segunda-feira, 29 de setembro de 2014

Notas latinoamericanas y caribeñas contra el hambre

Por Fausto Triana*
 
Santiago de Chile (PL) Lo que pocas veces se dice en el terreno propiamente de la política internacional, adquiere un valor agregado al hablar de la batalla mundial contra el hambre: América Latina y el Caribe se ha convertido en ejemplo.
 
Sin ambages, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), alabó no sólo la voluntad política de los Gobiernos de la región, sino la validez de las concertaciones como la Celac, Petrocaribe-Alba, Mercosur, Caricom y Unasur.

La FAO tiene su oficina continental en Santiago de Chile, y su máximo representante, Raúl Benítez, quien también es Subdirector General de la entidad de la ONU, declaró por estos días su satisfacción por los resultados en la batalla contra la hambruna.

De hecho, Benítez encomió a América Latina y el Caribe por conseguir la meta del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), un año antes de la fecha límite fijada por la comunidad internacional.

Al responder a preguntas de Prensa Latina, el alto funcionario resaltó los progresos latinoamericanos y caribeños en la agricultura familiar que tiene la producción más saludable de todas.

Son elementos primordiales para la reducción de la pobreza, habida cuenta de que en los segmentos rurales es donde se concentra la mayoría de la población más vulnerable y requiere de acceso a los mercados y a las tecnologías, explicó.

Benítez refirió asimismo otro problema que afronta la región, la mala nutrición, con un índice por encima del 30 por ciento de personas con sobrepeso sin una buena alimentación, lo que puede llevar al drama futuro de padres enterrando a sus hijos.

Un detalle: en Chile la situación de la obesidad de los menores disparó las alarmas a tal punto que el Ministerio de Salud adelanta un plan para ayudar a las embarazadas (el 59 por ciento con sobrepeso).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) admitió en un informe reciente que el continente tiene las más altas tasas de obesidad del mundo.

El exceso de kilogramos afecta al menos a uno de cada dos adultos y ya hay algunos países donde es tres de cada cuatro. Pero la alerta roja es con los niños y adolescentes, pues uno de cada cinco tiene problemas de obesidad.

VOLUNTAD POLÍTICA

La principal figura de la FAO en el área valoró el compromiso de los líderes políticos en las últimas cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como también de PetroCaribe-Alba, Mercosur, Caricom, Unasur y Sica, entre otros.

En total, 14 países ya alcanzaron la meta del ODM relativo al hambre y otros tres van camino de lograrlo antes del 2015 y si bien hay razones para el optimismo, también es cierto que no hay las mismas mejorías en mujeres, indígenas y en la parte rural.

Para graficar el panorama actual, Benítez argumentó que nueve naciones latinoamericanas pudieron situar la pobreza por debajo del cinco por ciento de la población; ocho entre el 5 y el 10; y 15 países en rangos críticos entre el 10 y el 20 por cientos.

Según el informe del Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2014 (SOFI, por sus siglas en inglés) la proporción de personas que sufre subalimentación en la región se redujo de 15,3 en 1990/92 a 6,1 por ciento en 2012-2014.

El número de personas que viven con hambre en Latinoamérica y el Caribe disminuyó desde 68,5 millones en 1990-92 a 37 millones en 2012, lo que significa que en poco más de dos décadas, 31,5 millones de hombres, mujeres, niñas y niños superaron la subalimentación.

Destacó en especial los resultados de Brasil con el programa de la presidenta Dilma Rousseff, así como de Bolivia y Venezuela.

Hoy 21 países de la región ejecutan programas de transferencias condicionadas de ingreso, que dan apoyo a más de 120 millones de personas vulnerables, señaló.

Al mismo tiempo encomió la idea de muchos gobiernos de crear círculos virtuosos al abastecer sus programas de alimentación escolar con insumos de la agricultura familiar, fortaleciendo la nutrición infantil, el desarrollo rural y a los pequeños agricultores.

No obstante, Benítez, de nacionalidad argentina, admitió que el impacto del cambio climático y las guerras son sin dudas aspectos que repercuten de manera bastante negativa en las poblaciones más frágiles.

El experto remarcó que si bien hay guarismos alentadores, tampoco es un problema del todo resuelto. Aproximadamente hay 805 millones de personas en el orbe que sufren de subnutrición crónica en el período 2012-2014.

Significativamente, el 65 por ciento de la ciudadanía con hambruna pertenece a Asia, el 28 por ciento está en Africa, el 4,6 en América Latina y el Caribe, el dos en zonas desarrolladas y el 0,2 en Oceanía.

El Subdirector General de la FAO aplaudió el trabajo hecho por Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Cuba, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Uruguay y Venezuela.

En especial, refirió que Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Cuba, México, Uruguay y Venezuela adicionalmente alcanzaron niveles de subalimentación inferiores al cinco por ciento.

* Corresponsal de Prensa Latina en Chile.

Em/ft
 

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