Por Gail Reed
Editora ejecutiva de la Revista MEDICC
Unos 29,1 millones de estadounidenses tienen diabetes, casi 8 millones conscientes de su condición. Entre 70 000 y 80 000 diabéticos son amputados
cada año a partir de una de las complicaciones más nefastas de la
enfermedad: las úlceras del pie diabético. Como resultado del reciente
anuncio de la reapertura de relaciones con Cuba, estos amputados – más de la mitad de los cuales de lo contrario morirán dentro de los cinco años tras la amputación – pueden recibir un salvavidas gracias a la innovación cubana.
Debido a nuestro alejamiento de la nación caribeña, la mayoría de los
estadounidenses puede no ser consciente de que la industria de la
biotecnología cubana está en auge, ya que en la década de 1980 la Isla
se convirtió en una de las “tres grandes” en el Sur global (con Brasil y
la India). Su último gran avance en Investigación más Desarrollo (I +
D) es un medicamento denominado Heberprot-P, que ya ha tratado a 165,000 pacientes con pie diabético en 26 países,
lo que reduce el riesgo de amputación en un 75%. El tratamiento pasó
sus ensayos clínicos en 5 países y en Europa, donde se le conoce como
Epiprot. Los resultados en materia de seguridad y eficacia han sido
publicados en International Wound Journal, Diabetes Care y MEDICC Review, entre otras publicaciones, con una documentación de diez años de experiencia clínica.
Nuestra organización sin fines de lucro MEDICC (Medical Education
Cooperation with Cuba), con sede en California, llevó una delegación
bipartidista a La Habana para ver el cuidado de la diabetes y los
resultados del Heberprot-P – ocurrió en la víspera del 17 de diciembre,
fecha del anuncio histórico de la reapertura de relaciones entre los
gobiernos de EEUU y Cuba. El grupo incluía a la congresista Diana
DeGette (D-CO), presidente del Caucus de la Diabetes, la bancada más
grande en el Congreso con 345 miembros; más miembros de su Caucus; y
expertos en diabetes y defensores de pacientes.
Entre ellos estaba la congresista Karen Bass (D-CA), quien dijo que
su madre padece la enfermedad, por lo que esto es algo “cercano y
personal para mí”. Ella también dijo que su distrito de Los Angeles
tiene a muchos diabéticos: “Dado que la enfermedad golpea
desproporcionadamente a personas de bajos ingresos y negras, ahora lo
veo en todas partes entre mis electores Y también veo muchos amputados
por (la infección del) pie diabético.”
La diabetes sin duda es una de las mayores y más paralizantes
amenazas a la salud en las comunidades de nativos americanos,
afroestadounidenses y latinos, en ese orden. De acuerdo con la Alianza para Reducir las Disparidades en la Diabetes,
de la Universidad de Michigan, los nativos americanos tienen la
prevalencia más alta de diabetes en el mundo: el 16% de los nativos
americanos y de los nativos de Alaska sufren de la enfermedad. A esto se
suma que la padecen casi el 13% de los afroamericanos, el 12% de los
hispanos, un 8% de los asiático-americanos e isleños del Pacífico, y
sólo el 7% de los blancos no hispanos.
Además del impacto en la salud humana, hay que añadir el costo para los pacientes y para los programas federales, estimados en unos 250 000 millones de dólares anuales,
con los pacientes que padecen de la úlcera del pie diabético pagando el
doble de lo que invierten otros diabéticos para su cuidado. Y esto no
cuenta el costo de los años de discapacidad, asociado con la pérdida de
ingresos y la pobreza más profunda. The Washington Post ha publicado un comunicado especial sobre la diabetes,
de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) que dice que 1 de cada 5
dólares que se invierte EEUU en salud, se gasta en el tratamiento de
pacientes con diabetes.
Y la enfermedad es de hecho una epidemia en los EEUU – crece a un
ritmo alarmante en la mayoría de los estados, y afecta a casi 30 veces
más gente que en 1958. La más común es la diabetes tipo 2, donde el
envejecimiento, la mala alimentación, la inactividad física,
hipertensión arterial y la obesidad juegan un papel aún más grande en
esta enfermedad que los factores hereditarios.
¿Podrán los médicos de EEUU prescribir Heberprot-P a sus pacientes?
¿La FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y
Medicamentos de EEUU) aplicará una vía rápida para ensayos clínicos como
medicamento único que es? ¿Están los ensayos a punto de comenzar?
¿Podrá ser vendido el medicamento Heberprot-P si demuestra ser eficaz?
Bueno, pues no, no, no y no.
Y esto es debido a que es un producto cubano (todavía no patentado en
EEUU). El Departamento de Control de Activos Extranjeros (OFAC,
encargado de hacer cumplir el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba),
del Departamento del Tesoro, negó una licencia para los ensayos y las
ventas en el 2010. Luego, en 2014, la agencia dio una licencia sólo para
los ensayos clínicos, pero se negó a dar luz verde a las ventas
futuras, incluso si la FDA aprueba que el medicamento es seguro y
eficaz.
Así Healiance – filial estadounidense de una empresa francesa- no
tiene suficiente incentivo para arriesgar millones en ensayos extensos,
reclutando a pacientes para un tratamiento que sus médicos nunca podrán
ser capaces de prescribir.
La decisión del Tesoro fue comunicada en junio pasado. Rechazó una
carta de diciembre de 2013 enviada por la congresista Barbara Lee (D-CA)
y firmada por 111 miembros del Congreso, instando al Departamento a
licenciar no sólo los ensayos de Heberprot-P, sino las ventas también,
si los resultados del ensayo y decisión de la FDA son positivos. “OFAC
ha concedido autorizaciones similares en el pasado”, ha recordado la
carta al Secretario del Tesoro Jack Lew, “por ejemplo, en 2004, la OFAC
concedió una licencia a una empresa para una vacuna contra el cáncer
desarrollada por un instituto de investigación de Cuba”. ”Contar con
este medicamento ayudaría a la prevención y la disminución del alto
número de amputaciones, y facilitaría un cambio de vida aquí en nuestra
ciudad”, señaló Helene Velázquez, Directora del Program Director of
Mission Delivery, de la ADA en Nueva York.
A lo que añadió la congresista Bass: “Creo que es grotesco no
proporcionar a las personas el acceso a un medicamento único en su tipo
que podría evitarles tan terribles sufrimientos y discapacidad … todo
por culpa de un desacuerdo político con Cuba, el país donde el
medicamento fue desarrollado. El acceso a este tratamiento debe ser un
derecho de los pacientes estadounidenses”.
Incluidos un derecho de pacientes como Halle Barry, Nick Jonas, Randy
Jackson, Salma Hayek, Jay Cutler, Patti LaBelle, Anne Rice, Larry King …
y sí, Mike Huckabee … todos diabéticos.
¿La Casa Blanca y su nueva apertura hacia Cuba convencerá a Hacienda
para aprobar la licencia completa de Heberprot-P? ¿Aprobará que otras
licencias puedan aterrizar en el escritorio de la OFAC… para los
anticuerpos monoclonales dirigidos contra el cáncer pulmonar y cerebral
infantil, o nuevas vacunas contra el dengue o el cólera que puedan ser
producidas por Cuba? ¿O vamos a seguir pagando el precio terrible de la
política?
Debido a que el Heberprot-P es una prueba de que el bloqueo de
Estados Unidos aún no se ha levantado por ser una ley del Congreso, esto
no sólo está haciendo daño a los cubanos. Vidas de norteamericanos
también están, literalmente, en juego.
(Traducido por Cubadebate. Publicado originalmente en The Huffington Post)
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