Por Jorge V. Jaime*
La Habana (PL) El gobierno de Estados Unidos intensificó en los últimos 12 meses su histórica política de hostilidad y aislacionismo contra Cuba, confirmada a través de castigos a empresas extranjeras y restricciones adicionales para el sector turístico hacia la Isla.
La administración del presidente demócrata Barack Obama, que en el 2011 había dado discretos pasos hacia la flexibilización en cuanto a viajes a la nación antillana, mantuvo no obstante el núcleo de las estrategias agresivas por medio de normativas del Departamento del Tesoro.
El más reciente de esos decretos emitidos por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, siglas en inglés), adscrita al Tesoro, fue una exagerada multa de 875 millones de dólares contra el conglomerado bancario HSBC, entidad que supuestamente violó reglas del bloqueo contra Cuba.
Es la mayor sanción monetaria impuesta por Washington a un banco por presunta violación de leyes comerciales a través de terceros países. Superó una penalidad anterior de 619 millones de dólares aplicada en junio último al grupo ING Bank, con sede en Holanda.
Estados Unidos mantiene hace 50 años un cerco económico, comercial y financiero contra Cuba que ha costado a la Isla, hasta diciembre de 2011 y considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, un billón 66 mil millones de dólares, y que constituye una violación de la Carta de Naciones Unidas y de las normas del Derecho Internacional.
También este año el gobierno norteamericano impuso una multa a la empresa Great Western Malting, una de las mayores proveedoras de cebada, por realizar transacciones con La Habana.
A través de un comunicado, la OFAC obligó a la corporación con sede en el estado de Washington a pagar un millón 348 mil dólares por permitir la venta del cereal a Cuba entre agosto del 2006 y marzo del 2009.
Igualmente la administración Obama confiscó a Cuba más de 493 millones de dólares desde el 2010 hasta el presente año, como parte de la política de cerco económico activada hace medio siglo por Washington contra la nación antillana.
La cifra fue confirmaba en una comunicación publicada en Internet por la Oficina de Bienes Extranjeros, organismo federal que califica arbitrariamente a Cuba como "nación patrocinadora del terrorismo."
Bajo el mismo concepto, Washington ya había congelado 223,7 millones de dólares a Cuba en el año 2009. El documento indica que las autoridades norteamericanas mantienen bloqueadas seis propiedades en Nueva York y Washington, pertenecientes también al Estado Cubano.
Expertos sociólogos, analistas políticos y catedráticos de diferentes países se reunieron a finales del 2011 en Washington en el contexto de una Conferencia Internacional y exigieron sacar a Cuba de la controversial lista de naciones patrocinadoras del terrorismo.
Estados Unidos insertó a la isla caribeña en el polémico listado desde 1982, a petición del entonces secretario de Estado, Alexander Haig, y en una resolución que fue certificada por el presidente Ronald Reagan.
Las organizaciones The Latin America Working Group y The Center for International Policy fueron los patrocinadores del seminario que contó con la participación de Wayne Smith, exrepresentante diplomático norteamericano en Cuba, y Robert Muse, de la firma de abogados Muse and Associates, entre otros académicos.
Por otro lado, analistas políticos y expertos en el tema Cuba residentes en Estados Unidos criticaron una amenaza del Departamento del Tesoro dirigida a instituciones norteamericanas que estarían violando prohibiciones sobre el turismo hacia la Isla.
Antes la OFAC advirtió sobre tomar represalias ante cualquier intento por hacer turismo bajo la política establecida por la Casa Blanca.
La amonestación de Washington fue dirigida contra anuncios que sugieren la opción de que los viajeros tendrán tiempo libre en la Isla para realizar actividades fuera del programa educacional. Eso es una impresión incorrecta y puede ser castigada con la suspensión de licencia, subrayó la OFAC.
Esta advertencia de la administración Obama sobre el carácter no turístico de las licencias de viaje a Cuba obedece a las presiones recibidas desde la derecha cubano-americana contra los intercambios culturales y educativos, opinó el politólogo Arturo López Levy.
Es claro que el mandatario demócrata se estuvo protegiendo contra los ataques republicanos a la falta de rigor en la aplicación de lo que es la ley, comentó a Prensa Latina el catedrático vinculado a la Universidad de Denver.
En enero del 2011 el presidente Obama certificó una relajación relativa en la prohibición de los contactos con Cuba, y permitió que compañías aéreas y agencias pudieran organizar viajes a la nación caribeña, pero solo con fines culturales y educativos.
No obstante, las primeras licencias no fueron otorgadas por la OFAC hasta seis meses después y al mismo tiempo que la congresista conservadora Ileana Ros-Lehtinen solicitara al Tesoro medidas anticubanas más severas en este acápite legislativo.
Ya antes, el 25 de julio último, la OFAC había aclarado que la flexibilización concedida por Washington acerca de las visitas de estadounidenses a la nación antillana sería un error interpretarla como una promoción del turismo.
"Un requisito es que cada viajero debe tener un itinerario completo de las actividades de intercambio educativo. La publicidad que parece desviarse de ese requerimiento pudiera ser objeto de verificación", advierte el comunicado federal.
