Florida es el bastión de dos de sus posibles contendientes republicanos
Autor: Redacción Internacional | internacionales@granma.cu
MIAMI.—La precandidata demócrata Hillary Rodham
Clinton dijo este viernes que el embargo (bloqueo) a Cuba debe terminar
“de una vez y por todas” durante un discurso en la Florida, uno de los
estados claves para las elecciones presidenciales norteamericanas y
donde radica una amplia comunidad cubana.
Durante su intervención en la Universidad Internacional de la
Florida, Clinton demandó que el Congreso, liderado por los republicanos,
tome acciones para eliminar una política que no ha dado los resultados
esperados por más de medio siglo.
“La política de EE.UU., hacia Cuba está en una encrucijada…, debemos
decidir entre el acercamiento o el embargo (bloqueo) y la decisión que
tomemos tendrá consecuencias duraderas no solo para los 11 millones de
cubanos sino para toda la región”, señaló.
La exsecretaria de Estado demandó a los legisladores aprovechar este
momento decisivo, tras la reanudación de las relaciones diplomáticas
entre ambas naciones y la reapertura de las embajadas en las respectivas
capitales el 20 de julio pasado, reportó PL.
Dirigiéndose a los líderes republicanos del Senado y la Cámara, dijo
que era tiempo de montarse en el carro de los cambios o salirse del
camino.
Clinton reconoció que anteriormente apoyaba las sanciones a Cuba,
pero afirmó ante un auditorio de estudiantes, profesores y otras
personas que sus posiciones cambiaron durante sus cuatro años como
secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
En su libro biográfico Hard Choices (Decisiones difíciles),
publicado el pasado año, la exprimera dama había revelado que recomendó
a Obama revisar la política hacia Cuba cuando estaba al frente del
departamento de Estado, agregó PL.
Las encuestas y los analistas apuntan que durante los últimos años
también se han transformado las opiniones de los cerca de dos millones
de cubanos que viven en Estados Unidos, 900 000 de ellos en el condado
de Miami-Dade.
Sondeos llevados a cabo por la propia Universidad Internacional de
la Florida y el Atlantic Council, previo a los anuncios del 17 de
diciembre del 2014, indicaban que por primera vez en la historia más de
la mitad de los cubanoamericanos respaldaba el fin del bloqueo y el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Encuestas similares en 1991, entre los cubanoamericanos de
Miami-Dade, arrojaron que 87 % apoyaba la política de sanciones
económicas y aislamiento. En 1997, el respaldo descendió a 78 %, para el
2004 se encontraba en 66 % y entre el 2004 y el 2011 se instaló en el
56 %.
En todo el país el respaldo es aún más fuerte. Un sondeo del Pew
Research Center del pasado 20 de julio, indicó que un 73 % de los
estadounidenses apoya el restablecimiento de las relaciones y un 72 % el
levantamiento del bloqueo.
El discurso de Clinton, favorita para ser la representante demócrata a
los comicios presidenciales del año próximo, tuvo un fuerte mensaje
político. La Florida es el bastión de dos de sus posibles contendientes
republicanos por la Casa Blanca, el senador Marco Rubio, de origen
cubano, y el antiguo gobernador del estado, Jeb Bush, ambos férreos
opositores del cambio de política hacia Cuba llevado a cabo por la
administración Obama.
Clinton acusó a los candidatos republicanos —sin nombrarlos— de
contemplar a Cuba y Latinoamérica “a través del prisma de la Guerra
Fría”.
Destacó que “no podemos permitir que ideas y candidatos partidistas
aislados de la realidad y de los tiempos eliminen todos los progresos
realizados”.
En ese sentido llamó a reemplazar el bloqueo por “medidas más
inteligentes que logren afianzar los intereses de Estados Unidos”,
indicó PL.
En un comunicado previo al discurso de este viernes, Rubio criticó la
postura de Obama y Clinton y dijo que se trataban de “concesiones
unilaterales” que “debilitan el prestigio global de Estados Unidos en el
siglo XXI”.
Entretanto, Jeb Bush reaccionó al discurso de la precandidata
presidencial en la Florida acusándola de promocionar una “retirada en la
lucha por la democracia en Cuba”.
“Si soy elegido presidente voy a estar comprometido a ayudarles (a
los cubanos) a lograr la libertad negada”, dijo el precandidato
republicano, hijo de un expresidente norteamericano y hermano de George
W. Bush, quien llegó a elaborar un plan para una “transición política”
en Cuba.
Entretanto, importantes personalidades estadounidenses apoyaron la
posición de Clinton, como la congresista demócrata Kathy Castor, quien
recientemente introdujo junto a un colega republicano en el Congreso un
proyecto de ley para levantar restricciones al comercio con Cuba.
“Orgullosa de Hillary Clinton por su llamado a ponerle fin al embargo
(bloqueo) a Cuba”, dijo Castor en su cuenta oficial de Twitter.
Por su parte la coalición bipartidista Engage-Cuba, que se dedica a
cabildear a favor del cambio de política hacia la Isla, publicó un
comunicado de su presidente, James Williams, que reconoce el discurso
de Clinton como un hecho representativo de que es tiempo de que el
Congreso estadounidense permita los viajes y negocios con Cuba.
Un sondeo realizado por la cadena de periódicos McClatchy y el
Instituto Marista para la Opinión Pública publicado este viernes, mostró
que 44 % de los posibles electores prefieren a Clinton como presidenta
en el 2016, 29 % al republicano Jeb Bush y 20 % al controversial
aspirante Donald Trump.
Tomado de Granma
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