domingo, 7 de dezembro de 2014

Cruzada contra la corrupción y el fin del silencio en Brasil



Por Leovani Garcia Olivarez

Brasilia, 6 dic (PL) La cruzada contra la corrupción en Petrobras abre las posibilidades de un cambio en Brasil, donde estos ilícitos fueron por años engavetados y silenciados en anteriores gobiernos.

A pesar de las críticas de la oposición contra el Gobierno, por la desarticulación de un esquema de desvío de dinero y contratos inflados en la empresa petrolera nacional, la presidenta Dilma Rousseff defendió esta arremetida contra estos delitos.

Puntualizó que este caso "cambiará a Brasil para siempre" y supondrá el fin de la "impunidad" en este gigante sudamericano.

Se trata de un combate sin cuartel, en el cual están involucrados políticos de diversas tendencias, altos ejecutivos de empresas privadas y exempleados públicos.

El escenario se muestra complejo, pues por un lado la oposición, liderada por la Social Democracia (PSDB) y con el sutil sostén de la prensa conservadora, intenta presentar a Rousseff y su Partido de los Trabajadores (PT) como responsables de estos actos, que -según las investigaciones- ocurren desde hace más de 15 años.

Sin embargo, para la mandataria se trata de un mal de muchos años que estuvo insertado en otras administraciones, pero era silenciado o engavetado.

Aunque este "no es primer escándalo de la historia de Brasil, sí es el primero de nuestra historia que es investigado y que irá hasta el fondo, aseveró recientemente al alertar que si la corrupción no fuera anteriormente encubierta, no se hubiera registrado en este escándalo en la compañía estatal.

A su juicio, la autonomía otorgada en su gobierno a los organismos de control y pesquisas propició que saliera a luz pública en marzo último este caso, tras la detección del exdirector de Petrobras Paulo Roberto Costa, quien, a cambio de beneficios penales, delató el sistema propinas y contratos inflados de la empresa con constructoras privadas.

Un total de 25 personas fueron arrestadas, entre ellas el exdirector de Servicios e Ingeniería de Petrobras Renato Duque y nueve altos directivos de las constructoras Camargo Correa, OAS, Odebrecht, UTC, Queiroz Galvao, Engevix, Mendes Junior, Galvao Ingeniería e IESA.

Las detenciones forman en una nueva fase de la operación "Lava Jato", que investiga el esquema de lavado y desvíos de dinero en la petrolera estatal.

Esas empresas sellaron contratos con la petrolera por valor de 26 mil 600 millones de dólares y habrían firmado convenios fraudulentos con Petrobras de 2003 a 2014.

Empero, la justicia señala que las revelaciones de empresarios detenidos por este esquema corroboran que el desvío de recursos en esa compañía estatal acontece desde 1999.

Para la Procuraduría, el modo operante en esta red de sobornos se asemeja a otros casos de corrupción indagados en el pasado por la Policía Federal y sin condenas por los organismos de justicia 

La propia sospecha de la existencia de un cartel entre las compañías para disputarse contratos fraudulentos con la petrolera nacional no constituye un hecho fortuito, alertaron los fiscales regionales Carlos Fernando dos Santos Lima, Diego Castor de Mattos y Roberson Henrique Pozzobon.

"Operaciones anteriores de la Policía Federal, como Castillo de Arena, Caja Prieta, Acuarela y Faktor levantaron la sospecha de la existencia de una colusión entre las grandes entidades para fraudar licitaciones públicas", señalaron las fuentes.

Las compañías constructoras son las mismas que ahora enfrentan a la justicia por el pago de propinas para ganar contratos, entre estas figuran OAS, Camargo Correa y Queiroz Galvao.

Este conjunto de hechos revela que la corrupción de los funcionarios públicos por lo general se lleva a cabo por estas empresas para alcanzar multimillonarios negocios con el gobierno federal, indicaron los fiscales.

acl/lgo

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