El texto enfatizó que la Oficina de Control "no autoriza transacciones relacionadas con actividades que están principalmente orientadas al turismo".
De hecho la intendencia federal amenazó con suspender la licencia de operadores que anuncien viajes a La Habana con sugerencias incluidas sobre recorridos turísticos.
RECLAMOS ANTE LA CASA BLANCA
Es tiempo de que Estados Unidos examine y actualice sus políticas hacia Cuba, porque fallaron las mantenidas por Washington durante los últimos 49 años, subrayó un renombrado analista político en el norteño país.
Es hora de que la Casa Blanca olvide los días de la llamada Crisis de los Misiles (octubre de 1962) cuando Cuba era vista como una posta amenazante de avanzada de la Unión Soviética, remarcó el editorialista Mortimer B. Zuckerman citado por The New York Times.
El presidente Raúl Castro ha iniciado cambios favorables para la Isla, eliminando excesivas regulaciones, fomentando la productividad, y apuntando hacia un gobierno más pequeño y eficiente, al tiempo que mantiene los excelentes sistemas de salud y educación públicas, subrayó Zuckerman.
Por otro lado -agregó- la comunidad cubano-americana radicada en Estados Unidos ya no es la misma que la de la década del 60 del siglo pasado. Está compuesta mayormente por jóvenes con una actitud diferente a la de sus antecesores, y muchos opinan que el bloqueo debe terminar.
El Congreso de Estados Unidos desestimó en diciembre del 2011 una propuesta legislativa que hubiera flexibilizado el requerimiento de que Cuba pague en efectivo y por adelantado por sus importaciones desde el norteño país.
Líderes en el Capitolio, presionados por diputados conservadores de la comunidad cubanoamericana, acordaron eliminar la iniciativa presentada por la representante republicana Jo Ann Emerson, que hubiera facilitado a La Habana la compra de mercancías a Washington. La enmienda Emerson fue borrada por exigencia de congresistas de extrema derecha como Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, David Rivera y Marco Rubio.
En otra acción hostil de este grupo, presentaron además una iniciativa para gravar con el 10 por ciento a las empresas norteamericanas que mantienen una relación con Cuba.
Los mencionados legisladores y los abogados Mauricio Tamargo y Jason Pobrete sugirieron una norma que obligaría a pagar una llamada "cuota de usuario" a las empresas -agrícolas, telefónicas, de remesas y viajes- que realicen operaciones con el país caribeño.
Tamargo, un exfuncionario del Departamento de Justicia durante la administración de George W. Bush, propuso que el dinero recaudado se destinara a cubrir demandas presentadas por personas que alegan haber sido afectadas por nacionalizaciones del gobierno cubano.
También este año otro columnista del The New York Times, Jonathan M. Hansen, recomendó a la Oficina Oval devolver a la nación caribeña el territorio de Guantánamo, arbitrariamente ocupado por Estados Unidos desde junio de 1901.
El legítimo debate de si se cierra o no la prisión militar de Guantánamo -en el extremo este de Cuba- ha oscurecido una cuestión aún más importante: el enclave imperialista mantenido en esa porción de la Isla, acentuó Hansen.
Las circunstancias y razones por las cuales Washington llegó a ocupar Guantánamo han quedado sepultadas en el pasado, y la acción presente solo sirve para recordar el mundo la historia de intervencionismo militar del Pentágono y enturbiar las relaciones bilaterales, indicó el historiador de la Universidad de Harvard.
En opinión del analista, Obama debería sopesar toda esta historia e iniciar un proceso oficial para retornar el territorio de Guantánamo a sus verdaderos dueños. Así el Jefe de Estado enviaría un excelente mensaje acerca de que la integridad y la rectificación no son sinónimos de debilidad, señaló.
Autoridades gubernamentales cubanas han ratificado la disposición de La Habana a implementar un diálogo político con Estados Unidos sobre la base del respeto recíproco, y a pesar del mantenimiento por parte de Washington de un férreo bloqueo con medio siglo de vigencia en contra de la Isla.
"Cuba reafirma su posición a sostener un diálogo respetuoso con Estados Unidos para resolver problemas pendientes (...) nuestros únicos requisitos son que éste debe desarrollarse sobre la base de la reciprocidad e igualdad", declaró la directora del Departamento Norteamérica del Ministerio de Relaciones Exteriores (MinRex), Josefina Vidal.
Naciones Unidas aprobó en noviembre una nueva resolución -la número 21 en igual cantidad de años consecutivos- en demanda del levantamiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
El reclamo fue certificado por la inmensa mayoría de la Asamblea General, integrada por los 193 miembros de la organización mundial y presidida en su actual período ordinario por el excanciller serbio Vuk Jeremić.
Estas votaciones comenzaron en noviembre de 1992 cuando la sesión ordinaria 47 de la Asamblea aprobó por 59 sufragios a favor, tres en contra y 71 abstenciones la primera resolución en ese sentido.
El bloqueo fue impuesto de manera oficial en febrero de 1962, bajo la administración del presidente John F. Kennedy, pero ya el gobierno estadounidense había impuesto sanciones desde 1959, año del triunfo de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro.
*Jefe de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.
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Tomado de Prensa Latina