sexta-feira, 4 de julho de 2014

Invasores y partidarios del “golpe suave” en Miami reconocen que quieren lo mismo para Cuba





El sábado 28 de junio un llamado Foro de Promoción Democrática Continental celebró en Miami a una reunión titulada “Opciones y Acciones para empoderar la Sociedad Civil Cubana”. Tuvo lugar en el Aula Magna de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), con el declarado objetivo, en palabras de su comité gestor, de “crear las condiciones en busca de soluciones y todos juntos alcanzar la nueva Cuba que todos anhelamos”.
 
A diferencia de lo que suelen hacer, que es encerrarse en sus propias plataformas, esta vez los grupos anticubanos participantes decidieron dar una imagen “democrática” y se agruparon en lo que denominaron dos “opciones”; que en el fondo son lo mismo.
 
Una llamada “Opción I”, representada por Carlos Saladrigas y Marcelino Miyares; que se presenta como Presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba pero que todo el mundo en Miami identifica como “el secretario” de Saladrigas.
 
Les recuerdo que Marcelino Miyares es miembro de la Brigada 2506, que invadió a Cuba por Playa Girón con apoyo norteamericano. Una verdad demostrable aunque ellos, para justificar la derrota, no se cansen de lloriquear diciendo que los norteamericanos los traicionaron.
 
A esta llamada “Opción I” se le “opuso” en el evento una denominada “Opción II”, representada por Jaime Suchlicki, Director del vergonzoso ICCAS de la Universidad de Miami; y Pedro Roig, también mercenario de Girón y ex Director de la mal llamada Radio Martí.
 
La idea de este evento fue dar la imagen de que hay una contrarrevolución “diversa”, con matices, tolerante con sus propias diferencias y unida. En Miami se ha filtrado que dar esa apariencia idílica se les ha hecho necesario ya que el gran poder político norteamericano está cansado de recibir delegaciones de contrarrevolucionarios cubanoamericanos en Washington DC donde no hacen más que hablar mal unos de los otros, para que les sea asignada la mayor parte del dinero de la subversión contra Cuba.
 
Unos van a la capital de Estados Unidos y les dicen a políticos y legisladores que no hay que darles el dinero a grupos que son muy “suaves” con el gobierno cubano, al que habría que derrocar por la fuerza. Otros pasan por los mismos sitios diciendo que al gobierno cubano hay que tumbarlo de forma más “inteligente”, “acercándose”, y que es mejor que les den el dinero a ellos que a los viejos trogloditas de Miami.
 
Todo un chanchullo sobre el cual, como les decía, parece que hay suficientes quejas en la capital como para que se estén preguntando si tiene realmente sentido seguir botando los millones de dólares que se destinan a la subversión contra Cuba.
 
Es en este contexto en que se les ocurre presentar una contrarrevolución miamense capaz de debatir “diferencias”, en ese evento del 28 de junio.
 
No voy a extenderme mucho en valoraciones pues necesito espacio para ofrecer elementos precisos acerca del montaje de esta jugada de la contrarrevolución miamense. Mi criterio sobre lo que estas personas significan, sobre su catadura política y moral, lo expuse este miércoles 2 de julio en el programa La Tarde se Mueve. Lo pueden escuchar en nuestra página web
 
Vamos entonces a algunos detalles del evento titulado “Opciones y Acciones para empoderar la Sociedad Civil Cubana”.
 
Abrió el programa el Reverendo Martín Añorga, quien pidió al Señor que bendijera el acto
 
La oración del Reverendo puede considerarse sin dudas la primera intervención de carácter político del día. En ella dijo: “Señor… gracias por este grupo de hombres y mujeres que tienen inquietudes en el corazón por el bien y el futuro de la patria. Permite que los intercambios cordiales, respetuosos y amables conduzcan a conclusiones que sean positivas para el futuro de Cuba. Nuestra patria está en tus manos y por ella intercedemos…”.
 
Quiero recordar que este señor, aparentemente tan pacifista y tan cristiano, es una de las personas que abogó porque salieran en libertad los terroristas Luis Clemente Posada Carriles, Pedro Remón, Gaspar Jiménez Escobedo y Guillermo Novo Sampol, que planificaron un atentado contra Fidel en el paraninfo de la Universidad de Panamá, donde morirían centenares de personas si hubiera tenido lugar.
 
La oración del Reverendo Martín Añorga es parcial y pide por una sola cosa: Por la implosión de la Revolución Cubana y por el infortunio de aquellos que la apoyamos.
 
Como no podía ser de otra manera dado su afán de protagonismo, el principal orador en nombre de la llamada “Opción I”, fue el señor Carlos Saladrigas. Como siempre, Saladrigas fue manipulador y en lugar de hablar claro dijo imprecisamente que deseaba para Cuba “lo que todos anhelamos y lo que todos queremos”. ¿Todos? Yo creo, como he dicho otras veces, que la Cuba que Saladrigas quiere es aquella de antes 1959 donde unos pocos vivían a su antojo y con impunidad.
 
Para lograrlo Saladrigas se dedica a conspirar; en este evento se acerca a personas que le han criticado duramente por viajar a Cuba, como Frank Calzón. Y cuando viaja a Cuba conspira también con la contrarrevolución interna; por eso representantes del gobierno ni la propia Iglesia Católica, una institución que lo acogía con satisfacción, ni siquiera quieren verlo. No es leal, no es sincero; como dijo Fidel en una Reflexión donde lo retrató, Saladrigas cree que a los cubanos se les puede comprar con un poco de dinero.
 
Lo reconoce claramente en ese evento cuando dice que lo que le diferencia a él de derechistas como Frank Calzón y Orlando Gutiérrez Boronat “no son ideas que nos dividen en principio ni en objetivos”. Contra la revolución cubana lo que los separa son cosas superables, minucias. Lo fundamental es estar contra ella.
 
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