quinta-feira, 5 de dezembro de 2013

Becas de la USAID: Intrigas y riñas


 
Berta Soler y el Coco Fariñas
 
Desde que Cuba puso en marcha la reforma migratoria para nadie es un secreto que quienes más viajan son los llamados disidentes, entre ellos Yoani Sánchez, el Coco Fariñas y Berta Soler.
 
Pero como Yoani Sánchez está escapá’ del pelotón, y la USAID se ha gastado cerca de 600 mil dólares en  ella, una corresponsal que se las pasa en un piso catorce escribiendo tuits y crónicas sin salir a la calle, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) decidió ahora apostar por el Coco y la Soler, presentados recientemente al presidente Obama en Miami.
 
Lo que la Fundación no se huele es la tremenda rapiña que existe entre ambos, de traspiés y trapos cochinotes.  Fariñas, después de la huelga de hambre de más de 200 días en la cual engordó tres libras, ahora quiere convertirse en el primer disidente del mundo en llegar a los 100 000 kilómetros recorridos en menos de 6 meses. Pero se ha topado con un hueso duro de roer: Berta Soler, que quiere superarlo e incluso, mandarlo al banco de espera.
 
La nueva apuesta de la FNCA, que dirige Jorge Mas Santos, consiste en becas “para que el pueblo de Cuba conozca cómo se vive en libertad y cómo se puede aprender a pensar”.
 
No se sabe bien cuántas asignaciones  para becas en Estados Unidos financiarán, pero lo cierto es que Berta Soler quiso llevarse el gato al agua a toda costa, y propuso a sus dos hijos, en tanto, Ángel Molla, el esposo de Berta, está proponiendo a una sobrina. Que no haya mal pensados caballero, es pa’ que la cosa quede en família.
 
Por el oriente de Cuba, José Daniel Ferrer ha inscrito en la lista a su hija, en tanto se conoce que otra dama de compañía, amiga de la Soler, también entró en la puja para que su primogénito  no quedara fuera del paquete.
 
Con este salpafuera que se ha formado, a Fariñas, que anda de viaje intentando romper su récord en kilometraje recorrido, le dieron un golpe bajo, pues su propuesta era Henri Constantín, pero fue declinada por Berta Soler para promover a sus parientes. ¿Quién dice que esto no es un quítate tú pa’ ponerme yo?
 
 

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