Jorge Gómez Barata
Cuando exista voluntad política para avanzar en la solución del diferendo entre Estados Unidos y Cuba las soluciones prevalecerán sobre los obstáculos y no será como hasta ahora: siempre que asoma una posibilidad aparece una impedimenta.
Primero fueron los fusilamientos de los esbirros de la tiranía batistiana, luego la reforma agraria y las propiedades confiscadas, más tarde la alianza con la Unión Soviética y seguidamente la presencia de tropas cubanas en África. Cuando con la salida de las fuerzas cubanas de Angola y el colapso soviético los obstáculos parecían removidos, Warren Christopher Secretario de Estado de William Clinton, sacó una carta de la manga: “Mientras Fidel Castro permanezca en el poder es muy difícil prever relaciones normales…”
Tal vez cansado de tantos pretextos Fidel Castro subió la parada y colocó a la administración norteamericana ante sus inconsecuencias. El 25 de febrero de 1992 en entrevista con Dianne Sawyer de la cadena ABC dio la más inesperada de las respuestas:
“Si el precio del bloqueo (fuera) yo, seria sencillísimo…” Contra todo lo preconcebido, Fidel se mostró abierto a negociar su salida del poder si Estados Unidos ponía fin al bloqueo aunque dejó sentado que: “Una decisión de esa naturaleza tendría que ser tomada por la alta dirigencia revolucionaria”…Bill Clinton y Warren Christopher se quedaron sin respuesta y el problema sin solución.
Hoy son muchos los que atendiendo al perfil de su discurso especulan conque en la segunda administración, sin Hillary Clinton y sin compromisos con la ralea de contrarrevolucionaria de Miami, Barack Obama pudiera retomar las ideas de los primeros días de su administración y dar pasos al encuentro de las ofertas de Cuba para negociar, relajar las tensiones y avanzar un tramo en la solución del diferendo con Cuba.
Para no variar, nuevamente ha surgido un obstáculo: Alan Gross, un norteamericano sorprendido mientras por encargo de la USAID realizaba actividades prohibidas por las leyes cubanas por las cuales fue juzgado y condenado y cuya liberación Cuba se ha declarado dispuesta a considerar si los norteamericanos se avinieran a hacer lo mismo respecto a los cinco antiterroristas cubanos condenados en Estados Unidos.
De ese modo pudiera obrarse el milagro de convertir el aparente obstáculo en un factor positivo. Basta con decir: ¡Hagámoslo! y por el mismo camino que unos hombres toman para regresar al seno familiar, dos estados se encaminan a la mesa donde las diferencias se negocian y las tensiones se relajan. Hagámoslo es la palabra. Allá nos vemos.
Fuente: Miradas encontradas
Nenhum comentário:
Postar um comentário