El representante de la Teología de la Liberación repasa el proyecto que propone Marina Silva, a la que tilda de "neoliberal" y de estar apoyada por la derecha de Brasil. Por qué se involucró en la campaña para la reelección de Dilma.
El teólogo y filósofo Leonardo Boff es uno de los intelectuales más prestigiosos de Brasil, país que irá a unas reñidas elecciones presidenciales el próximo 5 de octubre. En esta entrevista con Tiempo Argentino, el destacado representante de la Teología de la Liberación repasa el proyecto que propone Marina Silva –a la cual conoce bien por también estar vinculado al ecologismo–, y desnuda la cercanía de esta propuesta de "nueva política" con el proyecto neoliberal implementado en el vecino país por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995–2003). Boff también cuenta que se ha involucrado de lleno en la campaña para la reelección de Dilma Rousseff, porque considera que están en riesgo las conquistas políticas, económicas y sociales que se han implementado desde el histórico triunfo de Lula a fines de 2002.
–¿Cuál cree que es el proyecto de Brasil que tiene Marina Silva en esta elección? ¿Qué representa su candidatura?
–Marina tiene un proyecto personal de ser presidenta, porque se siente investida de una misión casi religiosa. Eso queda cada vez más claro. Incluso llegó a decir que uno de los objetivos de la elección era sacar al PT del poder.
–¿Qué hay verdaderamente de "nueva política" en su forma de concebir esta contienda electoral?
–Desgraciadamente su proyecto, que ella llama de "nueva política", en verdad retoma el viejo proyecto neoliberal del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, proyecto que beneficia a los grandes conglomerados económicos y financieros, los bancos y el comercio internacional. No representa una alternativa verdadera, una tercera vía como ella llama a su proyecto. Toda la derecha de Brasil, las clases pudientes que nunca han aceptado a un obrero como presidente, la apoyan. Pero Marina no tiene una base social popular, ni movimientos sociales afines, ni sindicatos que la apoyan. Creo que ya llegó a su punto máximo de crecimiento, y que la tendencia es de regresión.
–Uno de los puntos del programa económico de Marina es la autonomía del Banco Central. ¿Qué piensa de esa propuesta?
–Yo me pregunto: ¿autonomía de quién y para quién? Eso es una falta total de "brasilidad", si se permite el término. Es decir, ¿qué significa en términos concretos hablar de autonomía del Banco Central? Significa renunciar a la soberanía monetaria del país y entregársela al mercado, los bancos. En definitiva: someterse al juego del sistema financiero nacional y transnacional. Uno de los instrumentos principales de los presidentes es el control monetario. Y no hacer eso es una sumisión al mundo de las finanzas, mundo que además es cada vez más voraz, como se muestra en la actualidad en los casos de España, Grecia, Portugal e Italia. Ella dice, sin darse cuenta de lo que verdaderamente significa: libre mercado, reducción del "gasto" público –menos médicos, menos profesores–, fluctuación del dólar. Sabemos cuál ha sido la consecuencia de esto: más desempleo, más familias pobres. Repetir eso sería lo peor que nos puede pasar.
–¿Qué piensa de los numerosos "cambios" que ha tenido el programa de Marina? ¿Cree que es una campaña contradictoria?
–Marina mostró muchas contradicciones. Veamos: primero condenó duramente a los transgénicos, y después volvió para atrás. Luego consideró que el archienemigo del pueblo era el agronegocio. Ahora lo defiende públicamente. Luego intervino contra la explotación del petróleo en el mar profundo –que puede dar a Brasil 1000 millones de dólares para destinar a salud y educación–. Ahora lo considera importante. Esas contradicciones producen inseguridad en los electores y dañan su imagen.
–Recientemente el comité de campaña de Dilma Rousseff emitió un video en el que usted apoya su candidatura. ¿Por qué se ha involucrado en la campaña?
El teólogo y filósofo Leonardo Boff es uno de los intelectuales más prestigiosos de Brasil, país que irá a unas reñidas elecciones presidenciales el próximo 5 de octubre. En esta entrevista con Tiempo Argentino, el destacado representante de la Teología de la Liberación repasa el proyecto que propone Marina Silva –a la cual conoce bien por también estar vinculado al ecologismo–, y desnuda la cercanía de esta propuesta de "nueva política" con el proyecto neoliberal implementado en el vecino país por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995–2003). Boff también cuenta que se ha involucrado de lleno en la campaña para la reelección de Dilma Rousseff, porque considera que están en riesgo las conquistas políticas, económicas y sociales que se han implementado desde el histórico triunfo de Lula a fines de 2002.
