Día de los Padres
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Escrito por Giusette León García
Estoy convencida de eso, pero dejaré que lo digan ellos mismos, algunos de los tantos padres cubanos que han asumido esa verdad como propia y la disfrutan cotidianamente…
Y no lo voy a decir yo que seguro terminaría hablando de mi abuelo Wamba y diciendo que era el mejor en todo; o del padre de mis hijos y de cómo disfruto verlos en ese abrazo colectivo de las mañanas que comenzó desde que madrugaba para hervirles sus culeros diminutos y cuando era el único capacitado para bañar a Amanda Sofía y desde su obsesión con el cuarto de juegos; o de Humbertico, el padre que me dio la vida para que mis niños no perdieran la oportunidad de un súper abuelo…
Estoy convencida de que padre es uno solo, insustituible y necesario, pero dejaré que lo digan ellos mismos, algunos, solo algunos de los tantos que han asumido esa verdad como propia y la disfrutan cotidianamente…
Los cómplices…
Para nada voy a saltarme ahora al policiaco, es que conocí a uno de estos padres que son capaces de cualquier cosa por colarse en los espacios de sus hijos, vivirlos con ellos, acompañarlos desde niños y “cualquier cosa” incluye disfrazarse de Aladino y subirse a un escenario a bailar, sin ser artista ni cosa parecida, solo para mezclarse con ellos, para hacerlos sonreír, esos padres que compran las 99 papeletas posibles para hacer realidad aquello de “quiero ser el mejor amigo de mis hijos”. Este es Edisbel Chil, un cubano de aquellos que se vuelven extraordinarios en el día a día común, lo conocí en el proyecto sociocultural Corcel de Esperanza y aquí se los presento:
“El hecho de ser padre es lo más grande que le puede suceder a un ser humano, a un hombre en la vida, trato de mantener las mejores relaciones con mis niñas, que tengan confianza en mí, que exista siempre una interacción entre nosotros, que cuando ellas tengan algún problema puedan compartirlo, conversarlo conmigo.
“Si a mí me gusta estar orgulloso de ellas, involucrarme con ellas en el proyecto es una forma más de que ellas sientan orgullo de su padre y como sé que les encanta que yo participe en todas las actividades trato de estar siempre al máximo de mí en sus cosas y aportar todo lo que pueda…
“Quisiera seguirles ofreciendo las mejores enseñanzas, y que la vida me de mucha fuerza y salud para continuar acompañándolas hasta una edad muy avanzada, mi intención es tratar de guiarlas… Yo digo que madre es una sola y padre también es uno solo, puede ser que exista algún hombre que tenga una relación con una mujer y le llegue como un padre a los hijos de ella, pero el cariño de un padre es tan único como el de una madre.”
Hijos en primer plano…
Sí, porque están estos padres que de algún modo saben que trascienden también a través de sus hijos y solo tienes que “echarles un medio” y te hablan de sus retoños como para nunca acabar, con una mezcla de devoción y responsabilidad que enternece… así fue con el músico cubano Angel Bonne, bastó un “háblame de tu hijo”:
“Mi hijo es un talento natural, es un niño que viene a resumir todo lo que hay en mi familia de talento para la música, está en cuarto año de piano y en segundo de percusión y fue el ganador este año de la fiesta del tambor en batería, es un niño con un gran talento que todo el mundo está reconociéndole, en mi opinión, demasiado adelantado y esas cosas suelen ser perjudiciales, conozco otros casos de gente muy talentosa que ha terminado frustrándose porque las emociones que han ido viviendo en la niñez sobrepasan todo y ya no tiene aliciente seguir avanzando y esto es una escalera...
“Siento muchísimo orgullo de él y, por supuesto, yo soy una de las personas que más le colabora desde el punto de vista de repasarlo y estoy arriba de él, porque es un niño, que lo que quiere es jugar fútbol, pelota y mataperrear y andar por ahí, además es un niño que fue criado en un concepto de la independencia, o sea cuando él era chiquito yo abría la puerta del carro, él apenas sabía caminar, yo pegaba bien el carro a la acera y abría la puerta ahí y él tenía que subirse, incluso una vez se cayó cuando íbamos a salir del parqueo y una mujer enseguida fue a levantarlo y yo le dije, déjalo que él se levanta, porque en la vida si te caes te tienes que levantar y eso es una metáfora de la vida, yo siempre lo he dejado ser, porque la sobreprotección es fatal…
“Ya no vive conmigo desde que tenía seis años, pero vivimos a seis cuadras y hasta hace muy poco yo me levantaba todos los días y lo llevaba a la escuela y lo recogía, ya va y viene solo, pero mi presencia siempre la ha tenido, estoy muy orgulloso de él y estoy seguro de que tiene una gran estrella para su futuro, ojalá entienda que es una carrera de resistencia, no de velocidad…
Padres complicados…
Mientras trataba de convencer a este funcionario cuyo nombre juré omitir de que me diera una entrevista sobre cómo ser padre de tres hijos de diferentes madres, dirigir una empresa bastante grande, que te hace estar ausente de casi todo y, sin embargo, participar de algún modo en sus vidas, sonó el móvil, justo cuando casi lo tenía convencido y ya me estaba contando que religiosamente los domingos son para sus hijos, que los junta en casa de la abuela y se baña con ellos en la manguera del patio… justo cuando creía que mi entrevista iba a empezar… el celular sonando…
“Dime mi amor”… ¿Estás mejor? … Sí mi vida… Mi niña linda, tienes que cuidarte… No te preocupes, yo voy a estar ahí contigo… Dale majadera, todo va a estar bien… sí, me llamas… no discutas con tu mamá… Muchos besos mi amor… te amo”
Y colgando el teléfono me mira y me dice: “era mi hija, la mayor, esa tiene 22 años, pero apenas le duele la cabeza me llama para decírmelo, ya, ahí tienes tu entrevista”. Y si, ahí estaba, el “cuadro” es ingeniero mecánico no muy dado a las palabras, el tipo es concreto con todos y meloso con su hija como con una novia de estreno, pero como soy terca y no me levanté tan fácil de la silla, me contó de la noviecita que tiene Alejandro, “el varón, el del medio”, por Jaimanitas, y que la más pequeña quiere manejar un barco y aprender a leer y las clases comienzan como a la nueve de la noche, cuando terminan las reuniones y los despachos de papa con sus jefes… al final me fui con la grabadora vacía, pero con el sosiego de ver que es posible ser muy complicado y ser "el" padre…
No uno, sino “el padre”, ese imprescindible, insustituible, el que nos perdemos cuando nos enseñan a decirle papá a otro que siempre “será como un padre”, pero nunca será lo mismo, el que se pierden los progenitores que por voluntad propia no pasan de esa cualidad biológica o cuando la modernidad y el pragmatismo se equivocan y nos hacen creer que padre es cualquiera… y en esa fórmula perdemos todos, pero siempre más los hijos que los padres…
Tomado de Cubasí
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