El programa oftalmológico Misión Milagro, liderado por los Gobiernos de Cuba y Venezuela, desde su inicio el 10 de julio de 2004 a la fecha ha beneficiado a casi dos millones 600 mil personas de 34 países, con muy buenos resultados.
Pacientes con diversas afecciones de la visión como Cataratas, Pterigium, Párpado caído y Estrabismo, entre otras, han sido tratados mediante el humanitario proyecto, destinado a operar de forma gratuita a personas afectadas por ceguera o deficiencia visual corregible que cobra vital importancia, si se tiene en cuenta que en el mundo existen más de 135 millones de impedidos de ese importante sentido.
Asimismo, hay unos 40 millones de individuos ciegos por causas prevenibles, de ellos más de un millón y medio son niños menores de 16 años, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En diálogo con la AIN el doctor Reinaldo Ríos Casso, jefe del Grupo Nacional de Oftalmología, resaltó el desarrollo de la especialidad en la Isla, reconocida a nivel internacional.
El también Director Médico del Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, al oeste de la capital cubana y fundador del referido programa, resaltó que ningún país ha contribuido a la lucha por la prevención de la ceguera en el área como lo ha hecho la mayor de las Antillas.
A través de la Misión Milagro, que cuenta con 43 Centros oftalmológicos en 13 naciones, con 55 posiciones quirúrgicas, se atienden a pacientes de más de 30 Estados.
Esta misión, liderada por el “Pando Ferrer”, conllevó a ampliar los servicios en todo el archipiélago y por ende a la formación de los recursos humanos con la introducción de tecnologías y nuevas técnicas y se han entrenado a oftalmólogos, enfermeras especializadas, optometristas e ingenieros en electromedicina, entre otros, aseveró.
Cabe destacar que en 2003, antes de comenzar la denominada Operación Milagro por el líder de la Revolución cubana Fidel Castro, las cirugías en el país no llegaron a 50 mil, y en 2013 se hicieron más de 117 mil.
En reiteradas ocasiones el doctor Marcelino Río Torres, director de esa institución, insigne en la oftalmología de la nación antillana, recuerda que el nueve de julio Fidel visitó ese centro y planteó la posibilidad de comenzar la Misión Milagro, puesta en práctica al día siguiente, cuando fueron intervenidos los primeros 50 venezolanos.
Ese año operaron a unos 14 mil pacientes y en 2005 se incorporaron otras instituciones como los hospitales capitalinos “Hermanos Ameijeiras” y el “Calixto García”, y se le denominó Misión Milagro 2, mediante la cual atendieron a habitantes de más de una veintena de territorios, refirió el también Presidente de la Sociedad Cubana de Oftalmología.
Posteriormente empezó a prestarse el servicio en Camagüey, Cienfuegos, Santiago de Cuba y Matanzas, y se denominó Misión Milagro 3, hasta completar las posiciones quirúrgicas en todas las provincias.
El experto encomió los esfuerzos del Gobierno de la Isla en la adquisición de tecnología de avanzada al nivel de países desarrollados, cuyo equipamiento se ha extendido a los 24 centros asistenciales involucrados en este plan, entre esos equipos se incluye el exímer láser, una novedosa técnica para abordar enfermedades refractivas.
Al triunfo de la Revolución, Cuba poseía 118 oftalmólogos, de ellos permanecieron 37, luego del éxodo alentado por Estados Unidos, y hoy ya suman más de mil profesionales, además de otro grupo en formación, precisó el director.
En el Tercer Mundo las principales causas de ceguera son la Catarata, Glaucoma, Retinopatía Diabética, enfermedades infecciosas como el Tracoma, y la deficiencia de vitamina A.
Otros padecimientos oftalmológicos como el Pterigium, Párpado caído, y Estrabismo poseen una alta frecuencia en la población infantil y adulta, refiere la OMS.
Desde 2004 y hasta mediados de junio, casi 135 mil cubanos han sido beneficiados con la Operación Milagro, cuyo pesquisaje masivo se inició en Pinar del Río y se extendió paulatinamente al resto de las provincias, precisó la fuente.
A una década de puesta en funcionamiento, la Misión Milagro contribuye a la búsqueda de soluciones a algunos de los grandes problemas de la humanidad, como el de muchas personas pobres, condenadas a vivir en tinieblas durante varios años.
Tomado de AIN
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