–¿Cuál cree que es el proyecto de Brasil que tiene Marina Silva en esta elección? ¿Qué representa su candidatura?
–Marina tiene un proyecto personal de ser presidenta, porque se siente investida de una misión casi religiosa. Eso queda cada vez más claro. Incluso llegó a decir que uno de los objetivos de la elección era sacar al PT del poder.
–¿Qué hay verdaderamente de "nueva política" en su forma de concebir esta contienda electoral?
–Desgraciadamente su proyecto, que ella llama de "nueva política", en verdad retoma el viejo proyecto neoliberal del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, proyecto que beneficia a los grandes conglomerados económicos y financieros, los bancos y el comercio internacional. No representa una alternativa verdadera, una tercera vía como ella llama a su proyecto. Toda la derecha de Brasil, las clases pudientes que nunca han aceptado a un obrero como presidente, la apoyan. Pero Marina no tiene una base social popular, ni movimientos sociales afines, ni sindicatos que la apoyan. Creo que ya llegó a su punto máximo de crecimiento, y que la tendencia es de regresión.
–Uno de los puntos del programa económico de Marina es la autonomía del Banco Central. ¿Qué piensa de esa propuesta?
–Yo me pregunto: ¿autonomía de quién y para quién? Eso es una falta total de "brasilidad", si se permite el término. Es decir, ¿qué significa en términos concretos hablar de autonomía del Banco Central? Significa renunciar a la soberanía monetaria del país y entregársela al mercado, los bancos. En definitiva: someterse al juego del sistema financiero nacional y transnacional. Uno de los instrumentos principales de los presidentes es el control monetario. Y no hacer eso es una sumisión al mundo de las finanzas, mundo que además es cada vez más voraz, como se muestra en la actualidad en los casos de España, Grecia, Portugal e Italia. Ella dice, sin darse cuenta de lo que verdaderamente significa: libre mercado, reducción del "gasto" público –menos médicos, menos profesores–, fluctuación del dólar. Sabemos cuál ha sido la consecuencia de esto: más desempleo, más familias pobres. Repetir eso sería lo peor que nos puede pasar.
–¿Qué piensa de los numerosos "cambios" que ha tenido el programa de Marina? ¿Cree que es una campaña contradictoria?
–Marina mostró muchas contradicciones. Veamos: primero condenó duramente a los transgénicos, y después volvió para atrás. Luego consideró que el archienemigo del pueblo era el agronegocio. Ahora lo defiende públicamente. Luego intervino contra la explotación del petróleo en el mar profundo –que puede dar a Brasil 1000 millones de dólares para destinar a salud y educación–. Ahora lo considera importante. Esas contradicciones producen inseguridad en los electores y dañan su imagen.
–Recientemente el comité de campaña de Dilma Rousseff emitió un video en el que usted apoya su candidatura. ¿Por qué se ha involucrado en la campaña?
–Porque están en riesgo las grandes conquistas que fueron logradas en los 12 años de gobierno del PT. Lo más importante, en este momento, es salvaguardar la revolución democrática y pacífica que ocurrió en Brasil con la elección de Lula. No hubo solamente una alternancia de poder: fue una alternancia de clase social. Aquellos que estaban siempre al margen, finalmente, han podido organizarse, fundar un partido y llegar a la Presidencia. El Estado no es más el neoliberal –privatista–, sino que es un Estado republicano que puso en el centro de su preocupación a los millones de pobres: una Argentina entera –40 millones de personas– fue integrada en la sociedad organizada, mediante las muchas políticas sociales que el gobierno de Lula ha implementado en Brasil. Esos avances no pueden perderse. Hay que vencer para consolidar, profundizar y enriquecer este gran ensayo civilizatorio. Por eso me he involucrado en esta campaña. «
Fuente:http://tiempo.infonews.com/nota/132520/boff-estan-en-riesgo-las-grandes-conquistas-de-los-gobiernos-del-pt
http://alainet.org/active/77109
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