Cerca de 371 millones de personas en el mundo padecen de Diabetes mellitus; por fortuna, una de las mayores complicaciones asociadas a la enfermedad tiene su cura en un medicamento cubano...
Ana María Domínguez Cruz
14/11/2013
Mucha sed (polidipsia), orinar con frecuencia (poliuria), cansancio, somnolencia, mucha hambre y pérdida de peso sin razón aparente, son los síntomas más frecuentes de la Diabetes mellitus, enfermedad que padecen cerca de 371 millones de personas en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, esta cifra puede incrementarse y superar los 552 millones en 17 años. Factores genéticos pueden condicionar su aparición, pero el aumento de la prevalencia de esta enfermedad está asociada también, en gran medida, al sedentarismo, la obesidad y hábitos nocivos como el tabaquismo y el alcoholismo.
Afortunadamente, hoy es una enfermedad controlable, gracias a que el médico e investigador canadiense Frederick Grant Banting, nacido el 14 de noviembre de 1891, descubrió, junto con su colega Charles Best, la hormona de la insulina en 1921. El descubrimiento le valió dos años después el Premio Nobel de Fisiología y Medicina y hasta la actualidad ha sido la garantía para que quienes padecen la enfermedad, considerada la cuarta causa de muerte en el mundo, puedan aprender a vivir con ella y someterse a tratamientos.
Los factores de riesgo de la Diabetes mellitus pueden manejarse manteniendo una dieta sana y realizando ejercicio físico sistemáticamente, y es por ello que el lema de la jornada mundial a propósito de la enfermedad (14 de noviembre) se relaciona con la prevención y la educación.
El diabético, no obstante, siempre alberga temores relacionados con su insuficiente cicatrización. Entre el cuatro y el diez por ciento de estos pacientes desarrolla úlcera del pie diabético en algún momento de sus vidas y entre un cinco y un 24 por ciento de ellos será amputado, en un período de entre seis y 18 meses. Con frecuencia, es necesario amputarle la otra extremidad.
En Cuba, donde aproximadamente del tres al seis por ciento de la población está afectada por la Diabetes, se estima que sean candidatos a una amputación entre mil 500 y tres mil de esos pacientes, por úlcera del pie diabético, que es la mayor complicación asociada a este padecimiento.
Por fortuna, especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana desarrollaron un novedoso medicamento que, con patente mundial, está prescrito para la terapia de las úlceras complejas y profundas del pie diabético, pues acelera la curación de esas heridas y reduce el riesgo de amputación en las personas con Diabetes.
El Heberprot-P, basado en el factor de crecimiento humano recombinante y aplicado mediante infiltración intralesional directamente en el sitio de la herida, se ha utilizado en la terapia de más de 132 mil pacientes en el mundo, informó el doctor en Ciencias Manuel Raíces, investigador del CIGB, durante la XXXI edición de la Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2013, recientemente celebrada.
De esa cantidad, más de 24 mil son cubanos, de los cuales más del 60 por ciento han sido atendidos en el sistema de Atención Primaria de Salud. El riesgo relativo de amputación, agregó el especialista, se ha reducido en un 71 por ciento, lo que demuestra que puede continuar disminuyéndose si las personas procuran la asistencia médica en ese nivel y asumen conductas más saludables.
Un considerable número de pacientes con úlceras del pie diabético no responden a los tratamientos tradicionales. No existen productos en el mercado para las úlceras grado tres y cuatro, según la escala de Wagner, ni para las isquémicas, ni las superiores a los 20 centímetros cuadrados.
El Heberprot-P logra resultados relevantes en ocho tipos de lesiones en pacientes con úlceras tres y cuatro del pie diabético, y con áreas totales de afectación de 170 a 420 centímetros cuadrados.
Sin dudas, es este medicamento, presente en instituciones hospitalarias cubanas como el Instituto Nacional de Angiología y los hospitales clínico quirúrgicos Calixto García, Manuel Fajardo, Miguel Enríquez, Enrique Cabrera, Joaquín Albarrán y el Militar Luis Díaz, la esperanza salvadora que vislumbran en el horizonte quienes padecen de Diabetes mellitus.
Tomado de Cubahora
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