La Habana, 25 jun (PL) Los fraudes en llamadas del exterior y viceversa provocan pérdidas anuales a las telecomunicaciones cubanas ascendente a 10 millones de pesos convertibles (similar cantidad en dólares), denunció hoy una fuente oficial.
Un considerable número de usuarios intenta evadir los canales legales de tráfico para llamadas del exterior y viceversa, al emplear nuevos adelantos tecnológicos que dificultan su rastreo, señaló Jorge Sacre, jefe del Departamento Antifraude de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa).
Según un reporte de la Agencia de Información Nacional, especialistas de ese Departamento revelaron en el IV Taller de Atención Ciudadana y Gestión de Calidad CALIPROTÂ�2014, que se desarrolla hasta mañana, que Cuba se ubica en el lugar 17 entre los países más afectados por esas violaciones.
Precisaron que las ilegalidades más comunes son manipulación de pizarras, desvío de llamadas y robo de líneas a usuarios, fraudes de suscripción y la creación de sistemas internacionales de ganancias compartidas que ofrecen un servicio adyacente de menor tarifa que la establecida por teleoperadores legales.
Estas actividades -indicaron- se apoyan en la instalación de antenas parabólicas, el uso del servicio telefónico tradicional y el acceso a Internet
, lo cual provoca que, por cada minuto de llamada realizada por estas vías, la isla caribeña deja de ingresar 0.60 centavos de dólar.
Las llamadas originadas a partir de estos sitios luego son distribuidas mediante la Red de Telefonía Nacional, como si fueran locales o de larga distancia.
El jefe del Departamento Antifraude de Etecsa apuntó que tal como sucede en muchas naciones del mundo, las tarifas contribuyen a que sus sistemas de telecomunicaciones sean blanco de fraudes. Pero, añadió, más allá está el ansia de lucro de algunos usuarios.
En el caso de Cuba, sostuvo, no podemos obviar que cuenta con una gran comunidad de ciudadanos residentes en Estados Unidos, hacia donde se registra el mayor porcentaje de las llamadas exteriores.
Refirió que Estados Unidos es el epicentro del fraude mundial de las telecomunicaciones, y eso vuelve a Cuba más vulnerable.
Por ello, afirmó Sacre, trabajamos en la especialización de los procesos de detección de fraude y en las diferentes medidas a aplicar a los usuarios que incurren en este delito, dependiendo del perjuicio causado.
mgt/ale
Según un reporte de la Agencia de Información Nacional, especialistas de ese Departamento revelaron en el IV Taller de Atención Ciudadana y Gestión de Calidad CALIPROTÂ�2014, que se desarrolla hasta mañana, que Cuba se ubica en el lugar 17 entre los países más afectados por esas violaciones.
Precisaron que las ilegalidades más comunes son manipulación de pizarras, desvío de llamadas y robo de líneas a usuarios, fraudes de suscripción y la creación de sistemas internacionales de ganancias compartidas que ofrecen un servicio adyacente de menor tarifa que la establecida por teleoperadores legales.
Estas actividades -indicaron- se apoyan en la instalación de antenas parabólicas, el uso del servicio telefónico tradicional y el acceso a Internet
, lo cual provoca que, por cada minuto de llamada realizada por estas vías, la isla caribeña deja de ingresar 0.60 centavos de dólar.Las llamadas originadas a partir de estos sitios luego son distribuidas mediante la Red de Telefonía Nacional, como si fueran locales o de larga distancia.
El jefe del Departamento Antifraude de Etecsa apuntó que tal como sucede en muchas naciones del mundo, las tarifas contribuyen a que sus sistemas de telecomunicaciones sean blanco de fraudes. Pero, añadió, más allá está el ansia de lucro de algunos usuarios.
En el caso de Cuba, sostuvo, no podemos obviar que cuenta con una gran comunidad de ciudadanos residentes en Estados Unidos, hacia donde se registra el mayor porcentaje de las llamadas exteriores.
Refirió que Estados Unidos es el epicentro del fraude mundial de las telecomunicaciones, y eso vuelve a Cuba más vulnerable.
Por ello, afirmó Sacre, trabajamos en la especialización de los procesos de detección de fraude y en las diferentes medidas a aplicar a los usuarios que incurren en este delito, dependiendo del perjuicio causado.
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