El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibe de manos de Sebastián Piñera la titularidad de la Celac.
Por Nicolás Lantos Desde Santiago
Los 33 países de la Celac consolidaron la comunidad sin Estados Unidos ni Canadá
Cuba, al frente de la unidad latinoamericana
El anfitrión, el chileno Sebastián Piñera, le cedió la presidencia de la Celac al cubano Raúl Castro. Durante el plenario hubo diferencias sobre el libre comercio, pero primó la decisión de apuntalar el nuevo bloque. Respaldo a la Argentina por Malvinas.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, se comprometió a “construir un espacio de soberanía, concertación, solidaridad y cooperación” al asumir ayer la titularidad pro témpore de la Comunidad de Estados de América latina y el Caribe (Celac), completando el primer pase de manos desde la creación de este organismo, a fines de 2011. Así, la isla abandonó definitivamente el aislamiento que sufría desde la década del ’60 por la fuerte influencia que los Estados Unidos ejerció durante el último medio siglo sobre todo el continente y que, a partir del rechazo al ALCA en 2005, comenzó a dejarse atrás. La asunción de Castro fue el momento más destacado de la cumbre celebrada ayer en Santiago, donde todos los países miembro reafirmaron su voluntad de fortalecer la integración regional, logrando un “necesario equilibrio entre la unidad y la diversidad.”
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la lectura por parte del vicepresidente venezolano Nicolás Maduro de una extensa carta enviada por el mandatario de ese país, Hugo Chávez, a sus pares, en la que afirma que “la Celac es el proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante en nuestra historia contemporánea” (ver aparte). El reclamo argentino sobre la soberanía de Malvinas y el Atlántico Sur obtuvo una vez más “el más firme respaldo” de los treinta y tres países miembro, incluyendo varias islas caribeñas que forman parte del Commonwealth británico, mientras que el pedido de Bolivia a Chile por una salida al mar generó un entredicho entre Evo Morales y Sebastián Piñera que no llegó, de todas formas, a empañar el clima del plenario. También se decidió la incorporación del país más vulnerable de la región, Haití, en tanto presidente pro témpore de Caricom, a la mesa directiva, que deja así de ser una troika para volverse un cuarteto.
Luego de dos días de cumbre conjunta entre la Celac y la Unión Europea –donde afloraron algunas diferencias en el seno continental respecto, principalmente, de la postura ante la regulación de mercados, donde los países de la llamada Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México) se mostraron más cerca de la postura europea que el eje que gira alrededor de Argentina y Brasil e incluye a Ecuador, Venezuela y Bolivia–, la reunión de ayer sirvió para volver a encontrar puntos en común y ratificar la voluntad de todos los países americanos al sur del Río Bravo de conformarse con voz propia en el escenario internacional.
Así quedó reflejado en el punto quinto de la Declaración de Santiago, donde los países firmantes reafirman “que la puesta en funcionamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) constituye un hito en la historia de América latina y el Caribe al agrupar en forma permanente a los 33 países de la región en un mecanismo de diálogo y concertación, que se va conformando como un foro y actor político, para avanzar en el proceso de integración política, económica, social y cultural, logrando el necesario equilibrio entre la unidad y la diversidad.”
El paso de manos entre el anfitrión Sebastián Piñera, primer presidente pro témpore del organismo, y Castro, su sucesor, no estuvo exento de chicanas: ambos mandatarios representan, quizás, los dos extremos del arco ideológico presente en la Celac, y se notó en los últimos minutos de la ceremonia. Al hacer efectivo el traspaso, el chileno resaltó que “dentro de los objetivos” del organismo está “defender la democracia y las libertades”. Con humor, Castro le contestó a su turno: “No se preocupe, voy a estar al frente sólo un año”, y agregó que “a Chile no vuelve a tocarle hasta dentro de treinta y tres”, debido al sistema rotativo anual adoptado por el bloque.
Sacando ese intercambio, el momento de mayor tensión del día se vivió luego de que el mandatario boliviano y Piñera volvieran a cruzarse por el reclamo del primero de negociar una salida al mar para su país. Luego de que Morales ofreciera cambiar gas barato a cambio de acceso al Océano Pacífico y denunciara incumplimientos del “injusto” tratado de 1904, que estableció las fronteras definitivas, el anfitrión respondió con énfasis remarcando que “Chile no está dispuesto a cortar o dividir su territorio y eso no se le puede pedir a ningún país del mundo”. Morales, por su parte, en una última respuesta, comparó la situación con la del canal de Panamá y la de las islas Malvinas. “Cuando un tratado viola derechos humanos, no hay tratado que resista”, señaló. La disputa fue un nuevo round tras el encontronazo que también protagonizaron ambos mandatarios el año pasado, en Cádiz, en ocasión de la Cumbre Iberoamericana.
Entre los asuntos que se destacaron como prioritarios para el bloque de cara a este año, figuran “avanzar en rebajas de aranceles para lograr una mayor integración, resolver los problemas energéticos que tienen muchos países y fortalecer la coordinación para enfrentar situaciones de crisis económicas como las conocidas durante los últimos cinco años a nivel mundial”, destacó Piñera. La lucha contra el narcotráfico, la ayuda humanitaria ante desastres naturales, los emprendimientos científicos tecnológicos y las grandes obras de infraestructura que faciliten la comunicación interna del bloque también fueron parte del temario.
Por último, se anunció como novedad que la troika que hasta ahora funcionaba como mesa directiva de la Celac, conformada por el país que ejerce la presidencia, su predecesor y su sucesor (Cuba, Chile y Costa Rica), ahora incorporará un nuevo miembro: el titular pro témpore de Caricom, la comunidad que engloba a los países del Caribe, “para darle más peso al eslabón más débil de la cadena”, según explicó a Página/12 un diplomático argentino. En este caso, el honor corresponde a Haití. También se decidió por unanimidad que, luego de que los “ticos” tengan su turno al frente del organismo, en 2014, el honor recaerá en Ecuador. Para entonces, el grupo quedará completo ya que se reincorporará Paraguay, que este año tendrá elecciones democráticas que servirán para reemplazar al actual mandatario, Federico Franco, quien accedió al poder tras el golpe de Estado institucional orquestado contra Fernando Lugo, motivo por el cual ese país fue excluido de todos los foros continentales.
Tomado de Moncada