Cuba necesita de los avances en la ciencia y la
técnica en sectores como el agroalimentario, biotecnológico y energético
para mejorar su economía…
Los avances en la ciencia y la técnica forma parte inseparable del desarrollo económico de las naciones. (Roberto Suárez Piñón / Juventud Rebelde) |
Probablemente muchos de los asistentes a la trigésimo segunda edición
de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV) hayan quedado
sorprendidos por los diferentes avances tecnológicos que presentaron no
pocos países. Modernas maquinarias, teléfonos inteligentes cada vez más
sofisticados, televisores de ultra alta definición, hasta robots
surcoreanos, capaces de sincronizar disímiles coreografías de baile
sobre una improvisada pista, captaron la atención de los visitantes.
En las sociedades contemporáneas, sin dudas los avances en la ciencia y la técnica forma parte inseparable del desarrollo económico de las naciones. Cuba ha entendido muy bien este concepto y por eso en la cartera de oportunidades para la inversión extranjera se hace un especial énfasis en la introducción en el país de modernas tecnologías; mientras los Lineamientos llaman a utilizar todo el capital científico en pos de obtener mejores resultados en diversas esferas.
A lo largo de 2014 y, especialmente en FIHAV, se conocieron varios proyectos en los que la creación científica en Cuba juega un rol determinante en el crecimiento del sector agroalimentario, biotecnológico y energético. A propósito del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, les proponemos un acercamiento a algunos de los logros de nuestro país en la utilización de los avances científicos en pos del desarrollo.
Cuba busca, a toda costa y cuanto antes, disminuir el volumen de importaciones de alimentos que actualmente supera el 70%, por eso trabaja con proyectos que le permitan producir más. La aplicación de modernas tecnologías en la agricultura es un paso imprescindible. Una de las experiencias más novedosas es la que se está aplicando en la Empresa Logística Agropecuaria Humberto Lamothe, de Pinar del Río, donde se ensamblan maquinarias, procedentes de Brasil, destinadas a impulsar la producción agrícola.
El equipamiento incluye tractores, cosechadoras de granos y fumigadoras de distintos tipos, que podrán emplearse en plantaciones de maíz, frijoles, soya y sorgo con una alta productividad. De acuerdo con Jorge Daniel Anillo, director técnico de la empresa, en declaraciones a Granma, como parte de este mismo programa se espera otro lote con los componentes de carretas, tractores y sistemas de riego y aspersión antes de que finalice el año, y nuevos envíos en 2015.
La independencia energética es otra prioridad para el país, por lo que ya está en vigor una política dirigida a ampliar el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía disponibles y a elevar la eficiencia energética. Según datos oficiales, Cuba produce en estos momentos el 96 % de su energía eléctrica con combustibles fósiles.
Los avances en la ciencia y la técnica permitirán disminuir esa enorme dependencia. En los próximos 15 años, el país destinará 3500 millones de dólares para el desarrollo de fuentes renovables de energía, se dio a conocer en la pasada sesión de la Asamblea Nacional, siempre con la mayor protección al medio ambiente.
Entre los planes que se les dará más prioridad está la generación eléctrica mediante el bagazo de caña, la biomasa forestal, el viento, el sol y el agua en las presas y canales. De esas opciones, Rosell Guerra Campaña, director de energía renovable del Ministerio de Energía y Minas, considera que la obtenida mediante la biomasa cañera es de las más importantes, ya que el combustible utilizado, o sea, el bagazo de la caña, puede ser almacenado y luego se emplearía en el momento necesario. No ocurre así con otras fuentes, como el sol y el viento que dependen de las estaciones del año, el horario del día y las condiciones meteorológicas.
La energía eólica también ha tenido avances. Hoy Cuba cuenta con cuatro parques instalados, con 11 700 kW de potencia. En los últimos ocho años, el país se ha valido del capital científico que posee para instalar una red de 88 estaciones automáticas de medición de los parámetros del viento a alturas hasta 50 metros, en 23 zonas del país y una red de 12 estaciones meteorológicas de referencia, con mediciones hasta 100 metros de altura.
Aprovechar la energía fotovoltaica también es prioritario. Desde 2013 y hasta el momento se han construido ocho parques solares fotovoltaicos, con una potencia total de 12 000 kW, mientras que este año se ha trabajado en la construcción de siete nuevos parques con 10 000 kW de potencia.
Mientras, en la hidroenergía ya está proyectada la construcción de 74 pequeñas centrales hidroeléctricas, con una potencia superior a los 56 000 kW. En la actualidad existen 163 pequeñas instalaciones con una potencia de 65 000 kW que generan 127 millones de kWh anuales.
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