La Habana, 14 oct (AIN) Llevamos ya casi una hora conversando cuando
se acerca un joven uniformado y le dice a Nilda que la llamaron por
teléfono otra vez. Es la tercera ocasión ya, le comenta. Este es el
rehabilitador físico de Patri, me explica ella. Es que todos los días
me llaman de Cuba entera para saber de la niña, agrega con ojos de madre
agradecida.
Nilda González no se niega a hablar del estado de su
hija. Amablemente me recibió en el Centro Internacional de
Restauración Neurológica (Ciren), donde se encuentra ingresada la
joven, y conversamos por casi dos horas.
Sabe que todo el que se
sienta frente a la pantalla de su televisor cada martes, jueves y
sábado, para disfrutar de un nuevo capítulo de la telenovela Cuando
el amor no alcanza, se pregunta qué ha sido de la joven actriz que tuvo
aquel inesperado accidente que le impidió continuar con la filmación.
Patricia Ramírez González, o Leida, como la conocemos los cubanos, fue
víctima de un accidente automovilístico el 17 de abril del 2014,
producto del cual sufrió múltiples traumas craneales y otras
alteraciones que le imposibilitaron seguir con el curso normal de su
vida.
En el momento del accidente la joven se encontraba inmersa
en la filmación de la telenovela Cuando el amor no alcanza, escrita por
Maité Vera y dirigida por Jorge Alonso Padilla, quien tomó la
decisión de utilizar a la actriz Angélica María para sustituir a
Patricia en el personaje de Leida, y así continuar con el rodaje.
LA NIÑA QUE SOÑABA CON SER ACTRIZ
Patricia nació el 8 de noviembre de 1990 en Placetas, Villa Clara.
Cuando tenía entre cuatro y cinco años nos mudamos para Sancti
Spíritus, donde actualmente vive su familia. A partir de décimo grado
comenzó a estudiar en la Academia de Actuación Samuel Feijóo, de Villa
Clara, explica la madre.
Luego de graduada, pasó los dos años de
servicio social en el villaclareño Grupo Dripe, de teatro para niños, y
una vez en La Habana comienza a trabajar con Toni Díaz en Mefisto
Teatro.
En televisión había incursionado en Tras la huella, en la
novela La otra esquina hizo un pequeño personaje de reparto, y durante
casi un año condujo un programa musical en el Canal Educativo.
Yo
he visto la novela Cuando el amor no alcanza con mucha valentía y no he
echado ni una lágrima. La veo porque la disfruto, porque es la manera
que tengo de recordar cómo era. Pero me está haciendo daño, y lo peor es
que ya se me está acabando, me dice Nilda, a punto de dejar escapar las
lágrimas que con tanta firmeza se ha negado a liberar desde que fuera
estrenada la telenovela en el pasado mes de mayo.
VEINTIOCHO DÍAS EN COMA
En la noche del 17 de abril del 2014 Patricia paseaba con unos
amigos. En la avenida 31 doblando por la calle 18, un auto impactó la
puerta trasera del vehículo donde viajaba la joven, la única que sufrió
daños severos producto del choque.
En la Clínica Internacional
Cira García, institución de salud más cercana al lugar del incidente,
le prestaron los primeros auxilios, y la trasladaron posteriormente al
hospital Calixto García.
El estudio al ingresar identificó un
trauma craneal severo con toma del estado de conciencia, fractura de la
pelvis del lado izquierdo y fractura también del hombro derecho a nivel
del húmero, explica el doctor Amado Díaz de la Fe, jefe del equipo
médico que atiende actualmente a Patricia en el Ciren.
Se
advirtió un cuadro crítico, con una hemoglobina baja, se le realizó una
Laparotomía Exploratoria y se encontró hemorragia interna por ruptura
Esplénica, es decir, se descubrió una ruptura del bazo, el cual se
extirpó y se yuguló el sangramiento, continúa el doctor Díaz de la Fe,
especialista en neurología.
Patricia fue llevada entonces a una
Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde permaneció con ventilación
artificial y con otras asistencias necesarias debido a su falta de
conciencia. A los 14 días se le practicó una traqueotomía para mejorar
la ventilación y a los 28 días logró despertar del estado de coma.
Esos días en terapia intensiva sufrió un cuadro de infecciones,
problemas respiratorios, neumotórax y problemas de presión arterial. Los
partes médicos eran desgarradores, siempre la definían en estado
crítico, recuerda Nilda, conmovida.
A los 58 días fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIM), donde permaneció cuatro meses.
