La doctora Vivian Kourí. Fotos: Claudia Padrón Cueto y Jorge Carlos de la Paz. |
La doctora Vivian Kourí aclara cuestionamientos éticos, publicados
en la prensa extranjera, sobre la investigación de una forma
recombinante de VIH que causa progresión rápida a SIDA.
La noticia del descubrimiento en Cuba de una forma recombinante de
VIH que causa progresión rápida a SIDA, gracias a un proyecto
internacional de conjunto entre la Universidad de Liege y la
Universidad de Católica de Leuven, ambas en Bélgica, y el Instituto de
Medicina Tropical “Pedro Kourí”(IPK), ha sido replicada por diversos
medios internacionales en los últimos días.
Una malinterpretación por parte del diario El Nuevo Herald,
llevó a cuestionamientos éticos sobre el tratamiento ofrecido por los
médicos cubanos a los infectados que conformaron este estudio.
La
profesora e investigadora titular Dr.Sc Vivian Kourí, especialista en
segundo grado en microbiología, quien se desempeña en el laboratorio de
Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), perteneciente al departamento
de virología en el IPK, conversó con Cubasí para aclarar la
información errada.
“La manipulación errónea no ha sido en la
mayoría de los medios sino en algunos muy particulares que intentan
desacreditar el sistema de salud cubano, y aprovechan cualquier cosa,
aunque no tenga sentido lo que dicen. La contraparte belga de la
investigación ha estado en contacto con ellos y le han refutado algunos
criterios equivocados, pidiéndoles que relean la investigación para que
no sea tergiversada.
“Divulgaron que esperamos tres años para tratar los pacientes, faltando a la ética; y no fue así, es totalmente falso".
Kourí
explica que la investigación no interfirió con el curso de la
enfermedad, su evolución o el tratamiento a los pacientes. Decir que de
antemano se sabía del rápido progreso a SIDA, y no se atendió, es una
mala interpretación. El seguimiento a los infectados fue el
reglamentado.
La terapia antirretroviral (ARV) hasta el 2010
se aplicaba a pacientes que presentaban un conteo inferior a las 200
células CD4. No obstante, se recomendaba aplicar el tratamiento a
infectados con menos de 350 células CD4 para que el paciente estuviera
menos deteriorado y su respuesta a la terapia fuese más efectiva.
“En
el caso de esta investigación, existieron enfermos con un conteo
celular ya cercano a las 200 células a los que se les puso
inmediatamente el tratamiento. Ninguno de los pacientes había recibido
terapia Antirretrovirales (ARV) al momento de tomar la muestra. Por
supuesto que en cuanto se les diagnostica SIDA fueron tratados”, refiere
la profesora.
La investigación sobre la variante agresiva de VIH
La investigación, publicada semanas atrás en la revista EBioMedecine, comenzó a partir de la observación a algunos pacientes que progresaron de VIH a SIDA de forma acelerada.
Sin
tratamiento, la infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana
(VIH) toma entre cinco y diez años hasta que el paciente progrese a
Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), aunque lo más común
es entre 8 y 10 años. En este estudio se reportaron casos de pacientes
que progresaron a SIDA en menos de tres años.
“Se analizaron
un total de 95 infectados divididos en tres grupos de control: el
primero compuesto por 52 individuos considerados como progresores
rápidos a SIDA en menos de tres años, otro de 21 personas con igual
tiempo de infectadas con VIH pero sin indicadores clínicos, virológicos,
ni inmunológicos de progresión a SIDA y el último de 22 pacientes entre
siete y nueve años diagnosticados con el VIH y que marcaron SIDA al
momento del diagnóstico”, describe Kourí.
El estudio concluyó que una variante agresiva del VIH denominada CRF19 provoca una rápida progresión a SIDA.
Esta
variante, de origen africana, pero relativamente frecuente en Cuba,
representa actualmente entre el 17 y el 20% de los subtipos de VIH del
país. La variante más frecuente es el subtipo B (32-34%), seguida del BG
(22-24%) y luego el CRF19. “De esta última cepa ha habido un ligero
incremento en los últimos años pero no puede decirse que sea
representativo; además hay que considerar que la estadística parte de
una muestra y no de la totalidad de los pacientes cubanos” , declara la
doctora.
La titular agrega que para que el VIH pueda entrar a
las células humanas, primero debe anclarse o adherirse a las mismas.
Esto lo realiza mediante receptores celulares CD4 y co-receptores (CCR5 y
CXCR4) que son proteínas presentes en la membrana celular.
Durante
las primeras etapas de la infección, el virus emplea como co-receptor
la proteína CCR5. Después de unos años de infección el virus cambia sus
características y entonces utiliza como co-receptor el CXCR4. Este
cambio en el uso del co-receptor coincide con la rápida progresión hacia
el SIDA.
Sobre el tema una investigación precedente: Factores asociados a la progresión rápida a SIDA en individuos cubanos
La peculiaridad de esta variante más
agresiva, es que realiza esta transición de forma más rápida. El virus
emplea el co-receptor CXCR4 de forma temprana en la infección, acortando
la fase asintomática por infección con VIH y conduciendo a la rápida
progresión hacia el SIDA.
En cuanto a la respuesta de los infectados a la medicación, la
doctora explica que los niveles de resistencia a los medicamentos ARV no
están asociados a la cepa del CRF19, ni a los progresores rápidos. El
tratamiento para estos pacientes debe ser igual de efectivo.
Cuba
es uno de los países con menos índice de infección en la región. Estos
se han mantenido estables en los últimos años, sin picos de contagio. En
relación con otros países en Cuba la prevalencia es baja, solo 0,1% de
la población total.
Tomado de Cubasí
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