La presidenta Dilma Rousseff aprovechó la histórica ceremonia de inauguración del primer trecho del metro de la ciudad de Salvador, la primera capital de Brasil y una de las 12 ciudades sede del Mundial de Fútbol 2014, para hacer un llamado a acabar con el desánimo de parte de la ciudadanía con el torneo. Sin citar nombres, la mandataria recordó "una revista que hizo una nota en el 2011 diciendo que los estadios brasileños no estarían listos para el Mundial en el 2014. Mi gente, tenemos todos los estadios listos. El Maracaná está listo. Sí, va a haber Mundial". La obra del primer trecho del metro de Salvador, que demoró 14 años, tiene una extensión de siete kilómetros.
11 de Junio de 2014 a las 19:24
¶ Por Romulo Faro, desde Salvador (Bahia)
247 - La presidenta Dilma Rousseff aprovechó la histórica ceremonia de inauguración del primer trecho del metro de la ciudad de Salvador, la primera capital de Brasil y una de las 12 ciudades sede del Mundial de Fútbol 2014, para hacer el miércoles un amplio llamado a terminar con el desánimo de parte de la ciudadanía con el torneo.
Sin citar nombres, la mandataria recordó "una revista que hizo una nota en el 2011 diciendo que los estadios brasileños no estarían listos para el Mundial en el 2014. Mi gente, tenemos todos los estadios listos. El Maracaná está listo. Sí, va a haber Mundial".
La obra del primer trecho del metro de Salvador, que demoró 14 años, tiene una extensión de siete quilômetros.
Dilma hizo alusión a esa demora indicando que "lo que interesa es que después de 14 años ponemos este metro al servicio de la población".
El recorrido completo de la línea 1 del metro de Salvador costó unos 8.700 millones de reales y se concluirá en enero.
La mandataria advirtió, en referencia a las manifestaciones de protesta que puedan ocurrir durante el Mundial, que "no tendremos la menor contemplación con aquellos que crean que pueden practicar actos de vandalismo", aunque remarcó el respeto de su gobierno al derecho a manifestar.
También, rebatió argumentos que indican que el gobierno gastó más con obras para el Mundial que con la educación del país. "Es una comparación absurda. Hay un intento de politizar algo que no puede ser politizado. El gasto en educación en 2014, juntando gobierno federal, gobiernos estatales y municipios, es de 1,7 billones. Entonces comparar ese monto con 8.000 millones gastados en aeropuertos, es absurdo", dijo.
Para ahuyentar el desánimo, la mandatario apeló a la pasión de los brasileños por el fútbol.
"No es verdad que Brasil no quería el Mundial. Veo la alegría del pueblo brasileño con nuestra selección y con otras que están llegando de todo el mundo. Tenemos todo para hacer el Mundial de los Mundiales", dijo.
"Ahora comienza el partido, Lo que tenemos que hacer es ayudar a la selección. Vamos a buscar nuestro hexa campeonato", concluyó.
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