Sobre cómo la desinformación alimenta la campaña de desprestigio contra el Mundial de Fútbol de Brasil
ANTONIO LASSANCE
Profetas del pánico: los grupos que patrocinan la campaña anticopa.
Existe una campaña orquestada contra la Copa del Mundo de Brasil. Una minoría que boicotea el evento, produce ruido y que hasta ahora ha sido muy exitosa en el desprestigio del país como escenario del evento.
Tuvieron, para eso, la ayuda de algunos gobiernos, como la del estado de Paraná o la prefectura de Curitiba, que dieron el peor ejemplo al abandonar sus compromisos con las obras del estadio Arena da Baixada.
Por su puesto que la arrogancia y el elitismo de los líderes de la FIFA contribuyeron. Aunque la campaña anticopa no sería nada sin el bombardeo de información patrocinado por los profetas del pánico.
El propósito de estos falsos profetas no es predecir nada, pero incendian la opinión pública y debilitan el sentido común.
Después de todo, nada mejor que entrar en pánico para acabar con el sentido común.
¿Cómo conseguir exacerbar los ánimos contra la Copa del Mundo?
El gran problema es cuando los profetas del pánico atraen a muchas personas, que si bien no son violentas, comienzan a replicar información errónea, diseminando rabia y odio, difundiendo la idea de que el país es incapaz de organizar un buen evento internacional.
Esto exacerba los ánimos y, por primera vez, la principal preocupación de los brasileños dejó de ser si la selección ganará o perderá la competición.
La campaña anticopa fue tan fuerte y tan eficiente, lo reconocemos, que provocó algo extraño. No hay en el país una atmósfera de alegría premundialista, esa sensación que en años anteriores fue equivalente al Carnaval.
Si nos dejamos influenciar por los profetas del pánico, ésta será la edición más triste del Mundial.
Ya hemos organizado una Copa
Los países que se convierten en anfitriones del Mundial son, durante un año, los más entusiastas del evento. Incluso en 1950, logramos organizar el Mundial con menos recursos y en peores condiciones que las que existen ahora.
Esa Copa nos dejó tres grandes legado . El primero fue el Maracaná, el estadio más grande en el mundo, que fue terminado sólo faltando unos días para el inicio de los juegos.
El segundo, a partir de la derrota de la selección brasileña contra Uruguay (El Maracanazo), los brasileños tienen un temor constante a que las cosas salgan mal y que el país tenga que avergonzarse ante el mundo. Un complejo que los lleva a pensar que nacieron para perder, errar y sufrir.
El tercer legado, no tiene precio, fue la asociación cada vez más profunda entre el fútbol y la imagen del país. El fútbol sigue siendo la carta de presentación de Brasil.
El caricaturista Henfil, cuando fue a China en 1977, fue recibido con sonrisas en sus rostros y la única palabra que los chinos sabían en portugués era " Pelé " (en el libro " Henfil en China", de 1978 ) .
Desinformación 1: el dinero de la Copa se gastará en estadios y juegos de fútbol. Eso no es importante.
Lo peor de la Copa es la desinformación. Los rumores que alimentan el festival de tonterías que se dicen contra la Copa.
No sé de una sola persona que hable sobre el gasto de la Copa y pueda decir cuánto le costará a Brasil. ¿ O alguien ha visto una hoja de cálculo de los gastos del Mundial?
En la Copa se invertirán 26 mil millones de reales (10,82 mil millones de dólares)
La construcción de los estadios es aproximadamente el 30 por ciento de ese valor . Lo que equivale a 8 mil millones de reales ( 3,3 mil millones de dólares).
Cerca del 70 por ciento de los gastos de la Copa no son en estadios. La mayor parte del presupuesto se invierte en infraestructura, servicios y formación de mano de obra.
La inversión para mejorar la movilidad urbana es igual a la destinada para la construcción de los estadios.
El gasto para el acondicionamiento de aeropuertos será de 6,7 mil millones de reales (2,7 mil millones de dolares), sumado a lo que se invertirá por iniciativa privada (2, 8 mil millones de reales), es mayor al gasto de los estadios.
El ministerio que demandó más recurso, entre 2012 y 2013, no fue el de Deportes ( responsable de la Copa), sino la Secretaria de Aviación Civil (encargada de los aeropuertos).
Casi 2 mil millones de reales serán destinados a la seguridad pública, a la formación de mano de obra y otros servicios.
Es decir, el mayor gasto del Mundial no está en los estadios. Cualquier persona que diga lo contrario está desinformado y, probablemente, confunda a otras personas.
Desinformación 2: el Mundial tiene mayor importancia que otros problemas considerados graves
Los retrasos en las obras sirven para demostrar que la organización del evento no está libre de los problemas que también se encuentran en otras áreas.
Ciertamente, los fondos para ser gastados en estadios serían útiles en otras áreas. Pero si los problemas de Brasil podrían ser resueltos con 8 mil millones de reales, estaría bien.
En 2013, el gasto en educación y salud aumentó. En el año 2014, volverá a crecer. Por lo tanto, Brasil no gastará menos en salud y educación por la Copa del Mundo.
En cuanto a la seguridad pública, habrá más recursos para esta área .Una de las razones será la realización del Mundial.
Los datos a los que hago referencia se encuentran en el proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo y aprobado por el Congreso.
Si alguien quiere realmente ayudar a mejorar la salud y la educación del país, en vez de protestar en contra de la Copa del Mundo, debería luchar por la aprobación del Plan Nacional de Educación, el cumplimiento del salario mínimo nacional para los profesores y por la fijación de porcentajes más elevados de financiamiento público para el sector salud.
Si quieren luchar contra la corrupción, sugiero protestas frente a las instancias del Poder Judicial, realizando "rolezinhos" frente a las oficinas del Ministerio Público.
Marchar frente a los estadios, rompiendo cabinas telefónicas públicas y pintando los vehículos en los concesionarios con pintura de aerosol, no tiene nada que ver con la lucha por la salud y la educación.
Los estadios, que fueron tratados como iconos de desperdicio, generaron en la Copa de Confederaciones, 24,5 mil empleos directos. Deténganse a pensar si esto no es importante.
Sin decir mucho, los estadios y los juegos son vías para unir a las personas. Eso es muy importante, más de lo que algunos imaginan.
Desinformación 3: Brasil no está listo para recibir al mundo y pasar verguenza
Si Brasil organizó la Copa del Mundo en 1950, ¿por qué no lo hará ahora?
Si realizó la Copa Confederaciones el año pasado, ¿por qué no hará el Mundial?
Brasil no pasará vergüenza. En cuanto a la seguridad, no sucederá lo de Alemania, que se vio rendida ante los ataques terroristas de Munich, en los Juegos Olímpicos de 1972. Ni como Estados Unidos, que sufrió atentados en el Maratón Internacional de Boston, el año pasado.
Brasil no causará disgusto como Italia, en cuanto al tema de cómo eran tratados los extranjeros, ya sean europeos, americanos o africanos.
Brasil no dará que hablar como Inglaterra y Francia, en cuando el tema del racismo en el fútbol. Nadie va a lanzar plátanos a cualquier jugador, a menos que haya un profeta del pánico en medio de la multitud.
Los problemas pueden ocurrir. Seguramente ocurrirán. ¿Por qué la Copa del Mundo realizada por nuestro país habría de ser diferente? La gran pregunta no es si se darán problemas. Se trata de cómo nosotros los brasileños actuaremos frente a estos problemas.