Brasilia, 24 jun (PL) La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reiteró hoy la necesidad de avanzar hacia una amplia y profunda reforma política en el país con la participación de la ciudadanía.
En su acostumbrado programa radial de cada lunes Café con el Presidente, Rousseff ratificó que su Gobierno adoptará medidas para responder a los reclamos de millones de manifestantes que durante dos semanas salieron a las calles para pedir educación, salud y transporte público de buena calidad, menos corrupción y más seguridad.
Se pronunció por aprovechar la energía de los jóvenes en las calles para cambiar de manera mejor y más rápida muchas cosas que Brasil no consigue aún realizar debido a limitaciones políticas y económicas.
"Como Presidenta, tengo la obligación de escuchar la voz de las calles, de dialogar con todos los sectores, pero todo dentro de la ley y el orden. Brasil luchó duro para convertirse en un país democrático y también está luchando duro para convertirse en un país más justo", aseveró.
La jefa de Estado recordó que no fue fácil llegar a donde está ahora, pero también no es fácil avanzar a donde quieren muchos de los que salieron a las calles y sólo se puede hacer esto con más democracia, es decir -dijo- con el poder de los ciudadanos y los poderes de la República.
Abogó por lograr un pacto nacional con los representantes de los poderes de Estado y encontrar mecanismos que hagan las instituciones más transparentes, más resistentes a las malas acciones y, sobre todo, más permeable a la influencia de la sociedad.
Rousseff reconoció que necesitan muchísimas formas más eficaces para combatir la corrupción e instó a extender a todas las ramas del Gobierno y organismos federales la Ley de Acceso a la Información, aprobada en su administración, que sirve como instrumento para supervisar el uso correcto del dinero público.
Finalmente, ratificó su oposición a la violencia de una minoría interesada en destruir la propiedad pública durante las protestas, por lo cual aseguró que los órganos de seguridad tienen el deber de frenar dentro de los límites de la ley todos los tipos de actos de vandalismo y desmanes.
jf/lgo
Se pronunció por aprovechar la energía de los jóvenes en las calles para cambiar de manera mejor y más rápida muchas cosas que Brasil no consigue aún realizar debido a limitaciones políticas y económicas.
"Como Presidenta, tengo la obligación de escuchar la voz de las calles, de dialogar con todos los sectores, pero todo dentro de la ley y el orden. Brasil luchó duro para convertirse en un país democrático y también está luchando duro para convertirse en un país más justo", aseveró.
La jefa de Estado recordó que no fue fácil llegar a donde está ahora, pero también no es fácil avanzar a donde quieren muchos de los que salieron a las calles y sólo se puede hacer esto con más democracia, es decir -dijo- con el poder de los ciudadanos y los poderes de la República.
Abogó por lograr un pacto nacional con los representantes de los poderes de Estado y encontrar mecanismos que hagan las instituciones más transparentes, más resistentes a las malas acciones y, sobre todo, más permeable a la influencia de la sociedad.
Rousseff reconoció que necesitan muchísimas formas más eficaces para combatir la corrupción e instó a extender a todas las ramas del Gobierno y organismos federales la Ley de Acceso a la Información, aprobada en su administración, que sirve como instrumento para supervisar el uso correcto del dinero público.
Finalmente, ratificó su oposición a la violencia de una minoría interesada en destruir la propiedad pública durante las protestas, por lo cual aseguró que los órganos de seguridad tienen el deber de frenar dentro de los límites de la ley todos los tipos de actos de vandalismo y desmanes.
jf/lgo
Prensa Latina
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