El disidente cubano Guillermo Fariñas (I) junto al candidato demócrata Joe García (D), en Miami. |
por Nicanor León Cotayo
Ahora correspondió al candidato demócrata Joe García incluir en su
publicidad el mensaje a su favor de un "disidente" que radica en Cuba.
De manera sorprendente, un político estadounidense reveló la forma en que desde allí los mueven.
Ahora correspondió al candidato demócrata Joe García incluir en su
publicidad el mensaje a su favor de un «disidente» que radica en la
isla.
Se trata de un llamado Coco Fariñas, a quien Washington especializó en montar huelgas de hambre sin hambre.
El nuevo escándalo fue excitado por el candidato demócrata a la reelección en la Cámara de Representantes, Joe García.
Según el Nuevo Herald, la polémica se inició este lunes cuando García
insertó un anuncio donde aparece este «disidente» respaldando a su
candidatura.
Sucede en medio de la disputa electoral que sostiene con el republicano Carlos Curbelo.
Ambos tratan de ganar el distrito 26 de Miami, que otorga un puesto en la Cámara Baja, federal ahora en manos de García.
Dos periodistas del Nuevo Herald, Enrique Flor y Nora Gámez Torres,
informaron que el citado pronunciamiento genera allá polémica.
El republicano Curbelo desaprobó el martes a su rival por utilizar en medios locales a una persona ajena al proceso electoral.
Esta última expresó en su mensaje: "Desde hace décadas, Joe García ha sido un compatriota comprometido con nuestra lucha".
Curbelo valoró a esa maquinación como "impropia e inmoral".
Acto seguido, García aclaró que fue el propio Coco Fariñas quien sugirió ponerse a disposición de su cruzada electoral.
"El Coco es amigo y me dijo que deseaba ayudar de cualquier manera»,
«él fue quien dijo las palabras, no las escribimos nosotros", recalcó.
Pero aún faltaba lo mejor y más explosivo.
Curbelo denunció la existencia de un conflicto de intereses, porque
los viajes del Coco desde La Habana a diferentes países "eran
financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y gente
cercana a García".
Todo el mundo sabe, puntualizó el republicano, que la Fundación y los
aliados de Joe García "son los que le pagan al señor Fariñas".
Aquí saltó la denominada Fundación para los Derechos Humanos en Cuba,
cuya Fundación madre rige en Miami, dedicada a "promover cambios
democráticos" en la isla.
Ahora envió un comunicado al Nuevo Herald en el que jura ser una
institución no partidista incapaz de alentar o promover que un opositor
cubano "hiciera declaraciones sobre la política interna de los Estados
Unidos".
Sin embargo, algo quedó aún más evidente: el pensamiento y la acción
anexionistas que marcaron para siempre a los "disidentes" fabricados por
Washington.
También la conclusión de que no son enemigos dignos —siquiera— de un átomo de respeto.
(Tomado de Cubasí) RHC
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