Por Odalys Buscarón Ochoa*
Moscú, (PL) La causa por la liberación de tres antiterroristas
cubanos que continúan presos en Estados Unidos es el sentido de la vida
para René y Fernando González, tras regresar a la isla.
Fernando y René retornaron a Cuba luego de cumplir íntegramente las
largas condenas impuestas en un juicio injusto y políticamente sesgado.
Pero en las cárceles estadounidenses permanecen desde 1998 Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino.
A pocas horas de su llegada a Rusia para agradecer la ola solidaria por
los Cinco, Fernando González concedió una entrevista a Prensa Latina.
I-Pl.- ¿Qué espera de esta visita a Rusia?¿ Cómo ustedes (los Cinco)
percibieron la solidaridad del pueblo ruso en estos 15 años?
F.G.
El motivo de mi presencia aquí es la celebración de los 50 años de la
Asociación de Amistad ruso-cubana, del establecimiento de vínculos
amistosos y solidarios entre Cuba y la entonces Unión Soviética, heredados después por Rusia.
O
sea, lo que nos trae aquí es una celebración, una conmemoración y
formamos parte de la delegación designada para representar a nuestro
país.
Yo por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos
(ICAP), Arnaldo Tamayo, como presidente de la Asociación de Amistad;
Aleidita Guevara porque el Che fue fundador de la sociedad junto con
Yuri Gagarin, y la compañera Gladys Ayllón, quien dirige la dirección de
Europa, delICAP.
Hemos tenido una serie de entrevistas y
encuentros, por ejemplo con el presidente de la Duma estatal, con otras
personas, y considero importante agradecer el apoyo que la causa de los
Cinco ha recibido en
Rusia durante todos estos años de las
instituciones del Parlamento, como la Duma, que aprobó dos resoluciones
de apoyo por la liberación e los Cinco. Igualmente, las expresiones
oficiales del Ministerio de elaciones Exteriores.
Todo esto nos
da la posibilidad primero de agradecer esos gestos, de constatar el
compromiso que existe con la solidaridad en este país y de parte de este
pueblo con la causa de nuestros compañeros.
Esperaba lo que
hemos visto y recibido. Ese compromiso, esa disposición a continuar la
lucha hasta tanto los tres compañeros no estén de regreso en Cuba, la
amistad hacia nuestro pueblo, el deseo de seguir fortaleciendo los
lazos históricos entre el pueblo ruso y el pueblo cubano, la comprensión
del proceso revolucionario cubano, de nuestro espíritu de lucha, de
nuestra decisión de seguir siendo independientes, el apoyo a esa
voluntad de sacrificio y lucha de Cuba, del pueblo cubano, enfrentado a
un adversario político muy poderoso; la comprensión y el apoyo a las
decisiones nuestras.
Traemos también el agradecimiento y el
apoyo del Gobierno cubano a las realidades por las que atraviesan el
gobierno y el pueblo ruso.
II.PL- Sobre la situación actual de
sus tres compatriotas -Gerardo, Antonio y Ramón- quisiera saber ¿qué
pueden hacer Usted y René, en estos momentos, y cualquier otro cubano o
el Gobierno para apoyar la pronta liberación de los luchadores antiterroristas y para poner fin a esa injusticia?
F.G.-Tanto René como yo estamos volcados totalmente a la labor de
contribuir en la medida de nuestras posibilidades y experiencia en la
lucha por la liberación de los tres compañeros. No hay nada más
importante para René y para mí que participar en esa lucha, que aportar
la experiencia que podamos tener en el sentido de comprender la
situación por la que atraviesan nuestros tres hermanos, saber las
circunstancias en las que se encuentran, conocer en detalle la historia
legal de nuestro caso, el haber conocido a través de la correspondencia a
muchos amigos que participan en la causa desde numerosos países.
René y yo estamos involucrados en esa lucha y para nosotros dos es el
sentido de nuestras vidas. Haremos todo lo que podamos, aplicar todas
las iniciativas, la experiencia que podamos aportar para avanzar en la
causa por la liberación de nuestros hermanos.
De lo que ha hecho
o pueda hacer nuestro Gobierno, siempre he tenido absoluta confianza.
No necesito conocer los detalles. Desde que estábamos en prisión, desde
que fuimos arrestados siempre tuvimos la absoluta convicción de que el
gobierno cubano haría todo lo posible, lo que estuviera a su alcance
para lograr nuestra libertad y el regreso a Cuba.
Repito, tengo
absoluta confianza en que las acciones que hagan falta se harán y si
tengo la experiencia del apoyo, desde la prisión y ahora con mi
participación en esta lucha, y como funcionario del ICAP, he visto el
apoyo que el Gobierno cubano presta a toda la lucha por la liberación de
los Cinco, al más alto nivel. He sido testigo de cómo se trata por
todos los medios de que esas acciones tengan la mayor repercusión
posible. Estoy convencido en que todo lo haga falta se hará.
III.PL.- Quisiera preguntarle sobre el momento de su reencuentro con su
Patria, cuando llegó a Cuba tras su liberación. ¿Cómo sintió ese
reencuentro con Cuba, con ese pueblo que lo apoyó durante 15 años.¿Se
sintió recompensado?
F.G.- La palabra recompensado puede que
implique que yo sentía que había deuda en relación conmigo, y yo nunca
lo asumí de esa manera.
Yo simplemente asumí que estaba
cumpliendo con un deber. Para mí, el haber asumido la posición que
asumimos todos no era nada extraordinario. Era sencillamente cumplir con
un deber. Era lo que se esperaba de nosotros. No sentía que hacia mi existiera alguna deuda.
Lo que si sentí fue el cariño, el afecto, el compromiso de todo nuestro
pueblo que se expresa no solo el día de la llegada, sino
cotidianamente, en los gestos de solidaridad, de cariño, de compromiso
de lucha que recibimos donde quiera que visitamos.
El día de mi
regreso es el día más feliz de mi vida. Siempre expreso durante los
intercambios y me preguntan sobre ese tema que "difícilmente yo pueda
vivir un día emotivamente más intenso que ese". Todas las
sensaciones en llegar al territorio cubano, algo que uno ha añorado por
tanto tiempo, el reencuentro con la familia, con los amigos; el
recibimiento del general de Ejército Raúl Castro, y el resto de los
compañeros de la dirección del Partido y del Gobierno, el reencuentro
con René, con los familiares de los otros compañeros, que me recibieron
con alegría sincera, aun cuando tienen a sus familiares presos en
Estados Unidos.
Fue un momento muy emotivo, con una cantidad de emociones que difícilmente puedan conjugarse en otra experiencia similar.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Rusia
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