En ese tiempo recibimos mucho apoyo del personal del hospital. Todavía
hoy me llaman del Calixto García para saber de Patri. Los trabajadores
de la Casa Productora de Telenovelas y de la Agencia Actuar, Padilla el
director de la novela, los actores, todos pasaban casi todos los días
por el hospital, comenta con gratitud la madre de la joven.
EN MANOS DEL CIREN
Antes de llegar al
Centro Internacional de Restauración Neurológica en abril del 2015,
Patricia Ramírez fue atendida en varios centros de salud de la capital
como el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y el Instituto
de Neurología y Neurocirugía.
Durante este tiempo la paciente
presentó episodios de Hidrocefalia, por lo que fue intervenida
quirúrgicamente en varios momentos, entre otras complicaciones que
pueden aparecer en pacientes como Patricia, explica el doctor Amado Díaz
de la Fe.
En el Ciren fue evaluada por un equipo
multidisciplinario de especialistas que detectaron en ella algunas
comorbilidades que era necesario erradicar, antes de enfocarse en el
trabajo neurológico, esfera donde sin lugar a dudas este centro cuenta
con un merecido prestigio a nivel internacional.
La paciente llegó
con una gastrostomía porque no coopera para la alimentación y tiene
además una traqueotomía que, aunque ella ventila espontáneamente, se
decidió mantener por el momento, expone el doctor Díaz de la Fe.
Teniendo en cuenta las características de las lesiones sufridas por
Patricia y el cuadro neurológico actual, se adoptó un protocolo de
atención médica integral de acuerdo con las necesidades, indicó el
doctor Díaz de la Fe.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Producto del
trauma craneal severo que sufrió la joven, ha quedado en un estado que
el equipo multidisciplinario identifica como trastorno de mínima
conciencia en correspondencia con los criterios internacionales.
Según el neurólogo, Patricia no tiene reconocimiento de sí misma ni del
entorno, pero tiene suficiente vitalidad para realizar el ciclo
sueño-vigilia y es capaz de mantener una respiración y una digestión
adecuadas, aunque la ingestión debe ser asistida.
Como parte de la
adaptación del tratamiento neuro restaurativo que lleva a cabo el Ciren
en el caso de la joven actriz, se trasladaron los equipos médicos
necesarios, así como las consultas y la atención directa de
especialistas y enfermeras hasta su propia habitación.
Se decidió
comenzar a realizar un programa terapéutico multifactorial no
intensivo, pues la paciente presenta varias limitantes para su
manipulación, el cual incluye Logopedia, Defectología y
Acondicionamiento físico general, dando prioridad a la estimulación
sensorial permanente, asevera el jefe del equipo médico.
“Incorporamos además a su esquema de tratamiento la estimulación
cerebral no invasiva con corriente directa, realizada por especialistas
con experiencia en este tipo de intervención. Se le aplican estímulos a
áreas específicas del cerebro, en este caso en la región prefrontal
izquierda. Están planificadas 30 sesiones, las cuales no han culminado
aún”.
EVOLUCIÓN
En estos momentos estamos
enfrascados en un tratamiento integral multidisciplinario e
interdisciplinario que abarca desde el abordaje farmacológico, el
cuidado especial de este tipo de pacientes e intervenciones directas
con terapistas físicos, defectólogos, logopedas. Además, se ha tratado
con magnetoterapia, laserterapia y electroestímulos, resume el doctor
Amado Díaz de la Fe.
El especialista se muestra optimista y
explica que la evolución y la respuesta al tratamiento, si bien es
cierto que no han sido del todo favorables, tampoco han sido negativas.
Comenta que hasta ahora es positivo el hecho de que Patricia Ramírez haya tolerado y asimilado todas las intervenciones.
Mas, en estos casos, para hablar sobre la evolución se usa el término
médico de pronóstico reservado, porque es impredecible, no se puede
saber que con determinadas intervenciones ella va a llegar a
determinados resultados, continúa.
Lamentablemente no existe hoy
un medicamento que posibilite el paso del paciente de un estado
neurológico a otro. En el mundo no se registra evidencia científica ni
hay guías prácticas clínicas específicas que planteen cómo trabajar con
este tipo de paciente, pues lo reportado son apenas experiencias de
experto con pequeñas muestras de casos, explica el Dr. Díaz de la Fe.
Hasta ahora solo podemos decir que la tolerancia es buena y la respuesta
aceptable, concluye el especialista.
Pero Nilda González no se
conforma. Mantiene la esperanza de que un día su Patri despierte y
vuelva a ser la niña excepcional, madura, responsable, solidaria y
alegre que siempre fue, rodeada de amigos que la quieren y que, como
ella, la esperan.
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