segunda-feira, 19 de janeiro de 2015

Cierre de cárcel en base de Guantánamo, tarea pendiente para Obama

Washington, 19 ene (PL) El cierre de la cárcel en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, es hoy un punto polémico pendiente en la agenda del presidente Barack Obama, quien desde 2009 prometió poner fin a ese centro.

La Casa Blanca mantiene desde enero de 2002 una penitenciaría de tiempo de guerra en dicha instalación militar, ubicada en territorio cubano ocupado contra la voluntad del Gobierno y el pueblo de la isla caribeña.

Los contribuyentes estadounidenses tienen que pagar alrededor de tres millones 300 mil dólares anuales por cada uno de los 122 prisioneros que allí permanecen.

De acuerdo con informes de agencias federales norteamericanas, eso significa que mantener un solo reo en Guantánamo cuesta 40 veces más de lo que hay erogar para albergarlo en una prisión de máxima seguridad en territorio continental.

La congresista demócrata estadounidense Jackie Speier señaló recientemente la necesidad de cerrar esta prisión, porque las torturas contra los detenidos allí, constituyen un símbolo que utilizan con fines de reclutamiento grupos extremistas como los talibanes y Al Qaeda.

La cárcel de Guantánamo se ha convertido en un grito de guerra para que más personas se levanten en armas contra Estados Unidos debido a las conocidas técnicas de interrogatorios y alimentación forzosa contra detenidos en huelga de hambre, añadió Speier.

El tema del cierre de Guantánamo alcanzó más notoriedad a partir de febrero de 2013 ante el extenso ayuno voluntario de los prisioneros en protesta por los abusos cometidos en su contra y las condiciones de su detención durante más de una década, sin imputarles acusación alguna.

Los reos rechazaban medidas como el confinamiento por tiempo indefinido, los registros a sus pertenencias y confiscación de copias del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, y muchos de ellos fueron alimentados a la fuerza ante su insistencia en mantener la huelga.

Sectores conservadores en Estados Unidos tomaron como bandera los recientes atentados terroristas en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que provocaron 17 muertos, para "argumentar" la necesidad de mantener abierta la cárcel de Guantánamo.

A ese pedido se sumó la senadora republicana Kelly Ayotte, con un proyecto de ley que pretende prohibir el uso de cualquier fondo del presupuesto para construir o modificar instalaciones penitenciarias en Estados Unidos con el fin de albergar a sospechosos de terrorismo.

Las intenciones de esta legisladora, al igual que las de su correligionario John McCain, quien apoyó la medida, están dirigidas a sabotear las intenciones de Obama de cumplir su promesa sobre el tema antes de terminar su mandato en enero de 2017.

Quienes se oponen a la clausura de la prisión argumentan temores de que los reos, una vez liberados, regresen a sus supuestas actividades terroristas, pero expertos advierten que las estadísticas oficiales muestran que esto es poco probable en las condiciones actuales.

De acuerdo con reportes de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, solo seis de 88 prisioneros liberados desde enero de 2009, regresaron a los grupos extremistas y se sospecha que otro también lo hizo, pero no está confirmada la información.

En años recientes, la Casa Blanca logró transferir algunos prisioneros a otros países y reducir la población penal a 122 detenidos, de un total de 780 que han pasado por allí desde su inauguración.

pgh/rgh

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