vista idea de que: “…Nuestros ciudadanos son los mejores embajadores…”

Debido a que los norteamericanos tienen prohibido viajar a la Isla, difícilmente puedan cumplir la función atribuida a los embajadores. Se trata de una contradicción obvia, a no ser que él sepa algo que los demás ignoramos.

Es cierto que también el Secretario de Estados demandó de Cuba reformas más profundas, cosa en la que puede ser complacido: “Los cambios en Cuba─ ha anunciado el presidente Raúl Castro─ marchan hacia la profundización y hacia el tratamiento de asuntos más complejos.

Si bien Obama y Kerry también emitieron juicios tradicionales respecto a la Isla y sus palabras no anuncian cambios inmediatos ni deben levantar expectativas exageradas, son pronunciamientos atípicos de los cuales, seguramente La Habana tomará nota y tal vez considere que merecen una respuesta en la misma tesitura.

Tal vez como algunos creen se trate de sutilezas electorales para captar  votos en el sector menos reaccionario de la colonia cubana en Miami, hacer que los millonarios cubanoamericanos de segunda y tercera generación aporten más dinero y desplazar a los legisladores republicanos pero, lo cierto es que, ni Obama ni Kerry estaban obligados a decir lo que dijeron. Allá nos vemos.

La Habana, 19 de noviembre de 2013

Nenhum comentário:

Postar um comentário