Por M. H. Lagarde
El
 sitio digital contrarrevolucionario Diario de Cuba da cuenta del último
 artículo de la saga sobre la Isla publicado en The New York Times con 
un llamativo titulo: 'The New York Times': Los fondos destinados a Cuba 
'han sido un imán para charlatanes y ladrones'.
Cualquiera que no
 ande muy al tanto de los trajines mercenarios pensaría que los 
"charlatanes y ladrones" son otros, aquellos que se benefician en Cuba y
 en Miami de los sueldos de la USAID, y que nada tienen que ver con 
quienes editan Diario de Cuba en Madrid.
Casualmente junto al 
último artículo de The New York Times apareció un reporte de la AP en 
que se dice que la USAID: "agencia para el desarrollo internacional del 
gobierno está preparando nuevas normas internas que le impediría 
realizar peligrosas labores encubiertas en países hostiles, como el 
otrora programa secreto ZunZuneo, mejor conocido como el Twitter cubano,
 que esa entidad ayudó a orquestar"
Y en la que se agrega además 
que: "Los funcionarios dijeron que los esfuerzos democratizadores que 
entrañaban un alto riesgo desplegados por USAID probablemente serían 
entregados a otra rama del Departamento de Estado y la Fundación 
Nacional para la Democracia, una organización sin fines de lucro que 
recibe financiamiento del gobierno estadounidense". 
Algo esto 
último que no resulta nada nuevo, pues la Fundación Nacional para la 
Democracia o National Endowment for Democracy (NED), organización que 
por cierto es la que financia -con 262,480 dólares anuales a Diario de 
Cuba-, viene cumpliendo similares misiones desde que en los años 80 el 
gobierno de Ronald Reagan la designó como tapadera de la desprestigiada 
CIA para financiar la subversión en los llamados países enemigos, 
exactamente lo mismo que la USAID acaba de asegurar que dejará de hacer.
Pero
 si esto no resultase para algunos demasiado convincente vale recordar 
que el llamado sitio Diario de Cuba que se publica en España es un 
desprendimiento de la entonces también mantenida por la NED revista 
Encuentro. La fractura, no es secreto para nadie, no estuvo motivada por
 razones políticas, de hecho ambas revistas continúan existiendo con 
similar línea editorial anticubana, sino por la estafadora rapiña que 
tales grupos practican de los fondos del contribuyente norteamericano 
que financian su trabajo a través de la NED.
Ni la USAID, y mucho
 menos la AP, trazan la política exterior norteamericana y aunque puede 
que a proyectos similares a Zunzuneo o, como Cuba Encuentro o Diario de 
Cuba no les quede mucho,  no quiere decir que las ansias de importantes 
sectores de poder en Washington de acabar de una vez por todas con la 
Revolución cubana hayan llegado a su fin. 
Lo más seguro es que 
tales proyectos se reciclen y no demore mucho en aparecer el mismo 
perro, y hasta con el mismo collar del "diálogo, la reconciliación, el 
debate y la libertad de información", subvencionado desde otras 
latitudes. 
Tomado de Cambios en Cuba
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