Un hombre coge en brazos a un niño herido tras el ataque de Israel a una escuela de la ONU.- AFP |
"Niños asesinados mientras duermen, eso es una afrenta para todos nosotros, una vergüenza universal. Hoy el mundo se encuentra en desgracia". Un nuevo ataque de Israel contra una escuela de la ONU en Gaza
ha provocado que los representantes de las agencias de Naciones Unidas
vuelvan a alzar la voz contra los bombardeos indiscriminados del
Ejército israelí.
"La localización precisa de la escuela elemental
de chicas de Yabalia y el hecho de que cobijaba a miles de desplazados
internos fueron comunicados al Ejército israelí diecisiete veces para
asegurar su protección; la última vez, a las nueve menos diez de la pasada noche,
pocas horas antes del bombardeo letal", ha denunciado el comisionado
general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA),
Pierre Krähenbühl.
Testigos presenciales aseguraron que tres tanques dispararon directamente contra la escuela Al Hussein, que según la UNRWA acogía "a 3.300 personas que habían buscado refugio"
en el centro tras ser forzados por el propio Ejército israelí a evacuar
sus hogares. En el ataque murieron 15 palestinos, que se suman a los al
menos 1.302 que han fallecido como consecuencia del asedio de Israel
contra la Franja iniciado el pasado 8 de julio.
Desde la pasada
medianoche, cerca de 72 palestinos han muerto y otros 200 han resultado
heridos durante los incesantes ataques por tierra, mar y aire de las
fuerzas armadas israelíes, que se han intensificado en los últimos días.
Margen Protector, el eufemismo
con el que Israel ha bautizado a su última tanda de ataques, se ha
convertido en la más sangrienta de las ofensivas militares israelíes
contra Gaza desde 2004. A los más de 1.300 muertos, hay que sumar más de
7.000 heridos, más de 250.000 desplazados, la mayoría refugiados en centros de la ONU, y 1.700.000 (toda la población de Gaza) afectados por la destrucción de las infraestructuras de electricidad y agua.
En
Gaza no hay lugar para esconderse de los bombardeos y, como se ha
demostrado, ni siquiera las instalaciones de la ONU son lugar seguro.
Krähenbühl enumeró en seis las ocasiones en las que las fuerzas
israelíes han atacado instalaciones de Naciones Unidas en la Franja.
"Nuestro personal, las mismas personas que están dando respuesta
humanitaria, están siendo asesinadas. Nuestros alojamientos están desbordados. Docenas
de miles pronto podrían estar por las calles de Gaza sin comida, agua
ni refugio si los ataques sobre estas áreas continúan", denunció en un
comunicado.
Por estos motivos, Krähenbühl avisó de que "se ha ido más allá de la esfera de la acción humanitaria, estamos en el ámbito de la rendición de cuentas".
El comisionado condenó "en los términos más enérgicos esta grave
violación del derecho internacional" e hizo una petición a la comunidad
internacional "para tomar acciones políticas deliberadas que pongan un
fin inmediato a la carnicería".
De todos, los niños son los que
más están sufriendo el asedio israelí. Cerca de 300 menores han perdido
la vida, prácticamente una de cada cuatro víctimas mortales de los
bombardeos. "Muchos han visto morir a sus familias, están heridos o
desplazados. Más de 100.000 niños han tenido que dejar sus casas con sus
familias, la mayoría refugiados en las escuelas donde deberían empezar
el curso después del verano", denunció la ONG Save The Children, que
indicó además que al menos 194.000 menores necesitan ayuda psicológica.
"En vez de jugar en la calle como normalmente hacen cuando celebran
el fin del Ramadán, miles de niños en Gaza están de luto por sus padres y
cientos están enterrados con sus familias. En lugar de vivir una fiesta, sienten miedo, incertidumbre y desesperación",
lamentó la organización. Además, según los datos de la ONG, 22
instalaciones sanitarias han sido dañadas o destruidas durante los
bombardeos, y los "numerosos restos de explosivos" ponen en peligro a
niños y familias.
Como consecuencia, "el acceso a la atención sanitaria está
extremadamente restringido", precisamente en un momento en que, de
acuerdo con las organizaciones locales, "se ha duplicado el número de partos prematuros
debido al trauma de las madres". En total, se estima que hay 45.000
mujeres embarazadas en la región, de las que 5.000 están desplazadas, ha
explicado.
El codirector de la ONG en la zona, David Hasell,
ha denunciado que "los niños en Gaza e Israel están pagando el precio
del fracaso político" que supone el conflicto y ha incidido también en
el "fallo" de la comunidad internacional "debido a su incapacidad para
utilizar toda su influencia diplomática para poner fin de inmediato al
derramamiento de sangre". "Los niños nunca comienzan las guerras
-ha recordado-, pero son los que están siendo asesinados, mutilados,
traumatizados, obligados a dejar sus casas, aterrorizados y
permanentemente asustados".
Por su parte, la secretaria general
adjunta de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos,
recordó que los civiles de Gaza necesitan agua, comida, asistencia
sanitaria y refugio y las organizaciones humanitarias están haciendo lo
que pueden para ayudarles. "Dado que la situación humanitaria se
degrada, las necesidades crecerán.
Las horrendas fotos que se ven cada día nos tienen que recordar a todos
la terrorífica experiencia que están sufriendo los niños y las familias
de Gaza", denunció Amos, que calificó de "grave violación de la ley
internacional" el bombardeo a la escuela de la ONU.
Tomado de Público.es
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